martes, 22 de noviembre de 2016

La transparencia en los informes de gobierno municipales

El Sur de Acapulco
En sus informes de gobierno, correspondientes a su primer año de gestión, los alcaldes de Guerrero se movieron entre dos extremos opuestos, al referirse a los asuntos de la transparencia: unos no dijeron ni media palabra sobre el asunto y otros se presentaron como los campeones de la transparencia y la rendición de cuentas.
En cualquiera de los dos casos, quienes toman las decisiones en los gobiernos municipales aún no entienden la dimensión y el significado de lo que deben hacer para modificar y ajustar la operación del ayuntamiento, a efecto de hacer transparente el quehacer gubernamental; simplemente buscan cómo evadir o “administrar” las obligaciones que les marcan las nuevas normas nacionales de transparencia, pero no cumplirlas con cabalidad.
Hoy todavía se observan solicitudes de información sin responder o que escatiman los datos, así como pobrísimas páginas electrónicas que poco sirven para dar a conocer información de los ayuntamientos; y lo más grave es que no se observa voluntad ni disposición para adoptar una política municipal, real y efectiva, de transparencia.
Pero en sus informes de gobierno dicen excelsitudes de sus gestiones, de la transparencia y de que rinden cuentas. Otra vez, el discurso vs la realidad.
En esta entrega abordamos un ejercicio que realizamos, por medio de solicitudes de información, presentadas entre el 11 y el 17 de octubre, donde les requerimos a los ayuntamientos de Guerrero sus informes de gobierno que por ley deben presentar.
Al respecto, cabe denunciar que actualmente 13 municipios restringen completamente el derecho de acceso a la información de los ciudadanos, ya que no han habilitado el mecanismo correspondiente en el sistema Info Guerrero. Los ayuntamientos que continúan renuentes son Copalillo, Cuetzala, General Canuto A. Neri, General Heliodoro Castillo, José Joaquín de Herrera, Mochitlán, Petatlán, San Luis Acatlán, Tlacochistlahuaca, Tlalchapa, Zapotitlán, Zirándaro y Zitlala.
De las 68 solicitudes de información presentadas, sólo 37 ayuntamientos respondieron, en tanto que 31 gobiernos municipales no contestaron el requerimiento de información, y esto representa un alarmante 45 por ciento de los 68 que sí tienen habilitado su mecanismo de acceso a la información.
Joyas de opacidad
De los 37 que sí respondieron, hay dos casos que son verdaderas joyas de la opacidad, no tanto por negar el informe de gobierno, que de suyo es muy grave, sino por los argumentos que esgrimen para no entregar el documento.
Así, por ejemplo, al cuestionado ayuntamiento de Mártir de Cuilapa se le solicitó –como a los 68 ayuntamientos– el “Primer informe de gobierno del ayuntamiento municipal del periodo octubre de 2015 a septiembre de 2016”. La respuesta del secretario general del ayuntamiento de Mártir de Cuilapan fue: “hago de su conocimiento que no tengo claro que es lo que solicita, debido a que no sé si pregunta si ya rindió su informe, si es el periodo del informe de gobierno, o me está diciendo que ese es el periodo”.
Y sentencia: “en espera de que el solicitante (…) presente una solicitud nueva, donde haga la pregunta clara y precisa respecto a lo que solicita, para así poder darle la atención que requiere”.
Otro ayuntamiento que se ha caracterizado por su opacidad es el de Coyuca de Benítez. A la misma solicitud sobre su informe de gobierno, la secretaria general respondió que “al documento en mención se le están haciendo algunas correcciones de carácter técnico para finalmente difundirlo en nuestro portal, por lo que le solicito le informe al peticionario que un plazo perentorio pondremos a su disposición el citado documento”.
Nada sobre transparencia
Hubo varios ayuntamientos que ni siquiera tocaron el tema de la transparencia en sus informes de gobierno o lo hicieron de manera muy escueta. Son los casos de Ajuchitlán, Alpoyeca, Atenango, Atlixtac, Cochoapa, Cuajinicuilapa, Juchitán y Marquelia, que no mencionaron ni una sola palabra sobre la transparencia y la rendición de cuentas.
Ahuacuotzingo apenas se refirió a la asistencia a cuatro cursos impartidos por el Itaigro. La presidenta municipal de Azoyú afirmó en su informe que “soy una mujer que está convencida que la transparencia y el acceso a la información, juegan un papel esencial en la construcción de gobiernos más abiertos al escrutinio público, capaces de fomentar una participación creciente de la sociedad en el diseño y evaluación de las políticas públicas gubernamentales”. Pero no describió ninguna acción al respecto.
Buenavista fue otro municipio cuyo presidente dijo: “Cuando asumimos el gobierno dijimos que trabajaríamos bajo un gobierno responsable, ético y orientado al beneficio social, con una amplia transparencia que fuera de acuerdo con un comportamiento coherente al discurso, de valores, compartidos con directivos y operativos”. Tampoco mencionó ninguna acción en la materia.
Otro ayuntamiento que no presentó ningún avance fue Copanatoyac, pero eso sí, su alcalde destacó que “la sociedad demanda, cada vez con mayor vehemencia, que se brinde información precisa y comprobable de la administración pública (…), para el Ayuntamiento que encabezo, rendir cuentas claras sobre el uso de los recursos es no solo una obligación legal sino un compromiso ético y moral frente a los ciudadanos.”
Leonardo Bravo es otro municipio cuyo presidente municipal presumió: “hemos llevado a cabo un manejo transparente de los recursos públicos, utilizándolos con la mayor eficacia y eficiencia”. Pero no informó de ninguna acción. Fue también el caso del alcalde de Malinaltepec, quien expresó el compromiso “de manejar con transparencia las Finanzas Públicas Municipales, así también de ejecutar las Obras Publicas de acuerdo a las propuestas y diseños de las comunidades”.
Otro ayuntamiento que nada dice de acciones de transparencia es Metlatónoc, aun cuando su presidenta municipal dijo que el informe de gobierno “es un acto de Principio de Honestidad y Transparencia de quien aspira a gobernar de frente al pueblo. Son ustedes paisanos, los que necesitan saber de cómo recibí el Ayuntamiento, cómo estoy gobernando ahora y hacia donde llevamos el cambio que prometimos”.
Los avances del ayuntamiento de Pedro Ascencio Alquisiras son escuetos –una página electrónica- pero la presunción es mucha: “A fin de garantizar y promover la Generación y Consolidación de una Cultura de Transparencia y Rendición de cuentas (…) el municipio cuenta ya con un portal oficial de internet en el cual se estará subiendo información que permita informar sobre la tarea que se propuso al inicio de esta administración”.
Otro alcalde que no presentó ningún avance en transparencia fue Pungarabato, cuyo presidente dijo: “les refrendo mi voluntad de trabajar con madurez, sensibilidad y honestidad para impulsar una administración eficiente y productiva. En el desempeño de mis funciones me conduciré con el compromiso de servir con honradez y transparencia en la administración de los recursos, para rendir cuentas claras y precisas a la población”.
Unidades de transparencia, el “gran logro”
Algunos ayuntamientos presentaron como un gran logro la creación de sus unidades y comités de transparencia, que de acuerdo a la nueva ley deben formarse. Así fue el caso de Alcozauca, cuyo alcalde presumió que “por primera vez, la administración de este Municipio, crea un organismo que vigile el manejo honesto de los recursos.”
Lo mismo hizo el municipio de Atoyac: “la administración actual integró en su organigrama la Dirección de la Unidad de Transparencia y Acceso a la Información, ofreciéndole así a la ciudadanía la información pública de este Honorable Ayuntamiento”.
La alcaldesa de Ayutla incluso mencionó que le destinó “una partida específica en el presupuesto para dar cumplimiento a la transparencia y rendición de cuentas, e iniciar con el proceso de digitalización de sus archivos, ingresos y egresos, para cumplir con la Ley”.
También Apaxtla se refirió al tema: “nuestra administración ha creado por primera vez la Unidad de Transparencia y Acceso a la Información, que es atendida por personal capacitado”. Otros ayuntamientos que informaron sobre la creación de unidades y comités de transparencia, así como el diseño y actualización de portales electrónicos fueron Arcelia, Copala, Eduardo Neri –cuyo alcalde dice que con el portal “se atiende el compromiso de brindar información fidedigna, de buena calidad, de manera clara, comprensible y al alcance de los distintos sectores de la sociedad”-.
También se cuentan en este rubro los municipios de La Unión, Olinalá, cuyo alcalde aseguró que con el informe de gobierno “atiendo mi responsabilidad en la transparencia y rendición de cuentas que todo funcionario debe practicar, respondiendo así a la confianza que ustedes, paisanos olinaltecos, han depositado en su servidor”.
Finalmente, Quechultenango también presumió que “avanzamos en la integración de una Administración municipal eficaz, honesta y abierta (…), a efecto de generar un ambiente de confianza en la sociedad, respecto a la rendición de cuentas y el desempeño de los servidores públicos”.
Los municipios más poblados
El ayuntamiento de Acapulco es de los pocos que pueden presumir algunos avances. Así lo destacó el alcalde en su informe de gobierno donde pondera su primer lugar en transparencia entre los municipios del estado, de acuerdo con las mediciones del colectivo Ciudadanos por Municipios Transparentes, así como la creación de la unidad de transparencia. Sin embargo, quedan pendientes compromisos como la publicación de las declaraciones patrimonial, de intereses y su declaración de todos sus funcionarios –“iniciativa 3 de 3– y la transparencia en los procedimientos de construcción de obra pública y de programas de desarrollo social.
Por su parte, el ayuntamiento de Chilpancingo consideró que “el tema de la transparencia y acceso a la información es de alta responsabilidad”. En su informe de gobierno, el alcalde enumeró sus avances (firma de convenios entre el municipio y el Itaigro y con la “Contraloría General del Gobierno del Estado de Guerrero” (sic), además de la firma de los principios de ética y transparencia de los servidores públicos). Destacó también la creación de la Secretaría de Transparencia y Acceso a la Información; y mencionó que “hemos dado pasos importantes hacia la integración de nuestra información financiera al Portal de Transparencia”.
En el municipio de Taxco, los avances que presentó el alcalde fueron más bien de rutina y corresponden con lo que exige la ley: la firma de un convenio con el Itaigro y la toma de protesta a los integrantes de su unidad y comité de transparencia, además de la participación en diferentes cursos relativos al tema. Destaca que lo novedoso sea la realización de “una mampara, la cual tuvo por objeto dar a conocer las obras realizadas en lo que va de este periodo de gobierno del H. Ayuntamiento de Taxco de Alarcón”.
El informe de gobierno de Tlapa tampoco contiene avances destacados, salvo la aprobación de un reglamento de transparencia municipal, pues sus acciones se reducen a la publicación de un portal electrónico y un sitio en Facebook.
En el municipio de Zihuatanejo destacaron especialmente las posiciones que el ayuntamiento ocupa en el ranking de dos monitoreos. En el caso de una revisión realizada por el Itaigro, Zihuatanejo se encuentra “posicionado en el lugar número 2 de los 81 municipios del Estado, en materia de cumplimiento a la Ley de Transparencia”. Lo que no dice el ayuntamiento es que esa medición corresponde a la administración anterior, porque el Itaigro no ha monitoreado a los actuales gobiernos municipales.
También se refieren a la evaluación de Cimtra y afirman que Zihuatanejo “se encuentra en el lugar 18 a nivel nacional de un total de 2545 municipios que integran nuestro país”. Sólo hay que aclarar que Cimtra nunca ha evaluado a todos los municipios del país, por lo que lo dicho por el alcalde es muy relativo: si se revisa la clasificación a esta fecha, Zihuatanejo ocupa el lugar 26, de 73 municipios evaluados en 2016. Además, su calificación es sumamente baja: apenas 15.3 por ciento en transparencia, algo que no se puede presumir.
Como se observa, para la mayoría de los alcaldes y alcaldesas de Guerrero el discurso es muy útil para simular propósitos y realidades que no existen. Hablar de transparencia y rendición de cuentas es una de sus mejores coartadas para legitimar sus gobiernos, mientras la ciudadanía no tiene la información más básica sobre el quehacer gubernamental municipal.

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