martes, 31 de marzo de 2015

Sin transparencia, los recursos del Plan Nuevo Guerrero

El Sur de Acapulco

El gobierno de la república, encabezado por Enrique Peña Nieto, les mintió a los guerrerenses. Les dijo que el Plan Nuevo Guerrero, cuyos recursos financieros se invertirían en la reconstrucción del estado, luego de las afectaciones por las torrenciales lluvias de septiembre de 2013, se ejercerían con rigurosa transparencia. Pero no ha sido así, pues a partir de ejercicios para el acceso a la información, se observó una abierta falta de transparencia que impide el seguimiento y la vigilancia de los recursos.
Si bien se puede encontrar alguna información en el portal Transparencia Presupuestaria, en la liga Plan Nuevo Guerrero, ésta incluye sólo datos muy generales y simplemente no es estratégica para hacer un seguimiento. Y cuando se solicitó a varias dependencias federales (Sedatu, Inifed, SCT, Secretaría de Economía) información diferente y con mayor detalle de la que publica ese portal electrónico, relacionada con la reconstrucción, éstas escondieron y retrasaron los datos o sus respuestas fueron muy parciales y en algunos casos la declararon parcialmente confidencial.
Las respuestas desafortunadas que recibimos a estos ejercicios de acceso a la información para indagar un programa con tantos recursos como el Plan Nuevo Guerrero parece que son cada vez más frecuentes en el gobierno federal –ya no sólo en los estatales y municipales- para ocultar información relevante.
Aunado a esto, por vez primera en la experiencia de quien esto escribe, el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI) ya no fue un organismo diligente en sus procedimientos, sino una entidad burocratizada, que en este ejercicio de investigación del Plan Nuevo Guerrero no hicieron expedito su trabajo.
Hoy comenzamos una serie de textos que examinan la transparencia y el acceso a la información en el uso de los recursos del Plan Nuevo Guerrero, del que se prometió transparencia, y hoy sólo se conoce información muy parcial, en el mejor de los casos, que despiertan numerosas dudas.
Una de las dependencias más reacias a entregar información fue la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), que tiene a su cargo la construcción de viviendas para quienes las perdieron en septiembre de 2013.

La promesa
Con bombo y platillo, el presidente Peña Nieto anunció el 7 de noviembre de 2013 que la Cámara de Diputados decidió “respaldar a Guerrero en el Presupuesto de Egresos de la Federación, ampliando los recursos del Fonden, con una cantidad importante de siete mil millones de pesos, pero que además esto posibilitará que el Gobierno de la República, a través de la Secretaría de Hacienda, pueda a través de mecanismos financieros, ampliar el monto de inversión que será del orden de 30 mil millones de pesos a favor de la entidad el próximo año”.
Y agregó el presidente: “Para que esta ayuda rinda frutos y llegue efectivamente a quienes más lo necesitan, son imperativas la transparencia y la participación social”.
En su turno, el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray Caso, abundó que el Plan de Nuevo Guerrero representaba una “oportunidad de ejercer los recursos de manera ejemplar, con la participación de la ciudadanía y con absoluta transparencia”.
“Por eso, en cumplimiento a la instrucción del Presidente Enrique Peña Nieto, en el ejercicio de los recursos Federales del Plan Nuevo Guerrero se introducirán nuevas formas de participación y vigilancia ciudadana, como, por ejemplo, un sistema de obra pública abierta, que permitirá que la ciudadanía verifique con información en tiempo real el costo y el avance de las obras”.
En esa ocasión, para la vigilancia de los recursos, según informó el presidente, se integró un Consejo Estatal y Comités Comunitarios para la Restauración de Guerrero -en cuya membresía predominaron los representantes empresariales y de colegios de profesionales, que auguraban desde entonces que este “organismo ciudadano” tendría un funcionamiento estéril, poco crítico y muy complaciente con el ejercicio de los recursos.

Opacidad en la construcción de viviendas
La falta de transparencia de la Sedatu es sólo un ejemplo de la manera como se están ejerciendo los recursos públicos federales, en este caso los destinados a la construcción de vivienda, dentro del Plan Nuevo Guerrero.
Ante dos solicitudes de información para conocer con detalle los datos básicos sobre el programa de vivienda que opera, la Sedatu hizo todo los posible por ocultar la información, lo que da pie a muchas interpretaciones sobre si se están ejerciendo con honestidad los recursos, porque con transparencia no.
El 28 de julio de 2014 se presentó la solicitud de información folio 0001500050814 para requerir los siguientes datos: “Número de viviendas construidas al 15 de julio de 2014 como parte de las afectaciones por los fenómenos metereológicos en septiembre de 2013 en el estado de Guerrero. Esta información desglosada por municipio, localidad, monto invertido y población beneficiada”. Es decir, información elemental que la Sedatu está obligada a tener en sus registros.
Sin embargo, el 25 de agosto de 2014, la Sedatu anunció que requería de una prórroga para responder a la solicitud. La justificación, que por obligación normativa deben hacer saber al solicitante, fue en los siguientes términos: “Con el fin de continuar la búsqueda de la información solicitada, es necesario ampliar el plazo”.
El 24 de septiembre de 2014, la Sedatu dio respuesta a la solicitud de información proporcionando datos muy escuetos y diferentes a los solicitados. Respondió la dependencia entregando un reporte con corte a septiembre de viviendas en construcción –cuando lo que se solicitó fueron las viviendas construidas al 15 de julio- con un total de 6,281 viviendas y el desglose fue por cada una de las regiones del estado.
También informó que el “monto ejercido” fue de 753.7 millones de pesos, y la población beneficiada alcanzó los 24,495 habitantes.
No sin cierto sarcasmo, la Sedatu remató: “Con lo anterior, se da respuesta en forma clara y completa a su solicitud de acceso a la información pública”.
Ante esta información parcial que nos entregaron, e 7 de octubre de 2014 presentamos un recurso de revisión debido a que “el sujeto obligado no entregó de manera completa la información que se le requirió, no obstante que solicitó prórroga y tuvo el tiempo suficiente para hacerlo”.

Las mañas de la Sedatu
Ante el requerimiento del IFAI, la Sedatu respondió que “bajo el principio de disponibilidad de la información en posesión de los sujetos obligados a que se refiere el artículo 6 de la Ley Federal de Acceso a la Información Pública Gubernamental debe considerarse que la información requerida por el particular únicamente se encuentra disponible por región y no por municipio y localidad”.
Agregó la dependencia que de acuerdo con el artículo 42 de la LFAIPG, no está obligada a entregar información que no esté en sus archivos.
Con esta decisión de la dependencia, se observó un claro intento de ocultar la información –el primero de varios-por parte de la Sedatu. Es difícil de creer que la dependencia no lleve un control riguroso del número de viviendas construidas en cada municipio y localidad, pues si no es así, entonces estamos ante un grave problema de eficiencia e ineptitud en la dependencia. Y además, ¿dónde quedó el compromiso de Peña Nieto de transparentar el Plan Nuevo Guerrero?
El IFAI desnudó la opacidad de la dependencia. Le señaló, por ejemplo “que no remitió la solicitud para su atención a todas las áreas que pudieran contar con la información”, y enumeró varias oficinas “que pudieran contar con la información requerida, toda vez que sus atribuciones se encuentran directamente relacionadas con la materia de la solicitud”.
Asimismo, la Sedatu se vio evidenciada cuando el IFAI revisó la página electrónica de la dependencia, en Sala de Prensa, donde se publicaron una serie de boletines institucionales sobre las actividades que realiza la Sedatu, y entre los cuales “se pudo encontrar una cantidad importante de boletines relacionados con la entrega de viviendas a familias que resultaron afectadas por el desastre natural del año dos mil trece en el estado de Guerrero”.
Incluso, el órgano garante federal acopió varios ejemplos obtenidos del portal electrónico de la Sedatu, como el que transcribimos a continuación: “El gobierno federal, a través de la Sedatu, entregó hoy 92 viviendas a igual número de familias de Tierra Caliente, Norte y Costa Chica, Guerrero, que resultaron afectadas por los fenómenos naturales Ingrid y Manuel.”
Añadió el boletín de prensa publicado en septiembre de 2014: “Con la adjudicación simultánea de 92 casas, 20 de ellas en Ajuchitlan, 11 en Changata, 20 en Sinahua, 15 en Tierra Blanca, 23 en Tepecoacuilco (en las comunidades de San Juan Tetelcingo 5, San Agustín Oapan 15 y San Miguel Tecuixipan 3) y tres en Costa Chica, suman mil 219 viviendas entregadas al día de hoy, y se espera que para el 16 de septiembre se tengan terminadas poco más de dos mil 500 viviendas”.
Se observa en los boletines de prensa de la Sedatu que si cuentan con información desglosada por municipio y por localidad, lo que es incongruente con la respuesta dada a una solicitud de información.
Es decir, la Sedatu tiene dos criterios en el manejo de su información, cuando se trata de describir el trabajo y las actividades de la dependencia con el propósito de difundirlos en los medios de comunicación, sí se esmera en brindar información con mucho detalle; pero cuando se trata de responder a las solicitudes de información de las y los ciudadanos, solo entregan información muy general.
Esta incongruencia fue comentada por el IFAI en los siguientes términos: “toda vez que la fuente de la información pública localizada [boletines de prensa] corresponde al propio sujeto obligado, es inaceptable considerar que la información requerida no se encuentre con el grado de desglose requerido por el particular”.
Asimismo, comenta que “no se puede considerar que la búsqueda [hecha por la Sedatu] hubiese sido exhaustiva ni llevada a cabo con el criterio adecuado, máxime que se localizaron boletines de prensa del sujeto obligado que dan a conocer información con el grado de desglose requerido por el particular”.
Con estos argumentos, el IFAI emitió, el 20 de noviembre, la resolución RDA4353/14 en los siguientes términos: Se revoca la respuesta emitida inicialmente por la Sedatu, y además se instruye a la Sedatu “para que un plazo máximo de diez días hábiles” cumpla con lo ordenado en la resolución, es decir, entregar la información.

Sedatu no superó la opacidad
En un claro desafío a la resolución emitida por el IFAI, la Sedatu siguió ocultando la información solicitada. En el último día que tuvo para entregar los datos (19 de enero de 2015), la dependencia entregó información correspondiente a una semana, del 14 al 18 de julio de 2014, cuando claramente se lee en la solicitud que la información requerida abarca desde que se comenzaron a construir viviendas en 2013 por las lluvias torrenciales provocadas por Ingrid y Manuel y hasta el 15 de julio de 2014.
Fue en este punto del proceso donde el IFAI comenzó a presentar una cara burocrática y de ineficiencia, ya que buscamos asesoría en diferentes áreas del organismo, y nadie pudo proporcionar datos sobre el área correspondiente para el seguimiento de las resoluciones. Incluso, siguiendo las indicaciones en la resolución, se envió un comunicado al correo vigilancia@ifai.org.mx para expresar la inconformidad sobre la información recibida de la Sedatu, y nunca hubo respuesta.
Finalmente, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano del gobierno de la república se salió con la suya, y afectó el derecho de acceso a la información de la ciudadanía.
Lo anterior, no obstante que el en su resolución, el IFAI informa que “en caso de encontrarse insatisfecho con la resolución, le asiste el derecho de impugnarla ante el Poder Judicial de la Federación”.
No es la resolución la que falló en este caso, sino el andamiaje institucional del seguimiento de las resoluciones del IFAI, que nunca brindaron una respuesta para atender el debido cumplimiento de la Sedatu.
A ocho meses de que se presentó una solicitud de información para requerir datos básicos de las viviendas construidas en Guerrero, ganó la opacidad del gobierno de la república.

 

 

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