El Sur de Acapulco
Aunque en el discurso todas las entidades gubernamentales se dicen transparentes y facilitadoras del acceso a la información de los ciudadanos, en la práctica el ejercicio de estos derechos ha sido muy restringido entre los guerrerenses.
Son diferentes los motivos que obstaculizan la transparencia y el acceso a la información, los principales: la ausencia de políticas públicas en la materia, la falta de disposición y voluntad de los titulares (gobernador, presidentes municipales, diputados) y en menor medida la carencia de cuadros especializados y capacitados.
También destaca el poco conocimiento de la ley por los ciudadanos, las conductas de los servidores públicos obstaculizan la recepción y respuesta de solicitudes de información, y en general, las prácticas burocráticas que entorpecen el acceso a la información en el interior de las oficinas públicas.
Los ex responsables de las unidades de transparencia de los ayuntamientos más importantes de Guerrero, Acapulco y Chilpancingo, comentaron su experiencia y sobre todo, explicaron las dificultades que encontraron en el interior de las instituciones para realizar su trabajo.
Chilpancingo, con bajos índices
Roberto Álvarez Heredia trabajó en el trienio 2009-2012 en el ayuntamiento de Chilpancingo, con el ex presidente municipal Héctor Astudillo y luego con Tulio Pérez Calvo. Fue coordinador de asesores durante el primer año, y luego secretario de la función pública, desde donde atendió los asuntos de transparencia y las solicitudes de información.
“Encontré la oficina responsable de la transparencia y acceso a la información en condiciones muy limitadas. La atención a las solicitudes de información estaba en manos de una secretaria, por lo que se hacía una actividad meramente administrativa: recibía la solicitud, elaboraba un oficio dirigido al área correspondiente del ayuntamiento y, si el área le respondía, ella daba respuesta al ciudadano. Si el área no le daba información, la secretaria simplemente no podía hacer nada y el ciudadano presentaba su queja”.
Al tomar posesión como secretario de la función pública, Álvarez Heredia se hizo cargo también de la oficina de transparencia y acceso a la información; la secretaria se convirtió en un apoyo administrativo y él se encargaba de gestionar directamente con los secretarios de despacho tanto la información que se publicaría en la página web como la información solicitada por los ciudadanos.
Reconoció que la transparencia del ayuntamiento y las facilidades para entregar información pública no fueron parte de una política pública del ayuntamiento encabezado por Astudillo Flores, sino que el trabajo realizado fue por iniciativa y convicción personales.
Recalcó sin embargo, que “platiqué con el alcalde y él estaba en la mejor disposición de que se respondieran todas las solicitudes de información que llegaran. Lo que siento es que el presidente municipal estaba más atento a la problemática cotidiana del ayuntamiento, a la demanda de la gente, falta de agua potable, la construcción de obras, y las solicitudes de información era como algo secundario; pero nunca hubo una limitación para que no pudiera proporcionar información a los ciudadanos”.
De acuerdo con su testimonio, al no haber una política pública, tampoco había en el ayuntamiento de Chilpancingo procedimientos ni estructura específica para la recepción y respuesta sistematizada a las solicitudes de información. Es decir, fue a partir de su amistad y cercanía con los funcionarios titulares de las secretarías del ayuntamiento que logró que proporcionaran la información pública que generaban sus respectivas áreas, pero no como un procedimiento institucional.
“Había solicitudes muy recurrentes sobre información de obra pública. Mi relación con el secretario de obras públicas era muy personal, era mi amigo, y como tal, no tenía ningún reparo en proporcionarme la información. La secretaría de planeación, que manejaba todos los recursos del ramo 33, también me la entregaba; todo lo que se refería a la obra pública, nunca tuve ningún problema”.
Roberto Álvarez comentó que si bien hay un problema grande de actitud de muchos funcionarios que no proveen información pública porque la consideran de su propiedad, en la sociedad también hay problemas graves porque a muchos ciudadanos no les interesa conocer qué es lo que hace una dependencia pública, tal vez porque no conocen el derecho que tienen de solicitar información, enfatizó.
Reconoció que uno de los déficits del ayuntamiento del periodo 2009-2012 fue la promoción del derecho de acceso a la información a los ciudadanos, pues lo realizaron de manera muy marginal. Agregó que él, como secretario de la función pública abordaba este asunto en entrevistas de prensa “pero sentía que esto debía empezar desde la cabeza, que el presidente municipal estuviera permanentemente promoviendo, sí la promovió, pero no permanentemente”.
El ex secretario de la función pública también recordó que diseñaron un portal electrónico para la publicación de información, aunque advirtió que la página era limitada en cuanto a la difusión de la información de oficio.
Asimismo comentó que “más allá de la cuestión legal, que compromete y obliga a las instituciones, siento que todavía hay una reticencia cultural muy arraigada de los funcionarios, sobre todo en los ámbitos municipal y estatal, porque tienen la idea de que la información que se genera en los gobiernos no es pública, sino que pertenece a los gobiernos que están en ese momento en el poder”.
Cabe recordar que el municipio de Chilpancingo ha tenido calificaciones muy bajas en materia de transparencia, de acuerdo con las evaluaciones del colectivo Ciudadanos por Municipios Transparentes (Cimtra).
En promedio, en las siete evaluaciones aplicadas desde 2010, Chilpancingo tiene una calificación de 21 puntos, en una escala de 100. Durante el gobierno de Héctor Astudillo, el municipio tuvo calificaciones de 25, 30.8, 10.8, 17.6 y 18.5 puntos porcentuales.
Asimismo, de acuerdo con datos del Instituto de Transparencia y Acceso a la Información del estado, el ayuntamiento de Chilpancingo encabeza la lista de los sujetos obligados que han recibido mayor número de sanciones por no atender solicitudes de información, con el 7.9 por ciento del total estatal.
Acapulco a la alza
Carlos Juárez Cruz fue el responsable de la unidad de transparencia del ayuntamiento de Acapulco de abril de 2013 a julio de 2014, en el gobierno de Luis Walton Aburto. Este periodo destaca porque el ayuntamiento se convirtió en la dependencia pública guerrerense que subió una gran cantidad de la información de oficio que indica el artículo 13 de la ley de transparencia y con esto se convirtió en el más transparente en el estado.
Juárez Cruz recuerda que cuando se encargó de la unidad de transparencia “había mucho descuido del área, no era un área que estuviera funcionando, no había estructura ni procesos claros en el interior del ayuntamiento”.
El resultado de la falta de atención fue una muy baja calificación en materia de transparencia y falta de estructura para organizar un sistema eficaz de recepción y respuesta a las solicitudes de información ciudadana.
“Cuando Luis Walton llegó al ayuntamiento, claramente tenía en su agenda el combate a la corrupción, y la transparencia como parte de sus temas principales. Entonces, creo que sí hay una política pública de transparencia y acceso a la información en el ayuntamiento, pues además de su convicción y la consecuente traducción en acciones, en el plan municipal de desarrollo sí está formulada esa política de transparencia y rendición de cuentas”.
Juárez Cruz también recordó que en septiembre de 2012, desde el colectivo Cimtra se invitó a los 81 presidentes municipales a firmar un acuerdo por la transparencia. En esa ocasión, asistieron los alcaldes de Acapulco, Chilpancingo y Atoyac, además del síndico de Iguala.
A dos años de la firma de ese compromiso, sólo el alcalde de Acapulco realizó cambios para avanzar en los niveles de transparencia y facilitar el acceso a la información; el resto de los firmantes incumplieron su compromiso.
El ex director de la unidad de transparencia comentó que a su llegada el ayuntamiento no estaba cumpliendo con la ley de transparencia respecto a la información de oficio.
“Buscamos primero que se publicara la mayor parte de la información, empezamos con la que se pudiera conseguir en el corto plazo para subirla a la página, pero era tanto lo que faltaba por publicar que comenzamos por lo más fácil y lo más rápido para comenzar a dar forma y estructura a la página de transparencia”.
Juárez Cruz también comentó que otra de sus prioridades fue modificar la forma en que se respondían las solicitudes de información de los ciudadanos.
Recordó el ex funcionario que “lo que históricamente sucedía es que si los ciudadanos querían solicitar información al ayuntamiento, tenían que enviar un escrito al área correspondiente y presentarlo personalmente –antes, tenían que investigar el área correspondiente, porque si no era así simplemente no lo recibían–; las dependencias contestaban de acuerdo a lo que sus asesores jurídicos consideraban oportuno”.
Una de las medidas fue concentrar recepción y respuesta de solicitudes de información del ayuntamiento en una sola oficina; se dieron instrucciones a todas las áreas para que las dependencias dejaran de recibir y responder solicitudes, y al mismo tiempo se diseñó un formulario de acceso a la información sencillo y eficiente que comenzó a funcionar en julio de 2013.
Carlos Juárez destacó que, no obstante la disposición del alcalde y la inclusión de la transparencia y el acceso a la información como política pública del ayuntamiento, se enfrentaron a varios problemas como la inexistencia de la información, datos que históricamente no se han generado, aunque estos deberían estar pero no se tienen.
También mencionó que hay información que por cuestiones de seguridad no se puede revelar, por ejemplo los nombres y domicilios de empresas constructoras, y algunos datos sobre seguridad pública.
“Cuando te piden una información que no se ha generado, te enfrentas no con falta de disposición y apertura sino con problemas de estructura y de institucionalización de algunas políticas del ayuntamiento. En transparencia tuvimos muchos problemas, operativos y de estructura; éramos una oficina de tres personas, y realmente con ese personal no se pueden hacer grandes operaciones, pedimos que cada área nombrara un enlace y eso facilitó mucho el proceso”.
El ex director de transparencia también opinó que en el interior del ayuntamiento no observó resistencias para la entrega de información por parte de los funcionarios, ya que el alcalde realizó varias reuniones y les dio la instrucción de que abrieran todos sus archivos e información a la unidad de transparencia.
“Con esta instrucción, era muy difícil que algún funcionario, fuera secretario o director, se resistiera o negara abiertamente la información”, acotó Juárez Cruz.
Durante varios años, el ayuntamiento de Acapulco tuvo bajas calificaciones en las evaluaciones Cimtra. En promedio, en las siete evaluaciones obtuvo una puntuación de 23.8, apenas arriba de la de Chilpancingo.
Cabe mencionar sin embargo que en la última revisión de octubre de 2013, el ayuntamiento de Acapulco alcanzó 40 puntos en la evaluación Cimtra.
Un monitoreo más reciente, realizado por Comunicación para el Desarrollo Comunitario en abril de 2014, dio un porcentaje de 93 por ciento de calificación en el cumplimiento de sus obligaciones de transparencia, según la ley estatal en la materia.
Disposición del titular
La disposición y voluntad de los titulares de las dependencias públicas es la principal condición para que una oficina pública sea transparente y facilite el acceso a la información a los ciudadanos. Sin este ingrediente, difícilmente podrá establecerse una política y proyectos específicos para promover la transparencia.
También es necesario que en las dependencias haya una persona o, mejor, un equipo de personas capacitadas que conozcan bien el tema y reconozcan la importancia de la transparencia y el acceso a la información para mejorar la gestión pública y la aplicación eficaz y eficiente de los recursos públicos con el escrutinio ciudadano.
Y eventualmente, es necesario invertir no sólo presupuesto, sino recursos técnicos, humanos, y que los tomadores de decisiones le dediquen tiempo.
Estas tres condiciones no se cumplen en la mayoría de las dependencias que reciben dinero público y que son sujetos de la ley de transparencia. Por eso los niveles de transparencia y los índices de acceso a la información son muy bajos en Guerrero.
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