martes, 20 de junio de 2017

Guerrero, con avances precarios en Gestión para Resultados

Publicado en el Sur de Acapulco
Un diputado de Guerrero propuso al pleno del Poder Legislativo un exhorto al presidente municipal de Acapulco “para que mejore la operación del presupuesto, en atención a los resultados del sistema de evaluación del desempeño, porque sus niveles de avance están a la baja”, según registró El Sur hace cinco días. El Congreso cayó en el garlito haciendo suya la propuesta del diputado Samuel Reséndiz Peñaloza, y el órgano legislativo quedó evidenciado por su parcialidad, falta de información y por usar figuras como el exhorto para tratar de dañar a sus adversarios políticos.
El legislador se basó en la información de un diagnóstico denominado “Documento relativo al cumplimiento de las disposiciones contenidas en el párrafo tercero del artículo 80 de la Ley General de Contabilidad Gubernamental”, elaborado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, que permite conocer el avance alcanzado, en la implantación y operación del Presupuesto Basado en Resultados (PbR) y del Sistema de Evaluación del Desempeño (SED)”.
Pero la lectura fue mala y la interpretación pésima, ya que Reséndiz Peñaloza enfocó las baterías en contra del ayuntamiento de Acapulco y olvidó que el diagnóstico también incluía al municipio de Ometepec y al gobierno del estado, ambos con muy bajas calificaciones. Además, el PbR y el SED son políticas nacionales, aplicables a todos programas presupuestarios del país, por lo que la mayoría de los gobiernos municipales y dependencias de Guerrero son sujetos de esta normativa.
Para elaborar el diagnóstico 2017, la Secretaría de Hacienda, en el caso de los municipios, aplicó dos criterios de selección: el municipio con mayor población y el municipio cuya población se acercara más al promedio estatal. En el caso de Guerrero se seleccionaron los ayuntamientos de Acapulco y Ometepec. Pero casualmente el diputado defenestró sólo a uno.
Hay un par de cuestiones que quedan sueltas: una es por qué el Congreso no extendió el exhorto al municipio costachiquense y al gobierno del estado, que en el diagnóstico obtuvieron calificaciones muy bajas, e incluso por qué no hacerlo extensivo a todos los municipios de Guerrero, pues aunque no fueron seleccionados en el estudio, éstos sin lugar a dudas tienen bajísimos niveles de desempeño.
La segunda pregunta importante es de qué manera evalúa el Congreso del estado su propios avances y desempeño en esta materia, y especialmente, dónde se publican los resultados. Pero a esto, ninguno de los diputados hizo alusión.
El documento al que se refirió el diputado Reséndiz fue realizado por la SHCP en coordinación con los gobiernos de las 32 entidades federativas y de 62 municipios y dos demarcaciones territoriales de la Ciudad de México. Se basa en “el análisis del nivel de capacidades existentes en los ámbitos clave de la gestión del gasto, mediante la aplicación de cuestionarios. Se ha aplicado para las entidades federativas en seis ocasiones (2010, 2012, 2014, 2015, 2016 y 2017); a partir de 2014 se incluyó el análisis de una muestra de municipios y demarcaciones territoriales de la Ciudad de México”, agrega el documento.
Advierte el diagnóstico que debido a que la metodología ha evolucionado a través de los años, los resultados cuantitativos de cada ejercicio no son comparables entre sí, salvo en los casos que se muestran en los informes respectivos.
Esta advertencia es significativa porque el diputado promotor del exhorto basó su argumento en los resultados alcanzados por el ayuntamiento de Acapulco en 2017 y años anteriores, es decir, comparó los avances entre ejercicios, cuando la SHCP recomienda no hacerlo porque no son equiparables.
El exhorto fue aprobado con carácter de “urgente y obvia resolución” por los diputados del PRI, PVEM, MC y PAN. En contra votó el PRD, y Morena se abstuvo. Es un exhorto que quedará en el cajón de las vergüenzas del Congreso del estado de Guerrero.
Acapulco responde
El propio ayuntamiento de Acapulco le enmendó la plana al Congreso del estado mediante un desplegado que publicó en la prensa un día después del “exhorto”. En la primera línea le espeta que “Acapulco se encuentra 22 puntos porcentuales por arriba de la media nacional” y dentro de los nueve municipios con mayor población, con mejor calificación en dicho estudio. Más adelante subraya que de acuerdo con los resultados, el ayuntamiento de Acapulco “aumentó 18.5 puntos su nivel de capacidad en materia de implantación y operación del PbR y del SED en relación al ejercicio 2016”.
También le informa al Congreso que la administración de Acapulco “es la séptima con mayor crecimiento en materia de cumplimiento de las disposiciones, al registrar un 48.0% en el 2017 contra los 29.5 puntos del año anterior”.
Por cierto, el diagnóstico de la SHCP menciona que en 2017 sólo dos municipios (Mérida y Pueba) alcanzaron un nivel de avance Alto en la implementación de PbR-SED; tres registraron avance Medio Alto (Querétaro, San Luis de la Paz y Guadalajara); cuatro se destacaron en el rango Medio Bajo (Centro, Morelia, Hermosillo y García); y 49 municipios y las dos CTCDMX se ubicaron en el segmento Bajo de avance; en este último rango se localizan Acapulco (48 por ciento) y Ometepec, que fue el municipio con menor porcentaje de avance, con un índice de 0.5. El promedio nacional para este rubro fue de 26 por ciento.
En el caso de los gobiernos estatales, el dignóstico indica que 12 estados tuvieron un nivel de avance alto, 10 alcanzaron el nivel Medio Alto; cinco entidades federativas registraron un nivel Medio Bajo y otras cinco estuvieron en el Bajo.
El gobierno de estado de Guerrero ocupó el antepenúltimo sitio con sólo 36.8 por ciento de avance; el estado que encabeza la lista (México) tiene 96.8 por ciento, y el promedio nacional se ubicó en 65.3 por ciento.
Históricamente Guerrero ha ocupado las últimas posiciones en este registro de avances en la implementación del PbR y el SED. Desde que la SHCP inició los diagnósticos en 2010, el estado se ha movido entre los lugares 20 y 31 del registro nacional, éste último obtenido en 2016.
Qué es el PbR-SED
La Gestión para Resultados es una nueva forma de gestión pública que permite, según sus impulsores, mejorar los beneficios de los programas, por medio de la descentralización de la toma de decisiones y de generar un fuerte vínculo entre las asignaciones presupuestarias y los objetivos a alcanzar. En este marco, se desarrolló el Presupuesto basado en Resultados (PbR) como una herramienta de planeación y gestión estratégica, a efecto de buscar la asignación eficiente de los resultados públicos, de acuerdo con el desempeño de los programas presupuestarios.
Para concretar el PbR se utilizan dos herramientas que permiten conocer el desempeño de los programas presupuestarios y de la actividad gubernamental en general. Se trata de mecanismos que facilitan el seguimiento y evaluación de las acciones gubernamentales, a partir de las cuales se obtiene información que ayuda a mejorar el desempeño y en su caso, corregir el rumbo de los programas presupuestarios.
El Sistema de Evaluación del Desempeño es el mecanismo que concentra y proporciona la información necesaria para llevar a cabo todas estas actividades de mejora. Su respaldo legal está en la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, que define al SED como “El conjunto de elementos metodológicos que permiten realizar una valoración objetiva del desempeño de los programas, bajo los principios de verificación del grado de cumplimiento de metas y objetivos, con base en indicadores estratégicos y de gestión que permitan conocer el impacto social de los programas y de los proyectos”.
Entre las actividades del SED están las evaluaciones externas a políticas y programas, la evaluación del desempeño y calidad en el ejercicio del gasto con base en indicadores estratégicos y de gestión.
Obligación de estados y municipios
El PbR y el SED son iniciativas que debe realizar no sólo los ayuntamientos de Acapulco y Ometepec o la administración pública federal, sino todas las dependencias públicas del país, incluido el Congreso del estado.
Estos mecanismos tienen un respaldo constitucional, en el artículo 134, reformado en 2008, que establece que tanto la federación como los estados y municipios tienen el compromiso de administrar los recursos públicos con “eficiencia, eficacia, economía, transparencia y honradez”, lo cual fortalece el objetivo de alcanzar un PbR.
En el ámbito federal, el PbR y el SED se iniciaron en 2006 con la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria. La incorporación de estados y municipios a estos procesos de PbR y SED se concretó con la publicación en 2008 de la Ley General de Coordinación Gubernamental. Particularmente los artículos 79 y 80 complementan lo que establece la LFPRH, al indicar la obligatoriedad de las entidades federativas, los municipios y las CTCDMX de evaluar el resultado de la aplicación de sus recursos, además de homologar y estandarizar tanto las evaluaciones como los indicadores estratégicos y de gestión.
El PbR-SED en Guerrero
Desde 2011, el Prespuesto de Egresos del Estado de Guerrero de cada año hace referencia al ejercicio de los recursos públicos de acuerdo con el PbR y el SED. En el presupuesto más reciente, el de 2017, en el capítulo de Política de Gasto se lee que “se atenderá y vigilará el correcto ejercicio de los recursos bajo los criterios y las disposiciones de racionalidad, austeridad y disciplina presupuestal (…) bajo un esquema de PbR y del SED. Con ello, esta administración privilegia la evaluación permanente de los recursos para el cumplimiento de los objetivos que se han programado (…)”.
Sin embargo, ninguno de los poderes del estado ni los órganos autónomos ni en general los ayuntamientos de Guerrero publican información sobre los avances del PbR y del SED, no obstante que uno de los objetivos de estas iniciativas es precisamente la transparencia y la rendición de cuentas hacia la ciudadanía.
El SED, por ejemplo, considera la realización de actividades de seguimiento o monitoreo y evaluación (evaluaciones externas a políticas y programas, la evaluación del desempeño y calidad en el ejercicio del gasto con base en indicadores estratégicos y de gestión). Pero en Guerrero no existe información pública al respecto, o es parcial y desactualizada.
En el portal electrónico del gobierno del estado, hay una sección de transparencia fiscal y dentro de ésta, información sobre “evaluación de resultados”; sin embargo, propiamente sobre el tema sólo aparecen evaluaciones específicas sobre algunos fondos y programas y matrices de indicadores de gestión también de algunos programas o dependencias, todo con información de los gobiernos de Aguirre u Ortega Martínez.
Por cierto, las únicas evaluaciones externas que se publican fueron elaboradas por la empresa Sicrefi Consculting SC (de la cual no se puede acceder a su portal electrónico) en 2014; realizó seis evaluaciones, según la página del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), cobradas en 600 mil pesos, más IVA, cada una. La página del gobierno del estado también reporta tres evaluaciones externas, elaboradas por Julio César Sesma Moreno y publicadas en 2013, sin que se especifique su costo para el erario.
Del gobierno actual, no hay ningún registro de evaluaciones externas, ni seguimiento o monitoreo de acciones o programas en el marco del SED.
La Auditoriía Superior de la Federación señaló que “la evaluación, como instrumento clave para apoyar el proceso de mejora del gasto federalizado, presenta un débil desarrollo, tanto en el ámbito de las entidades federativas y municipios, como a nivel nacional”. Comentó que los pocos avances que se presentan en las entidades federativas en el tema de evaluación buscan más dar cumplimiento a la normativa que utilizar la evaluación como un medio para mejorar la operación y los resultados de los fondos y programas.
De acuerdo con las auditorías realizadas por el órgano fiscalizador federal al SED del gasto federalizado en las 32 entidades federativas, se determinó que su desarrollo presenta poco avance. Como resultado, la evaluación no ha tenido un rol de apoyo a la mejora de la gestión de estos recursos, salvo escasas excepciones.

De acuerdo con los resultados de un índice diseñado por la ASF para medir los avances del SED, se tiene un promedio nacional de avance de 49.9 por ciento, destacando tres estados que están por arriba de los 90 puntos: Yucatán (90.5), Chihuahua (94.9) y Oaxaca (91.8). Los peores avances son para Durango (13.3), Baja California Sur (2.5) y Guerrero (0.0). Es el único estado que no presenta ningún avance.

martes, 6 de junio de 2017

Chilpancingo, obras sin consultar a la ciudadanía

Publicado en El Sur de Acapulco
Desde hace varios trienios, la población de Chilpancingo es afectada por una serie de problemas que parecen no terminar. Amén de ser una de las ciudades con los más altos índices de criminalidad -el fin de semana pasado lo evidencia-, la capital guerrerense enfrenta la perenne carencia de agua, abundancia de basura sin un dispositivo pertinente para su disposición, y cada vez más, un continuo desorden vial y del transporte público, sólo por listar los conflictos más visibles y que mucho interesan a la ciudadanía.
Ante este coctel de temas, hay omisiones graves de las autoridades capitalinas para resolver estructuralmente los problemas, ya que los alcaldes de los últimos años han preferido evadirlos y “llevársela de a muertito” proponiendo medidas cosméticas y dejar que el siguiente resuelva los asuntos.
Dos rasgos distinguen a los gobiernos municipales de Chilpancingo: su opacidad en el ejercicio de gobierno -todavía hoy, el ayuntamiento en funciones no transparenta nada, sólo hay que revisar la plataforma nacional y su portal electrónico para corroborarlo-; y su discrecional y centralizada manera de tomar las decisiones, una de cuyas manifestaciones es que nunca consultan realmente a los ciudadanos, más allá de sus ejercicios de simulación, para la búsqueda de soluciones reales a los problemas.
Chilpancingo ha dejado de ser desde hace varios años la ciudad tranquila que muchos escogieron para vivir, y hoy se ha convertido en uno de los sitios más riesgosos donde la calidad de vida de sus habitantes se deteriora de manera constante. Sin embargo, la respuesta ciudadana a la timoratez de las autoridades tampoco ha sido contundente y esto no cambiará mientras los habitantes de esta ciudad no se conviertan en ciudadanos y ciudadanas de “a deveras”, es decir, que exijan y ejerzan sus derechos y cumplan sus obligaciones, lejos del clientelismo, los intereses de grupo y el paternalismo que imperan actualmente.
En esta entrega abordaremos dos de las decisiones más desafortunadas que han tomado los gobiernos de Chilpancingo y que resumen y retratan muy bien las posiciones y actitud de quienes gobiernan: el controvertido caso de los parquímetros, y la remodelación de la avenida Alemán, que extrañamente -porque había numerosas prioridades antes- propusieron el ex alcalde Mario Moreno Arcos y el actual presidente municipal Marco Antonio Leyva.
Parquímetros
El de los parquímetros es un buen ejemplo de cómo se toman las decisiones en la capital del estado: de manera discrecional, sin consultar a la ciudadanía o haciéndolo de manera simulada, sin planeación y sin atender los problemas verdaderamente importantes.
La prensa registró tpdas las inconformidades por la imposición; por ejemplo, el 22 de septiembre de 2015 los vecinos de las calles Altamirano y Alemán cerraron los vialidades para exigir al ayuntamiento que retirara los parquímetros que colocó la empresa española EYSA, de lo contrario mantendrían un bloque permanente. Pidieron que primero se solucionaran los problemas de servicios públicos, “antes de privatizar las calles de la ciudad”.
Desde el principio se ocultaron deliberadamente los documentos esenciales sobre el tema, como el acta de cabildo que dio luz verde a este proyecto, y el convenio firmado entre el ayuntamiento y la empresa proveedora del servicio. Esto lo podemos documentar porque el 12 de marzo de 2015, hace más de dos años, solicitamos al ayuntamiento la siguiente información: “Copia del acta de la sesión de cabildo en la que se aprobó la contratación de la empresa Estrategia de Movilidad Urbana SA de CV para la operación de parquímetros en Chilpancingo. Copia del contrato firmado por la empresa y el ayuntamiento relativo a los parquímetros. Copia del estudio de factibilidad para el establecimiento de parquímetros en Chilpancingo”. El ayuntamiento nunca respondió a este requerimiento y evidentemente no entregó la información; el Instituto de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, organismo donde presentamos un recurso de revisión en contra del ayuntamiento, perdió el expediente, y mi derecho a la información quedó de esta manera cancelado.  
El 15 de abril de este año nuevamente solicitamos los mismos documentos, y en esta ocasión sí obtuvimos una respuesta afirmativa. El acta de cabildo tiene fecha del 4 de septiembre de 2014 y en esa sesión se declaró: “se aprueba por unanimidad de votos (de los 14 ediles presentes de todos los partidos) el acuerdo mediante el cual el Honorable Ayuntamiento del Municipio de Chilpancingo de los Bravo, Guerrero, autoriza la implementación y ejecución del programa ‘Servicio de Ordenamiento y Regulación de Estacionamiento en la Vía Pública’ (…) asimismo, autoriza a los Ciudadanos Mario Moreno Arcos, Presidente Municipal; Jorge Abelardo Adame Ávila, Primer Síndico Procurador; Saenz Guadalupe Pavía Miller, Secretaria General y Jesús Manuel Urióstegui Alarcón, Secretario de Finanzas y Administración , para que de manera conjunta, suscriban el Contrato de arrendamiento con la empresa “Estrategias de Movilidad Urbana, SA de CV”’.
Ninguno de los ediles que aprobaron este acuerdo hizo preguntas de fondo ni tampoco se observan en el acta intervenciones bien sustentadas y argumentadas, especialmente tratándose de un acuerdo de esta trascendencia que rebasaría el periodo del cual eran representantes, ya que el contrato con la empresa tienen una duración de 10 años.
En esta sesión de cabildo avalaron el proyecto los ediles Mario Moreno Arcos, Jorge Abelardo Adame Ávila, Marco César Armenta Adame, Ernesto Monje Tivar, Edith Bello Nájera,, Víctor Hugo Soto Martínez, Yeni Francisca Solís Carmona, Carlos Leyva Acevedo, Teresa Robledo Rebolledo, Eduardo Adame Robles, Francisca Ramírez Jerónimo, Elizabeth Mendoza Damacio, Andrei Yasef Marmolejo Valle y Pedro Luna Evaristo.
Un contrato desventajoso
El contrato fue firmado en diciembre de 2014 y tiene por objeto arrendar durante 10 años al ayuntamiento los equipos necesarios para la implementación del programa, que en su primera etapa consideraba mil cajones de estacionamientos con la posibilidad, si el ayuntamiento así lo solicitaba, de firmar una segunda etapa de mil cajones adicionales, evidentemente pagando un sobreprecio.
De acuerdo con el contrato, por este concepto el ayuntamiento se obliga a pagar un monto de 587 mil 507 pesos y 18 centavos mensuales a la empresa, lo que equivale a poco más de 7 millones de pesos al año. Y aunque el contrato explica que si el ayuntamiento no reúne esa cantidad cada mes, no estará obligado a aportar recursos hasta alcanzar la cifra, sí se obliga a proporcionar a la empresa el dinero que se recaude de más en los meses posteriores.
Es en este punto donde hay una completa opacidad del ayuntamiento. Presentamos una solicitud de información al gobierno municipal el 15 de abril de 2017 para conocer cuánto dinero recibe mensualmente por concepto de derechos de estacionamiento, aplicación del inmovilizador e infracciones, y con esta información saber si le alcanza para cubrir el compromiso que tiene con la empresa. La respuesta fue negarnos la información, y evidentemente presentamos un recurso de revisión ante el Itaigro.
Hay dos suposiciones que se desprenden de la negativa del ayuntamiento: una es que éste no alcanza a reunir los más de 500 mil pesos que debe depositar cada mes a la empresa por la renta de los parquímetros, y tal vez sea la más probable por la ineficiencia que se observa al encontrarse en las calles autos en doble fila, o que no tienen boletos de pago en sitios donde hay parquímetros. Y la segunda es que el ayuntamiento reciba excedentes y éste no tiene el propósito de transparentar a qué los destina.
En cualquiera de los dos casos, hay un déficit muy grave de información del ayuntamiento. No sólo se impuso un proyecto -sin duda, útil a la ciudad si se realizara bien y a la vista de todos- sin consensarlo con los ciudadanos, sino que su operación se realiza con total falta de transparencia. Nadie sabe de las finanzas del proyecto de parquímetros.
Hay una cláusula del contrato que estipula que si el ayuntamiento rescinde anticipadamente el contrato “deberá cubrir el o los montos de las rentas acumuladas que resten para la cuulminación de la vigencia de este Contrato, así como como las rentas ya vencidas que se encuentren pendientes de cubrir.” Lo anterior significa que el ayuntamiento de Chilpancingo se encuentra “apergollado” con la obligación de pagar a la empresa hasta diciembre de 2024.
La avenida Alemán
Hay una obra reciente en la ciudad que nadie sabe de dónde salió porque no fue una demanda ciudadana; tampoco era prioritaria e incluso los comerciantes y habitantes vecinos se incoformaron por la falta de planeación y el largo tiempo que empleó la constructora en realizarla.
Se trata de la remodelación de la avenida Miguel Alemán, desde la glorieta Unidos por Guerrero hasta la calle Colón, al inicio de la explanada Primer Congreso de Anáhuac, obra que nunca fue explicada ni consensuada con los vecinos y comerciantes del lugar, por lo que se convirtió en otro de los proyectos que son impuestos a los capitalinos con golpes de autoridad.
De acuerdo con testimonios que abundan en la prensa, el alcalde Marco Antonio Leyva fue emplazado a presentarse para exponer el proyecto, pero siempre envió a sus subordinados. Los vecinos “reprocharon que el municipio no los haya convocado para presentarles y explicarles el proyecto con una maqueta, sino que de un día para otro llegaron las máquinas y trabajadores e iniciaron la obra”, señala una nota de El Sur del 2 de noviembre de 2016.
Algunos de los puntos que señalaban los inconformes fueron la ampliación de las banquetas, la reducción de los carriles para circular, y la falta de opciones de estacionamiento den la avenida. Pero lo que más irritó fue que la conclusión de la obra se prolongó durante varios meses y todavía en febrero de este año quedaban pendientes la instalación de lámparas, botes de basura, banquetas y árboles de ornato.
Por medio de una solicitud de información, se pidió al ayuntamiento el contrato con la empresa constructora y la información nos la entregaron en el plazo que establece la ley. Con recursos que  provienen del fondo de fortalecimiento de la infraestructura estatal y municipal (Fortalece), el contrato se firmó con Javier Abarca Castillo por un monto de 9 millones 828 mil 675 pesos, para realizar trabajos de pavimentos, guarniciones, banquetas, electrificación, obra civil, demolición y excavación, alumbrado público, mobiliario urbano, áreas verdes y alcantarillado.
Esta persona física se asoció, para comprobar que tenía capacidad suficiente para contratar y comprometerse a la ejecución de los trabajos, con la empresa Reyes Abarca y Asociados SA de CV, la cual fue constituida el 27 de junio de 2016, es decir, muy pocos días antes de que fuera licitada la obra; de hecho, todo indica que dicha empresa se creó para realizar este proyecto.
Una de las cláusulas señala que el contratista tenía un periodo de 125 días naturales para concluir la obra, es decir, del 29 de agosto al 31 de diciembre de 2016. Sin embargo, la tardanza para concluir los trabajos fue uno de los cuestionamientos más fuertes en contra del alcalde Marco Antonio Leyva, ya que en todo momentos los comerciantes del lugar urgieron la terminación de la obra porque estaban afectando la venta de sus productos y servicios de manera significativa.
Cabe señalar que también solicitamos “Copia del convenio firmado por el ayuntamiento de Chilpancingo del Fondo para el Fortalecimiento de la Infraestructura estatal y municipal” y nos negaron el documento.
El Fortalece es uno de los fondos del Ramo 23 destinado a generar infraestructura, principalmente en los rubros de pavimentaciones de calles, avenidas y mantenimiento de vías; alumbrado público, drenaje y alcantarillado, construcción, rehabilitación y remodelación de espacios educativos, artísticos y culturales; y construcción, ampliación y mejoramiento de los espacios para la práctica del deporte.
De acuerdo con el presupuesto de egresos de la federación del ejercicio 2016, al Fortalece se le asignaron 9,948.7 millones de pesos, de los que 75 por ciento se destinaron a municipios. En total se beneficiaron ese año 1,063 municipios, entre ellos Chilpancingo.
El ayuntamiento de la capital gastó recursos Fortalece por un monto de 18 millones 108 mil pesos en dos obras: la ya mencionada remodelación de la avenida Alemán, y en la cosntrucción de una cancha de futbol, alberca y muro de contención de la Unidad deportiva de Jaleaca de Catalán.