El Sur, Periódico de Guerrero
Aunque la comprobación que presentan los regidores de Acapulco de sus gastos de gestoría de manera general cumple con las reglas que establece la Auditoría Superior del Estado (ASE), una revisión minuciosa evidencia muchas inconsistencias e incluso irregularidades. En esta entrega de Monitor de Guerrero presentamos la segunda parte de un análisis de los documentos de comprobación de los ediles, del ejercicio 2016, que obtuvimos del ayuntamiento a partir de dos solicitudes de información y un recurso de revisión.
En la edición anterior aseguramos que los regidores y síndicos de Acapulco gozan de privilegios como ningunos en el estado, porque reciben recursos financieros para “gastos de orden y gestoría social”, que utilizan prácticamente a su arbitrio. Un millón 680 mil pesos es la cantidad que recibe anualmente cada regidor, a razón de 140 mil pesos mensuales, que utilizan para “ayudas sociales a personas” utilizando sus propios criterios para definir a qué persona ayudan, con cuánto y por qué lo ayudan.
Ante la falta de reglas claras, los regidores del puerto, aun cumpliendo con los lineamientos de la ASE, pueden destinar el dinero que reciben a hacer proselitismo, a su proyección personal o a generar clientelas para fines partidistas o particulares. En el caso específico de la comprobación de los recursos de 2016, si bien aprobaron los controles internos del ayuntamiento de Acapulco, difícilmente pasarían una auditoría social o la vigilancia ciudadana, ya que los documentos presentan muchas inconsistencias. Lamentablemente no existen tales figuras en la normativa municipal de Guerrero y el ejercicio de dichos recursos permanece en duda.
Los lineamientos
Los Lineamientos para la Comprobación de Gastos de Orden y Gestoría Social fueron emitidos por la ASE en enero de 2012. Este tipo de gastos, dice la norma, “se derivan de acciones implementadas por los Municipios en sustento al desarrollo de la comunidad, en razón de que fueron creados para brindar apoyo económico o en especie a los ciudadanos”, pero advierte que estos recursos invariablemente deberán proceder de los ingresos propios generados por las administraciones municipales.
Los gastos de orden social se entregan a los ediles “para conocer las demandas de la población en relación al desarrollo comunitario o casos concretos de carácter personal que requieran atención inmediata y gestionarla”, y pueden gastarse en alimentación, pasajes y traslados, hospedaje, combustible, peajes, papelería, mantenimiento, equipo de transporte y servicio telefónico.
Hay que recordar que por concepto de gastos de orden social, cada regidor de Acapulco recibe 70 mil pesos mensuales, y sería interesante que presentaran los diagnósticos elaborados con ese dinero, ya que con éstos, dicen los lineamientos, los regidores ya cuentan “con elementos suficientes para establecer de manera puntual, justa y equitativa la asignación de los recursos financieros con que cuenta la administración a la satisfacción de esas demandas”.
El otro tipo de recursos que son entregados a los ediles se denominan “gastos de gestoría social” destinados a “dar atención inmediata a las necesidades más apremiantes de la población en situación de extrema pobreza y marginación o rezago social, la atención puede ser mediante apoyo económico o en especie a los ciudadanos o asociaciones con fines no lucrativos que así lo soliciten, asimismo, a personas destacadas en el área deportiva, académica o artística que requieran de apoyo para continuar su superación personal y profesional”.
Los cuestionamientos comienzan con la comprobación. Si bien los lineamientos de la ASE especifican que los gastos de orden y gestoría social pueden comprobarse tanto con facturas fiscales como con “recibos de egresos”, el resultado de nuestra revisión indica que hay un abuso de estos últimos, no obstante que la mayoría de los ediles entregan apoyos para adquirir electrodomésticos (estufas, refrigeradores, colchones, lavadoras) y materiales de construcción (cemento, grava, arena, madera), de los cuales se pueden obtener facturas fiscales con cierta facilidad.
También se observa una generalizada falta de evidencias en la entrega de los apoyos. Si bien los regidores tratan de cumplir los requisitos documentales de la ASE, descuidan el tema de la presentación de evidencias, especialmente fotos, informes y otros documentos probatorios.
En este caso se encuentran las y los regidores Karina Ríos Radilla, Luis Miguel Terrazas, Olga Salmerón Mendoza, Enrique Granados Morga, Rodolfo Escobar Ávila y Braulio Montes Vázquez quien por cierto entregó a dos personas del mismo domicilio apoyos para mantenimiento de vivienda, así como dos apoyos a una misma persona.
Dudas en las comprobaciones
Casos específicos de comprobación dudosa son, por ejemplo, los de la regidora María de Jesús Antonio Reynoso, que presentó oficios de solicitud que no corresponden con los conceptos que entrega y también hay muchos apoyos que se brindaron a beneficiarios cuyos domicilios son imprecisos. Las constancias de radicación expedidas por una delegación municipal son idénticas en la firma y el sello, por lo que se puede presumir su falta de autenticidad. Los recibos están mal elaborados, casi todos con los apellidos cambiados y con muchas faltas de ortografía.
Marbelia Salas Flores presenta fotos de las condiciones en que se encuentran las viviendas, pero no de los resultados después de los apoyos entregados. No se encontró congruencia entre la dirección que aparece en los recibos de recepción de los recursos y la de sus comprobantes, por ejemplo, da un apoyo en el poblado de Km 42 y el beneficiario comprueba con un recibo de la comunidad Los Ilamos. Respecto a las solicitudes de análisis clínicos, algunas no tienen ni fecha ni nombre del médico que ordena los análisis. Se observó que la mayoría de quienes solicitan y reciben dinero para análisis clínicos son personas muy jóvenes, y los análisis que se ordenan no son congruentes ni verosímiles por el tipo de estudios específicos que se pidieron.
El regidor Amílcar García Estrada entregó dos apoyos a la misma persona por el mismo concepto (recibos 3188 por 5 mil pesos y 3951 por 5 mil 500 para material de construcción); también apoyos a la misma persona con dos conceptos diferentes (recibo 6718 para adquirir un refrigerador y recibo 5792 para comprar una lavadora).
En el caso de la regidora Emma Reyes Hernández hace entrega de muchos electrodomésticos, pero no presenta las facturas. Hay una incongruencia con la entrega de apoyo a una “madre soltera” de 60 años y con una persona beneficiada del municipio de Chilpancingo. También se observaron inconsistencias en los certificados de radicación expedidas por un comisario municipal, ya que esta autoridad firma con apellidos diferentes, y se presume que son una reproducción idéntica y sólo modificaron los datos. La información de las personas que piden certificados poseen predios que miden exactamente lo mismo. Los datos de la credencial INE de los beneficiarios tienen domicilio distinto al del certificado de radicación, incluso difieren en el nombre de la comunidad.
En el caso de la regidora Alejandra Solorio Almazán, la mayor parte de los apoyos fue para adquirir electrodomésticos (17 estufas, 17 refrigeradores, 20 colchones 20 31 lavadoras 31), pero hay por lo menos 11 personas que recibieron dos de estos apoyos en el mismo año.
Verónica Cadena Saligán es también una regidora que se especializó en la entrega de electrodomésticos (colchones, estufas y refrigeradores) pero no existen facturas de lo comprado. Se detectaron personas que fueron beneficiadas dos veces (recibo 3122 por 5 mil pesos para material de construcción, y recibo 3800 por 5 mil 500 pesos para la compra de un refrigerador). O como los recibos 4969 (lavadora) y 5765 (lavadora) a nombre de la misma persona; también los recibos 4968 (refrigerador) y el 5766 (refrigerador) para la misma persona.
Rosa María Trani Torralva entregó dos apoyos, uno por 4 mil y otro por 8 mil pesos para corridas de toros. En abril presentó facturas de artículos electrodomésticos que compró para el Día de las Madres; en mayo continuó apoyando festejos del 10 de mayo, pero ya sin facturas. Aunque presentó algunas fotos de estos festejos, se observó que hay imágenes repetidas para diferentes eventos.
Ulises Manrique Dorantes no presenta fotos de evidencia de entrega de los recursos. En los apoyos del mes de enero de 2016 destaca que la mayor parte de las beneficiadas sean mujeres jóvenes de entre 21 y 25 años (ocho de los 12 apoyos otorgados ese mes) quienes recibieron recursos para despensa, mantenimiento de vivienda y pasajes. También se observó que en los apoyos para gastos médicos, es un solo médico el que expide todas las recetas, lo cual no sería irregular si sus servicios fueron gratuitos.
Más dudas
Vladimir Beciez Romero entregó dinero a beneficiarios para ir a consultas fuera de Guerrero, pero no hay recetas médicas; también para ir a torneos deportivos y encuentros académicos a Guadalajara, Puebla y Querétaro, pero ningún solicitante anexa datos oficiales de las actividades adonde acudieron. En el caso del apoyo para materiales de construcción, no hay facturas ni fotos ni ninguna evidencia de la adquisición.
María Antonieta Guzmán Visario presenta comprobaciones de apoyos de despensa para ser entregadas a grupos de personas, pero no se observó evidencia (nombres, listas de entrega, domicilios) de los beneficiarios, y la entrega fue a la persona que gestiona apoyos. También abundan las solicitudes de personas que van a cuidar a sus padres o abuelos enfermos en estados de Puebla, Veracruz, Morelos, Tijuana, Oaxaca, Sonora, Quintana Roo, Durango o CDMX, o en municipios del estado de Guerrero, y a quienes se les apoya con montos que van de los 5 mil a los 10 mil pesos.
El regidor Porfirio Librado Daza Rodríguez casualmente el 8 de enero recibió varias solicitudes de apoyo para gastos funerarios, algunas respaldadas con el certificado de defunción y otras no. Presenta fotos ilegibles de apoyos con materiales de construcción, y también faltan documentos de identidad de las personas. En mayo se gastó 30 mil pesos en “regalos” para madres y niños, cuyas fotos por cierto no reflejan los gastos reportados y se presume son imágenes de otros eventos.
Comprobación razonable
Sólo hay tres regidores y regidoras que presentan comprobaciones más o menos congruentes. Gloria Sierra López es una de ellas, ya que incluye solicitudes verosímiles de apoyo y anexa la documentación correspondiente como fotografías de los apoyos recibidos o los trabajos realizados; en el caso de apoyos de beneficio colectivo, se exhiben solicitudes con sello de comisarios o delegados municipales, así como documentos para su identificación. Aunque pocas, también agrega facturas fiscales, pero en la mayoría de los casos son recibos firmados por los beneficiarios.
Es el mismo caso de la regidora Alma Juárez Altamirano, que presenta recetas verosímiles y fotos de las condiciones en que se encuentran las viviendas y de las personas a quienes les proporciona los apoyos. También de Arturo López Sugia, que en el caso de apoyos para análisis clínicos, las órdenes de análisis son verosímiles ya que provienen de diferentes laboratorios (distintos de los dos que utilizan todos los demás regidores) y hay médico que firma la solicitud y son congruentes los análisis que piden.
Lo que falta
Hay varias prácticas que pueden contribuir a transparentar los recursos y a una mejor evaluación social de lo que hacen los regidores. En el primer caso, la pregunta relevante es si existe la comprobación de los gastos de orden y gestoría social, por qué no se elaboran versiones públicas de estos documentos y se difunden públicamente.
También sería muy útil que la ASE actualizara los lineamientos para este tipo de gastos e incluyera criterios e indicadores de cumplimiento de objetivos sociales, ya que las revisiones que hacen los órganos de control interno del ayuntamiento con la norma actual son insuficientes. El cabildo, por su parte, debe pensar en incluir mecanismos de contraloría ciudadana que verifiquen desde otra perspectiva el ejercicio del gasto de los síndicos y regidores.
Estas propuestas, que pueden parecer ingenuas, son sin embargo el piso mínimo para un ejercicio de gasto público de manera democrática, transparente, justa y honesta, por parte de representantes populares del municipio más grande de Guerrero. No hacerlo así, todo lo que se diga es opacidad y simulación.
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