martes, 23 de mayo de 2017

Nuevo freno a la transparencia

Publicado en El Sur de Acapulco
El consejo nacional del sistema nacional del sistema nacional de transparencia nuevamente sacó de la chistera un acuerdo para postergar hasta el 31 de diciembre de 2017 la obligación de las dependencias y organismos públicos de dar a conocer su información de oficio en la plataforma nacional de transparencia o en sus portales electrónicos.
Es la segunda ocasión que sucede, porque meses antes, los integrantes de este consejo nacional dieron “oportunidad” a los sujetos obligados de todo el país para que prepararan su información y la subieran a la plataforma, mediante la ampliación del plazo del 4 de noviembre de 2016 al 4 de mayo de 2017.
Estas decisiones ponen en entredicho la seriedad del trabajo que realiza el Instituto de Transparencia y Acceso a la Información (INAI) y alimentan las especulaciones sobre la eficacia de sus actividades y la turbiedad con la que se ha manejado la contratación de los servicios con los que se puso en marcha la plataforma nacional de transparencia, ya que se le achacan graves deficiencias que han impedido el pleno funcionamiento de la plataforma.
En Guerrero estas medidas tienen efectos negativos. El estado no se caracteriza por la transparencia de sus dependencias y en la mayoría de los casos se requiere de medidas coercitivas para el cumplimiento de los estándares mínimos.
Hoy, al no haber sanciones para quienes incumplan con la publicación de su información obligatoria, no sólo se posterga el ejercicio pleno de este derecho a los ciudadanos, sino que también los 81 municipios y la LXI Legislatura del Congreso del estado, que concluyen sus periodos en el segundo tercio de 2018, ya pueden respirar tranquilos porque a ellos prácticamente no les tocará ser señaldados ni sancionados por su opacidad. Sólo tendrán que lidiar con las obligaciones de transparencia durante nueve meses.
Dos prórrogas
El Sistema de Portales de Obligaciones de Transparencia (Sipot) es el módulo de la plataforma nacional de transparencia “a través del cual, los ciudadanos podrán realizar la consulta de la información pública de los sujetos obligados de cada una de las entidades federativas y de la Federación, establecidas en la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública, así como en cada una de las leyes locales en la materia”.
Para que el sistema funcione, cada dependencia u organismo público del país debe cumplir con sus obligaciones de transparencia, o como también se le conoce, con su información pública de oficio, es decir, aquella que los sujetos obligados deben poner a disposición del público y mantener actualizada, sin que para ello medie una solicitud de acceso.
Pero esta obligación se ha atorado en dos ocasiones, y los argumentos de la entidad responsable de ponerla a funcionar: el consejo nacional del sistema nacional de transparencia, son muy endebles. Este consejo es presidido por el INAI, y lo integran además representantes de todos los organismos de transparencia de los estados, la Auditoría Superior de la Federación, el Archivo General de la Nación y el INEGI.
En la primera ocasión, el consejo nacional, según un boletín de prensa del INAI, “aprobó, por unanimidad, ampliar el plazo, hasta el 4 de mayo de 2017,  para que los Sujetos Obligados de los ámbitos federal, estatal y municipal  incorporen a sus portales de internet y a la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT), la información que por disposición de la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública, están obligados a difundir”.
De acuerdo con la entonces consejera presidenta del INAI, Ximena Puente, la decisión se tomó considerando factores como  el aumento en la cantidad y calidad de las obligaciones a publicar; la elaboración y verificación de tablas de aplicabilidad; la organización de los archivos de los Sujetos Obligados; la información dispersa en diversas áreas; los sujetos concentradores de información; la entrega y configuración de gran cantidad de claves para la carga de información; la capacitación para esta nueva realidad normativa; así como los cambios de gobierno, que son constantes en diversas entidades federativas, según el boletín del INAI. (ver Monitor de Guerrero del 8 de noviembre de 2016).
La segunda prórroga se concretó un día antes de que feneciera el plazo, es decir, el 3 de mayo de 2017, cuando los integrantes del consejo nacional tomaron un acuerdo mediante el que, de manera velada, dieron un nuevo plazo para que las dependencias subieran su información de oficio hasta el 31 de diciembre de 2017. Aunque el consejo nacional no manejó abiertamente esta decisión como una ampliación del plazo, en los hechos sí lo es porque los órganos garantes estatales no podrán sancionar a los sujetos obligados omisos, y tampoco las denuncias ciudadanas presentadas por este incumplimiento podrán seguir su trámite normal, dejando en manos de los órganos garantes la posibilidad de aplicar sanciones.
El acuerdo tomado por el consejo nacional fue que los órganos garantes de los estados realicen “una primera verificación de carácter diagnóstica bajo la normatividad de verificación que ellos mismos determinen”.  Sin embargo, agregan que esta primera verificación “no tendrá, para los sujetos obligados, efectos vinculantes con lo establecido en el artículo 88 del Capítulo VI de la Ley General”, que en esencia significa que no podrán imponer las medidas de apremio o sanciones que establece la ley para los incumplidos.
La verificación, dice el acuerdo, se integra de dos fases: en la primera “se realizarán verificaciones para detectar áreas de oportunidad de cada sujeto obligado para dar cumplimiento a las obligaciones de transparencia (…), así como para realizar posibles ajustes y modificaciones a los Lineamientos Generales y los criterios respectivos por parte del Sistema Nacional de Transparencia. En una segunda fase, las revisiones a los portales tendrán como propósito dar seguimiento a la atención de las recomendaciones emitidas en la primera fase y al cumplimiento de las obligaciones de transparencia”.
El documento del consejo nacional también indica que el periodo para realizar la primera fase de las verificaciones diagnósticas será del 8 de mayo al 14 de agosto de 2017; mientras que la segunda fase se realizarán “del 15 de agosto de 2017 hasta el último día hábil de 2017 de cada organismo garante, de acuerdo a su respectivo calendario”.
Aunque el acuerdo del consejo nacional se disfrace de verificación diagnóstica, en los hechos es una nueva prórroga a los sujetos obligados para que cumplan con sus obligaciones de transparencia. En esencia es un nuevo freno a la transparencia. 
En el caso de las denuncias ciudadanas, el acuerdo deja a criterio de los órganos garantes de los estados la posibilidad de aplicar sanciones. “Las denuncias que se presenten por los particulares durante este periodo (…), se admitirán y acumularán para formar parte de la verificación diagnóstica. Lo anterior sin detrimento de lo que puedan acordar adicionalmente los órganos garantes de las entidades federativas, en cumplimiento a las legislaciones locales”.
Las sospechas
Alberto Morales, reportero del Universal, publicó hace unas semanas el resultado de una investigación acerca de las fallas en la plataforma nacional de transparencia. Menciona que desde septiembre de 2016, ese periódico “ha documentado los errores y omisiones en el módulo de solicitudes de información” las cuales fueron resueltas por el INAI. Sin embargo, añade el reportero, “el 5 de marzo pasado, este diario dio a conocer que ahora las deficiencias y fallas de la herramienta tecnológica se presentaron en el módulo del Sistema de Portales de Obligaciones de Transparencia”.
Como respuesta a una solicitud de información ante el INAI, Morales escribe que de mayo de 2016 al 29 de marzo de 2017, “el instituto ha recibido 657 requerimientos para pedir soporte técnico relacionado al funcionamiento de la misma” y éstos pueden clasificarse en cuatro rubros: problemas de operación de la plataforma nacional; falta de capacitación en la operación; problemas de los web service; y problemas de infraestructura de los órganos garantes y los sujetos obligados.
Por su parte, María Marván Laborde, ex consejera del entonces IFAI criticó acremente las fallas en la operación de la plataforma nacional de transparencia y afirmó que “no pasó la prueba de fuego y es un fracaso, porque no sirve para cumplir con los compromisos de transparentar la información de todos los sujetos obligados del país”, de acuerdo con la entrevista que le realizó Francisco Nieto del periódico El Heraldo.
Agregó la también académica de la UNAM que la prórroga no es una concesión a las dependencias y organismos públicos, sino que representa el fracaso de esta plataforma mal hecha.
La prórroga en realidad es porque la plataforma no funciona. No es una concesión a los sujetos obligados, es más bien un problema de la plataforma: estuvo mal hecha desde su concepción, no funciona y además es carísima, dijo Marván Laborde al comunicador de El Heraldo.
Agregó que “además, tampoco nos terminan de decir con claridad cuál es el problema entre lo que pidió el INAI y lo que entregaron los proveedores, pero evidentemente ahí hay un problema y una responsabilidad que alguien debe de asumir.
La idea original de la plataforma nacional de transparencia era que a partir del 4 de mayo de 2017 se conociera y se evaluara la información pública de los sujetos obligados, para que luego iniciara un proceso de sanciones por incumplimiento, sin embargo, los mexicanos deberán esperar para conocer esta información para el próximo año, concluyó la académica en la entrvista con Francisco Nieto.
Preocupación en Guerrero
Independientemente de que posiblemente no habrá sanciones a los sujetos obligados hasta 2018, el panorama en Guerrero no es nada alentador, pues es bajísimo el nivel de cumplimiento de las obligaciones de transparencia por parte de las dependencias y organismos públicos, y esto augura que ni con la prórroga estarán en condiciones de cumplir con esta exigencia.
Para dar una idea del nivel que ocupa Guerrero en el plano nacional, un reporte del INAI denominado “Carga de información en el Sipot por formatos de los estados y la federación”, con fecha de corte al 5 de mayo, indicó que todos los sujetos obligados del estado en conjunto apenas tenían cargados 138 mil 622 formatos.
Esos datos colocan a Guerrero en el lugar 24, delante de Nuevo León, Chiapas, Quintana Roo, Baja California Sur, Nayarit, San Luis Potosí, Colima, Michoacán y el Estado de México, que han cargado menos formatos que Guerrero.
Sin embargo, hay seis entidades que destacan porque al 5 de mayo tenían cargados más de un millón de formatos en la plataforma nacional de transparencia, destacando entre ellos Jalisco, con 10 millones 142 mil formatos, y Zacatecas, con 3 millones 338 mil. El resto de este grupo son Durango, Coahuila, Sinaloa y Veracruz.
En el plano interno, de acuerdo con datos del Instituto de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales del estado de Guerrero, en la entidad se tiene un padrón de 208 sujetos obligados. De éstos, sólo 164 están registrados en la plataforma nacional de transparencia, y los otros 44, es decir, 22.2 por ciento, tal vez ni siquiera saben que tienen obligaciones de transparencia. Por supuesto, gracias al acuerdo del consejo nacional, a éstos no se les aplicará ninguna multa, por lo menos hasta el 31 de diciembre de 2017.
Entre los sujetos obligados que no están registrados se encuentran 14 ayuntamientos, cuatro organismos operadores de agua, siete sindicatos, un partido (del Trabajo), y siete juntas locales de conciliación y arbitraje.
Según las cifras del Itaigro, al 4 de mayo de 2017, sólo 111 sujetos obligados habían cargado información parcial a la plataforma, lo que equivale a 53.3 por ciento del total. Entre las dependencias que no han subido ninguna información a la plataforma nacional están 31 ayuntamientos, 16 oficinas del Ejecutivo estatal y tampoco lo han hecho el Congreso del Estado y la Universidad Autónoma de Guerrero. En el mismo caso se encuentran dos partidos políticos.

Lo anterior significa que no sólo los 111 sujetos obligados que parcialmente han subido información a la plataforma mercen una sanción, sino también el resto que no lo ha hecho y aquellos que ni siquiera están registrados. Por lo pronto están salvados, a menos que el Itaigro diga lo contrario.

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