La Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) del gobierno de la república ha sido una dependencia poca transparente en el Plan Nuevo Guerrero, del que el presidente Enrique Peña Nieto aseguró que se manejaría con total transparencia. Específicamente de la información sobre la construcción de viviendas en Guerrero, la dependencia federal mantiene un gran desorden y parcialidad en sus datos, de tal manera que no coinciden la información que difunden sus funcionarios en declaraciones a la prensa, ni los que publica el portal electrónico del Plan Nuevo Guerrero ni los que entrega como resultado de solicitudes de información.
Esta anarquía en la información no permite hacer un balance certero del ejercicio de los recursos del publicitado Plan Nuevo Guerrero, pues no hay información básica congruente, y lo que encontramos deja entrever o una total ineficiencia para establecer controles efectivos al dinero público en la construcción de viviendas o una gran negligencia y un claro propósito de ocultar información con fines no declarados.
La Sedatu es una de las dependencias que ha tenido un gran peso en la reconstrucción del estado, luego de las afectaciones por las lluvias torrenciales de septiembre de 2013, a partir de las cuales el presidente Peña Nieto constituyó el Plan Nuevo Guerrero, con cuantiosos recursos del erario.
Sin embargo, el trabajo de la dependencia deja muchas dudas, y a esta fecha no hay certeza de cuántas viviendas se construyeron, y cuántas más se edificarán, a cuánto asciende lo ejercido, qué empresas han participado en estas obras, y quiénes son los beneficiarios y en qué localidades y municipios.
En esta entrega se documenta la comprobada intención de ocultar información de la Sedatu que contrasta con el discurso presidencial que prometió transparencia, y también con las todavía numerosas muestras de inconformidad de grupos de damnificados que se quejan de la desatención de la Sedatu.
Anarquía de cifras
A un año de la tragedia,
en septiembre de 2014, el gobierno de la república anunció un avance de 60 por ciento en
la reconstrucción y un gasto de 41 mil millones de pesos. En esa ocasión, tocó
a Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, encabezar la ceremonia
donde anunció que “tengan la plena
seguridad, todas las casas, los puentes, las clínicas, los hospitales, todo,
absolutamente todo se va a cumplir en el gobierno del presidente Enrique Peña
Nieto”.En su intervención, el ex titular de la Sedatu, Jorge Carlos Ramírez Marín, explicó que la dependencia a su cargo tenía 10, 776 acciones, de las cuales 5,672 correspondían a la construcción de viviendas, y de éstas, ya se habían entregado 2,654. Detalló el ex funcionario que en 74 localidades se construirán más de 20 viviendas, en 354 localidades se construirán 5 viviendas y en 298 localidades se construirá al menos una vivienda.
Sin embargo, a diferencia de estos datos y como respuesta a una solicitud de información presentada en julio de 2014, la Sedatu comunicó que al mes de septiembre de ese año, se habían construido 6,281 viviendas con una erogación de 753.7 millones de pesos en beneficio de 24,495 habitantes.
Es decir, hay una diferencia abismal en el número de viviendas construidas reportadas por el ex secretario y lo que respondió la dependencia ante una solicitud de información de 3,627 viviendas.
Peor aún: en una segunda petición de información donde se solicitó “Número total de viviendas que se tienen proyectadas construir para atender a los afectados”, la dependencia escuetamente respondió que “más de 6 mil.” ¿Cuál es la información correcta?
En cuanto a los recursos ejercidos, los números tampoco cuadran. A lo largo de 18 meses, el portal electrónico del Plan Nuevo Guerrero ha modificado frecuentemente las metas y los recursos gastados en los diferentes rubros.
Por ejemplo, en los datos abiertos más recientes publicados en la página web, en el rubro de vivienda rural y como parte de los programas para el Desarrollo de Zonas Prioritarias, Hábitat y Fonhapo, se gastaron 188.6 millones de pesos en la localidad de El Capricho; y en la Pintada y “otras localidades”, 64 millones de pesos. No se especifica cuántas viviendas en cada caso, aunque según datos obtenidos de la prensa, se edificaron 134 viviendas en El Nuevo Capricho, municipio de Ometepec; y 190 en la Nueva Pintada, municipio de Atoyac.
Por cierto, personas que conocen La Pintada afirmaron que no fueron 190 viviendas, sino 125 las que se construyeron; parcialmente tienen servicios y el día de la inauguración hubo gran hermetismo para evitar protestas durante el acto. Eso sí, las viviendas por fuera lucían muy bien pintadas con colores pastel, pues La Pintada fue la comunidad emblema en la construcción de vivienda del gobierno de Peña Nieto.
A través de la Comisión Nacional de Vivienda, se presupuestaron subsidios hasta por 22,500 por vivienda para reparación, con un monto global de 50 millones de pesos. En el caso del programa Vivienda Digna de Fonhapo, los datos indican que invirtieron 43.6 millones de pesos.
Asimismo, en Vivienda, la Sedatu tiene autorizados 600 millones de pesos del Fondo Nacional de Desastres Naturales, y 948.3 millones de pesos del Fondo Guerrero.
En total, sólo en materia de vivienda se autorizaron al 15 de febrero 1,893.5 millones de pesos, de los cuales se han gastado a esa misma fecha 1,229.5 millones, sin que haya datos precisos sobre el número de viviendas construidas.
Las cuentas alegres
Los comunicados y
declaraciones de funcionarios de la Sedatu son demasiado optimistas, dice uno
de ellos: “En la víspera de Navidad, la Secretaría de Desarrollo Agrario,
Territorial y Urbano entregó 73 viviendas y llevó alegría a familias
guerrerenses afectadas por los fenómenos meteorológicos Ingrid y Manuel”.Antes, el ex titular de la Sedatu, Jorge Carlos Ramírez Marín, afirmaba en el mes de septiembre de 2014 que “ya no habrá ninguna persona en albergues; todas las comunidades estarán atendidas, y que Sedatu no se retirará de Guerrero, hasta que no se haya terminado la última de las viviendas comprometidas”, dice un boletín de prensa.
Durante la asignación de 52 viviendas en Petaquillas del municipio de Chilpancingo, el comunicado de prensa de la Sedatu del 5 de febrero de 2015 reseñó el acto de entrega: “En un ambiente de algarabía y de emoción, una de las beneficiadas, de nombre Gloria Ríos Bernal, agradeció profundamente al presidente de México, Enrique Peña Nieto y al titular de Sedatu, Jorge Carlos Ramírez Marín, por su solidaridad y apoyo para la realización de sus nuevos hogares”.
Otra de las beneficiadas, la señora Andrea Marino García, expresó que la asignación de su nueva vivienda, la hace sentir muy contenta, ya que ahora, su familia podrá tener un patrimonio.
“Estamos orgullosos, contentos porque con sacrificio, anduve luchando, vueltas para allá y por aquí. Yo les daría muchas gracias y que Dios lo bendiga, a Sedatu y a Peña Nieto, porque estoy orgullosa de que por ellos, estoy logrando lo que yo he pedido”, dijo.
Estos testimonios contrastan con la cantidad de inconformidades de colonias y poblados guerrerenses que evidencian la desatención de la Sedatu.
Apenas en marzo, el Consejo de Comunidades Damnificadas de La Montaña consideró una burla que ningún representante de esa dependencia llegara a la reunión programada para atender el problema de sus casas, por lo que la emplazaron a concretar la reunión en esa semana o iniciarán movilizaciones. Y así como ésta, en todo el estado la gente protesta porque no se siente atendida. Esta incertidumbre se acentúa cuando la dependencia no proporciona información fidedigna.
Para
documentar la opacidad
El 3 de septiembre de 2014 presentamos ante la Sedatu la solicitud de
información folio 1500062114, pidiendo entre otros datos, el número total de
viviendas que se tiene proyectadas construir para atender a los afectados;
criterios técnicos y sociales que se emplearon para decidir dónde construir las
viviendas; expedientes técnicos de los diferentes tipos de vivienda; monto
total de la inversión aplicada en las viviendas; costo individual de cada tipo
de vivienda; criterios utilizados para decidir a los beneficiarios; nombres y
localidades de los beneficiarios de vivienda.Esta información, que una dependencia eficiente tendría en sus archivos sin ningún problema, a la Sedatu se le complicó mucho darla a conocer, pues el 2 de octubre de ese mismo año pidió una prórroga argumentando que “con el fin de continuar con la búsqueda de la información solicitada, es necesario ampliar el plazo”.
Fue hasta el 30 de octubre de 2014 cuando la Sedatu respondió, aunque lo hizo de manera parcial. En un escueto oficio, contestó que se tenía proyectada la construcción de “más de 6,000” viviendas. Asimismo, informó el “costo individual de cada tipo de vivienda”: reparación de daños menores, hasta 5,500 pesos; reparación de daños parciales, hasta 28,000 pesos; reparación de daños totales, hasta por 120 mil pesos. “En caso de reubicación de vivienda, los beneficiarios reciben un lote y un paquete de obra con valor de hasta 120 mil pesos”.
El problema fue cuando la Sedatu informó que entregaría los expedientes técnicos de las viviendas y el listado de nombres y localidades de los beneficiarios de las viviendas hasta que se pagaran los derechos correspondientes. Sin embargo, la dependencia no dijo el importe que se debería cubrir y los datos bancarios para realizar el depósito. Hicimos varias llamadas a la unidad de transparencia para solicitar los datos, pero no los conseguimos.
Presentamos entonces un recurso de revisión ante el Instituto Federal de Acceso a la Información y Datos Personales (IFAI), pero con mucho cinismo, la Sedatu aseguró que me había enviado un correo electrónico con los datos del costo y bancarios para el depósito.
“mediante correo electrónico, de fecha 03 de diciembre de 2014, esta Unidad de Enlace, emitió al hoy recurrente un alcance a su solicitud de información en la que se le comunicó que la información requerida se encuentra disponible”.
Ese correo nunca fue recibido y el IFAI dio por bueno el alegato de la Sedatu y nunca se comunicó con el recurrente para aportar las pruebas en contrario. El recurso de revisión fue sobreseído por el órgano garante mediante la resolución RDA 4954/14.
El padrón de beneficiarios
Luego de pagar 320
pesos, la Sedatu nos hizo llegar copia de los expedientes técnicos y el listado
de beneficiarios de vivienda en el estado de Guerrero. Aunque es evidente que
el listado enviado fue impreso desde un archivo electrónico (formato Word), la
dependencia se negó a entregarlo vía electrónica y obligó al solicitante a
pagar las fotocopias, si quería tener la información.Las desventajas son varias y no es fortuito que hayan decidido hacerlo así, congruente con la orientación que la dependencia ha mostrado hacia la opacidad. Con este formato, no se puede reutilizar la información, es decir, no hay posibilidad de cruzar nombres de los beneficiarios, buscar repeticiones, no se puede hacer un conteo automático por localidad y municipio, etc. La Sedatu no quiere que se procese la información.
Sin embargo, no obstante las dificultades técnicas, hicimos una conteo general de los beneficiarios a partir de las copias que envío la Sedatu. Por ejemplo, el total de beneficiarios es de 10,378, y no las 24,495 personas que la dependencia difunde por otras fuentes.
Asimismo, hay irregularidades que se detectan a simple vista: un total de 659 personas incluidas en el listado no tienen apellidos, es decir, sólo aparece el nombre. La relación no tiene ninguna lógica ni orden, pues los beneficiarios no está agrupados ni por comunidad, ni por municipio, sino que están en completo desorden. No hay ningún dato que indique la modalidad de apoyo que recibió cada beneficiario ni cuántos de ellos están en espera de recibir sus viviendas. Es un padrón muy dudoso.
En general, son 74 los municipios considerados dentro del listado de la Sedatu. Acapulco es el municipio que aparece con más beneficiarios con 1,289, le sigue Tixtla con 1,254 y Chilpancingo con 899 beneficiarios. Los municipios con menos acciones de vivienda son Tlalchapa, con 3, Buenavista de Cuéllar con 2 e Iguala con 1.
Así están trabajando las dependencias federales en Guerrero en el Plan Nuevo Guerrero. Uno de los argumentos para que el gobierno de la república ejecutara las obras fue que lo harían con más transparencia, pero se confirma que sólo querían controlar los recursos financieros y gastarlos discrecionalmente.
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