martes, 10 de julio de 2012

El ayuntamiento de Chilpancingo concluye su gobierno en la opacidad

El Sur de Acapulco
Marcos Méndez Lara

El ayuntamiento que gobierna al segundo municipio más importante del estado, Chilpancingo, mantuvo durante tres años y medio un perfil de opacidad en sus finanzas y en el ejercicio de los recursos públicos.
La  manera oscura en que manejan las licitaciones para la compra de fertilizante, los resultados de la revisión a la cuenta pública del ayuntamiento capitalino emitidos por la Auditoría Superior de la Federación y las calificaciones obtenidas por este gobierno en el ejercicio que realiza el grupo Ciudadanos por Municipios Transparentes, son ejemplos de la manera poco transparente en que se ha conducido el gobierno de Chilpancingo.
Esto contrasta con los mensajes de su portal electrónico, en donde el ayuntamiento presume que “en materia de transparencia, Chilpancingo se destaca como el primer Municipio en firmar el convenio institucional de colaboración entre El Instituto de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Estado de Guerrero (ITAIG)”.
Igualmente, se jacta de haber recibido en febrero pasado un reconocimiento por parte de los comisionados del ITAIG “por apoyar el fortalecimiento de la cultura de la transparencia informativa”. Pero los hechos, dicen lo contrario.

La licitación de fertilizante
El 7 de marzo de 2012 presentamos ante el ayuntamiento de Chilpancingo, una solicitud de información para que entregara, entre otros documentos, las actas del comité de adquisiciones referentes a la licitación del fertilizante que ese gobierno municipal distribuye entre los campesinos. La información que se requirió fue de los ejercicios de 2009 a 2012.
El ayuntamiento respondió hasta el 4 de mayo (fuera del tiempo que establece la ley) con la entrega de varios documentos, que efectivamente sí se solicitaron, pero no entregó ninguna información sobre la licitación del fertilizante.
Al respecto, la Secretaría de la Función Pública del ayuntamiento argumentó que “lo que solicita está clasificado como información confidencial debido a que contiene información de hechos y actos de carácter económico, contable, jurídico y administrativo de las personas físicas y morales que participan en dicho proceso de licitación, por lo que estos datos requieren del consentimiento de dichas personas que intervienen en el proceso indicado y no se cuenta con la autorización correspondiente de lo antes mencionado”.
Una licitación es un hecho público y quienes en ella intervienen (personas físicas y morales) también adquieren ese carácter público en este acto, porque concursan y en su caso reciben recursos provenientes de los impuestos de todos los mexicanos.
Por tal motivo, el 7 de mayo se presentó una queja ante el ITAIG señalando la improcedencia de lo dicho por el ayuntamiento. Un mes después, el 4 de junio, el ITAIG emitió una resolución en donde ordenó al ayuntamiento capitalino entregar la información solicitada dándole un plazo de 10 días.
Asimismo, en la resolución se lee que el ayuntamiento de Chilpancingo no rindió el informe para responder a la queja, por lo que recibió un apercibimiento “para que en los subsecuentes requerimientos cumpla en los términos correspondientes”.

Los documentos entregados
Aunque se solicitaron únicamente las actas del comité de adquisiciones sobre la licitación del programa de fertilizante, el ayuntamiento de Chilpancingo presentó una carpeta de más de 250 páginas y advirtió que las copias serían pagadas por el solicitante. Era ésta una forma de desalentar la entrega. Sin embargo, aceptamos pagar las copias, pues la ley previene que los solicitantes de información cubrirán el costo de los documentos que le sean entregados.
En los papeles encontramos que el Comité de adquisiciones, arrendamientos y servicios del municipio de Chilpancingo lo integran el alcalde y síndico, así como los secretarios de obras públicas, de finanzas municipales y desarrollo social y humano. Pero también forma parte del comité, el regidor del Partido Acción Nacional, Fortunato Guerrero Gómez, quien con su firma avala todas las actas de dicho comité.
Uno de los puntos que develan la intención de los funcionarios del ayuntamiento de ocultar información clave es que en el acta de fallo para la compra de fertilizante del ejercicio 2011, inexplicablemente no aparece una hoja, precisamente donde se da a conocer el nombre de la empresa a la que se le adjudica el contrato por alrededor de 17.3 millones de pesos.
Asimismo, en el ejercicio 2010, también de manera poco creíble, siete hojas aparecen ilegibles por una impresión defectuosa –sólo siete, de 250-, cuatro de las cuales corresponden precisamente al fallo de licitación del fertilizante de ese año y en las que buscaron ocultar el nombre de la empresa adjudicada.
Hubo pues, un intento deliberado por ocultar el nombre de la empresa adjudicada. Sin embargo, por información localizada en otras fuentes, se sabe que en las cuatro licitaciones del actual ayuntamiento municipal de Chilpancingo, la empresa adjudicada es “C. Miguel Ángel Moreno Montaño y/o Fertilizantes del Centro”.
El monto que se “concursó” durante estos tres años y medio, sólo por la compra de fertilizante es del orden de 65 millones de pesos.
La pregunta es ¿si todos los procesos de licitación se realizaron legal y legítimamente, por qué ocultar tan burdamente la información?

La revisión de la ASF
Como resultado de la más reciente revisión al ejercicio de los recursos del Fondo de Infraestructura Social Municipal 2010 al ayuntamiento de Chilpancingo,  la Auditoría Superior de la Federación emitió un dictamen negativo para este municipio.
En su Informe del Resultado de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2010, la ASF consideró que el gobierno municipal capitalino “en términos generales y respecto de la muestra auditada (…) no cumplió con las disposiciones normativas aplicables, respecto de las operaciones examinadas” y destacó que el ayuntamiento aplicó recursos financieros en obras y acciones que no beneficiaron a sectores de la población en condiciones de rezago social y pobreza extrema y en rubros no contemplados en la Ley de Coordinación Fiscal.
En materia de transparencia, el órgano fiscalizador federal se refirió a varias omisiones del ayuntamiento de Chilpancingo. Por ejemplo, no informó a sus “habitantes el monto de los recursos recibidos mediante el FISM, las obras y acciones por realizar, su costo, ubicación, metas y beneficiarios; ni al término del ejercicio, los resultados alcanzados, sólo publicó de manera parcial la inversión a ejercer de diversas obras”.
Tampoco remitió ningún informe a la Sedesol federal sobre la utilización de los recursos del fondo.
Asimismo, la SF comprobó que los informes sobre el ejercicio y destino de los recursos del fondo no fueron publicados por el municipio en el órgano local oficial de difusión, ni se pusieron a disposición del público en general a través de su página electrónica de Internet o de otros medios locales de difusión.
Respecto de la participación social, la ASF encontró que el ayuntamiento capitalino construyó obras que no fueron solicitadas por la ciudadanía y en ninguna obra halló evidencia de que la gente participara en la programación, destino, aplicación, vigilancia, ejecución, control, seguimiento y evaluación de sus obras, como lo establece la ley.
El órgano fiscalizador también señala que el Comité de Planeación para el Desarrollo Municipal en 2010 no realizó ninguna sesión; tampoco se priorizan las obras y acciones realizadas; no se cuenta con la autorización detallada de las obras por el cabildo y no se evalúan, ni se da seguimiento a las obras y acciones del fondo.
Igualmente se encontraron irregularidades en ocho obras, que no se realizaron por contrato, y que las mismas exceden el monto máximo para adjudicación directa.

Evaluación CIMTRA
Aunque Chilpancingo se encuentra entre los municipios “mejor” calificados del estado de Guerrero en materia de transparencia, según la evaluación que realizan ciudadanos y organizaciones del capítulo en Guerrero de Cimtra, lo cierto es que si se dimensiona esta calificación no hay motivo para vanagloriarse.
La escala que establece la metodología Cimtra es de 0 a 100, y las cuatro evaluaciones realizadas a la fecha colocan al ayuntamiento de Chilpancingo en un promedio de 21 puntos, muy lejos del gobierno municipal de Ciudad Juárez, Chihuahua, que tiene 83 puntos; Tlajomulco y Zapopan, ambos de Jalisco, que tienen 76; o del ayuntamiento de Puebla, que suma 71 puntos.
En la última evaluación, el mayor puntaje que obtuvo un municipio guerrerense (Acapulco) fue de 20, siguiéndole Chilpancingo con 18 puntos, Taxco con 13, San Marcos 12, Chilapa 11 y Huamuxtitlán con 10.
De ahí en fuera, los 24 municipios restantes evaluados tuvieron calificaciones debajo de los 10 puntos destacando entre ellos Juan R. Escudero y Atlamajalcingo del Monte, que obtuvieron cero puntos, y Florencio Villarreal, San Luis Acatlán, Tlacochistlahuaca, Xochistlahuaca, Alcozauca, Malinaltepec, Alpoyeca y Benito Juárez, que solo tuvieron un punto de cien posibles. 
No es pues ningún orgullo estar entre los mejor evaluados de Guerrero.

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