Marcos Méndez Lara
Hace unas semanas la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de
Chilpancingo (CAPACH) anunció por sus redes sociales que había logrado
el total cumplimiento de sus obligaciones de transparencia, establecidas
en el artículo 81 de la Ley 207 de transparencia del estado, y agregó
que esto fue avalado por el Instituto de Transparencia local. La noticia
llamó la atención porque, en el supuesto de que fuese cierto, sería la
primera entidad gubernamental que logra esa proeza en el estado y me
atrevería a decir que en todo el país.
Pero hay varias consideraciones a tomar en cuenta sobre el anuncio de la paramunicipal. La certeza de haber logrado el 100 por ciento de cumplimiento es por lo menos cuestionable, ya que los lineamientos y la metodología propuestas por el Instituto Nacional de Transparencia -base para la evaluación de la CAPACH- tienen aún temas que están sujetos a la interpretación de quien evalúa y esto abre márgenes de subjetividad en las revisiones, como es el caso. Adicionalmente, se observan inconsistencias entre diferentes datos, que deberían guardar alguna congruencia y articulación entre ellos. Pero, sobre todo, al hacer la revisión y análisis de la información publicada con un ojo de vigilancia ciudadana, ésta muestra que hay un gran desorden administrativo, controles inexistentes, y una serie de gastos onerosos que explican en gran parte por qué el problema de agua potable es tan grave en Chilpancingo. Cualquier ciudadano puede continuar o profundizar la revisión de los datos en el sitio http://www.capach.guerrero.gob.mx/transparencia/.
Finalmente hay que reconocer lo que sí se ha logrado. Con el análisis que presentamos en esta edición se muestra que no hay un 100 por ciento de cumplimiento, sin embargo, es plausible que ya pueda encontrarse información relevante en su portal, sobre todo porque en revisiones anteriores la CAPACH aparecía en los últimos lugares del ranking estatal en esta materia.
Un 100 por ciento engañoso
Hay varias deficiencias en la información publicada por la CAPACH, que echan por tierra su pretensión de haber logrado el cumplimiento de 100 por ciento de sus obligaciones de transparencia. Aquí presentamos sólo unos ejemplos.
Por ejemplo, la paramunicipal clasificó como reservados o confidenciales varios rubros de información de manera indebida e irregular, ya que para clasificar una información es necesario que el comité de transparencia de la realice sesiones y elabore las respectivas actas para “confirmar, modificar o revocar las determinaciones que en materia de (…) clasificación de la información o declaración de inexistencia o incompetencia realicen los titulares de las áreas de los sujetos obligados”, de acuerdo con lo que establece la ley de transparencia. Al revisar la información, desde el 1 de enero de 2018 y hasta la fecha, no se encontraron reuniones del comité y sólo existe un acta, la de instalación del comité de transparencia, pero ninguna que respalde todas las clasificaciones de información que se registran en el portal de la CAPACH. Hay pues un uso irregular de las clasificaciones que repercute directamente en el derecho a la información de los ciudadanos.
Independientemente del procedimiento descrito en la ley, que no efectuaron para hacer la clasificación, hay temas que obtuvieron esta calidad utilizando criterios bastante dudosos. Por ejemplo, sobre los “indicadores que permitan rendir cuenta de sus objetivos y resultados” (fracción VI, artículo 81), la CAPACH considera que es “información reservada” porque, argumenta, “se está analizando por parte del Órgano de Control de la Capach”.
Otra información que increíblemente clasifican es el de los padrones de beneficiarios (fracción XV, inciso q) con el argumento de que “La información relativa a los nombres de los beneficiarios, es información clasificada como confidencial por tratarse de personas cuyo estado de salud puede ser revelado y no se tiene la autorización para ese efecto”.
También clasifican el tema de la “información curricular, desde el nivel de jefe de departamento o equivalente, hasta el titular del sujeto obligado, así como, en su caso, las sanciones administrativas de que haya sido objeto (fracción VII). Sin considerar en todo caso que pueden elaborarse versiones públicas de estos documentos, la paramunicipal coloca un vínculo electrónico engañoso que no lleva a los documentos sobre la trayectoria de los servidores públicos, y sin más pone un anota de “que a petición de los servidores públicos de la estructura orgánica de éste Organismo Operador, la información de la trayectoria se clasifica como información confidencial, ello, debido a que la mayoría de ellos han recibido llamadas telefónicas de extorsionadores, y difundir ésta información revelaría su situación económica presente y futura, lo que se actualiza en la especie lo previsto en el artículo 3 fracción VIII de la Ley Número 466 de Protección de Datos Personales en Posesión de Sujetos Obligados del Estado de Guerrero, por lo que se ha determinado conservar la confidencialidad de ésta información”. Es decir, nadie puede conocer si en la CAPACH están las personas más aptas para trabajar en esa institución.
Otros documentos que clasifican indebidamente son los informes de auditoría. Argumenta la paramunicipal que la “la información relativa a las auditorías se clasifica como información reservada, ello, a efecto de no obstruir las actividades de verificación, inspección y auditoría relativas al cumplimiento de las leyes”. Sin embargo, de las revisiones recientes no especifica ni siquiera que se estén realizando ni proporciona sus características generales, y de las realizadas hace tres años, de las cuales ya deberían tenerse los resultados, tampoco publica nada con el mismo pretexto.
Otras inconsistencias
Se detectaron muchas incongruencias en lo que publica el organismo operador de agua potable de la capital. Por ejemplo, en la fracción XXII, la CAPACH asegura que “no tiene Deuda Pública, ello es así, debido a que durante el mes que se informa (junio 2019), no contrajo obligaciones o empréstitos que se constituyan en Deuda Pública”; lo mismo informa en meses previos. Sin embargo, si se revisa el documento “Estado Analítico del Ejercicio del Presupuesto de Egresos” hay un capítulo donde la paramunicipal informa sobre una deuda de 5.3 millones de pesos.
Asimismo, durante los seis primeros meses de 2019, la CAPACH afirma que “no celebró contratos de servicios de publicidad oficial” ni tampoco registra cifra alguna en gastos de publicidad oficial, pero al revisar el Estado Analítico, en el concepto de Servicios de Comunicación Social y Publicidad, se encontró el dato que fueron pagados 93 mil pesos al 30 de junio. Y para rematar, la CAPACH anota que “no cuenta con la imposición legal de establecer un programa anual de comunicación social”, y en efecto, diseñar una estrategia de comunicación podría no ser una obligación legal, pero si una necesidad prioritaria, especialmente en un organismo que requiere informar de manera permanente, amplia y sistemática a los usuarios del servicio de agua potable. Gran deficiencia del organismo operador.
Los informes de actividades son documentos básicos para la rendición de cuentas. Durante los años de 2017, 2018 y el primer semestre de 2019, la paramunicipal no generó informes de actividades, o por lo menos éstos nos son públicos. De hecho, el organismo acepta esta gran deficiencia cuando dice que “no generó informes que den cumplimiento a la presente obligación de transparencia, no obstante, ha cumplido con los informes financieros, contables y presupuestales”. Sin embargo, entre las funciones del director general, descritas en el reglamento interior de la CAPACH, sí está presente esta obligación en los siguientes términos: “Rendir al Consejo de Administración, un informe anual de actividades, así como del estado
general y sobre las cuentas de su gestión dentro de los treinta días siguientes al término del
ejercicio anterior. así como los informes sobre el cumplimiento de acuerdos, los resultados
financieros, el avance en las metas establecidas en el Programa de Agua potable, Alcantarillado y Saneamiento Municipal”.
Cabe mencionar que según publicó la CAPACH en sus redes sociales, la evaluación donde obtuvieron el 100 por ciento de cumplimiento es avalado por el Instituto de Transparencia, Acceso a la Información del estado. Si esto es cierto, el órgano garante deberá afinar sus metodologías de evaluación, pues como aquí comentamos, la ausencia de información, los criterios para decidir si cumple con una obligación, las interpretaciones erróneas y las inconsistencias son frecuentes dan como resultado verificaciones poco confiables y datos erróneos sobre lo que sucede en el estado.
Información relevante
Entre lo destacable de este ejercicio de la CAPACH es que inauguró la publicación de información en su portal y en la plataforma nacional de transparencia, lo que nunca había hecho. Ahora, toca a la ciudadanía escrutar esa información para acercarse a las entrañas de un organismo operador que siempre ha estado en el ojo del huracán.
El documento denominado “Estado Analítico del Ejercicio del Presupuesto de Egresos. Clasificación por Objeto del Gasto”, publicado por la paramunicipal, permite observar y deducir por qué la capital de Guerrero tiene graves problemas con el abastecimiento de agua potable.
Con cifras al 30 de junio, la CAPACH tiene un presupuesto aprobado de 133.6 millones de pesos para el ejercicio 2019, y sólo en el capítulo de servicios personales se gastarán a final de año poco más de 90 millones de pesos, es decir, el 67.3 por ciento del total del presupuesto. De este total se destinan a las remuneraciones al personal de carácter permanente 62.3 millones de pesos, y al rubro de “remuneraciones adicionales y especiales” 16.9 millones de pesos en dónde destacan 12.6 millones a gratificaciones de fin de año y primas vacacionales por 2.3 millones. También sobresale el pago de horas extraordinarias por más de 1.2 millones de pesos.
En el mismo capítulo de servicios personales está el concepto de “otras prestaciones sociales y económicas” con 7.6 millones que incluye despensas (1.2 millones), ayuda de transporte (1 millón), bonos (3.3 millones) y otras prestaciones sociales y económicas (1.1 millones de pesos).
Por cierto, la CAPACH, no obstante este enorme gasto en servicios personales, difunde el dato de que ahí trabajan sólo 31 servidores públicos de confianza y cero de base, y argumenta que es la “estructura orgánica autorizada de la CAPACH”. Esto refleja el gran desorden al interior de la paramunicipal, ya que se sabe que ahí trabajan más de 300 o más empleados, y en todo caso debería prevalecer el criterio de la máxima publicidad, como los establece la Ley 207 de transparencia, sobre el inflexible criterio de considerar sólo la plantilla “autorizada”, pues eso no aporta nada a la transparencia.
En el capítulo de servicios generales también se gasta una buena cantidad de recursos, 32.6 millones de pesos; el principal concepto es para el pago de energía eléctrica (19.1 millones de pesos), y muy atrás aparece Servicios de Instalación, Reparación, Mantenimiento y Conservación con 3.1 millones de pesos, en donde sobresale la Reparación y Mantenimiento de Equipo de Transporte, con 2 millones, e Instalación, Reparación y Mantenimiento de Maquinaria, Otros Equipos y Herramientas con sólo 1 millón de pesos. Cabe mencionar el escaso gasto que se destina a estos últimos conceptos, ya que son básicos para la operación de una red de distribución de agua tan antigua como la de Chilpancingo.
Finalmente, el otro capítulo importante es el Materiales y suministros, donde se ejercerán a final de año 4.3 millones de pesos. Destacan en este capítulo los conceptos de Combustibles, lubricantes y aditivos con 2.1 millones de pesos, Herramientas, Refacciones y Accesorios Menores con 735 mil 648 pesos, Materiales y Artículos de Construcción y Reparación con 629 mil 829 pesos, Materiales de Administración, Emisión de Documentos y Artículos Oficiales con 552 mil 624.
Al cierre
Nos enteramos que este lunes los trabajadores de la CAPACH realizaron un paro de labores debido a que varios de ellos no han recibido el pago de sus salarios. Así como éste, son constantes los conflictos en la paramunicipal, regularmente de carácter laboral, aunque también son frecuentes por deudas con la Comisión Federal Electoral o por la falta de recursos para el mantenimiento y rehabilitación de la red.
El escrutinio detallado de los documentos que publica la CAPACH es útil para tener evidencia de la problemática, pero también para documentar propuestas y presionar hacia un mejor servicio de agua potable. Si no se le da una utilidad social a la información, de poco sirve la transparencia.
Pero hay varias consideraciones a tomar en cuenta sobre el anuncio de la paramunicipal. La certeza de haber logrado el 100 por ciento de cumplimiento es por lo menos cuestionable, ya que los lineamientos y la metodología propuestas por el Instituto Nacional de Transparencia -base para la evaluación de la CAPACH- tienen aún temas que están sujetos a la interpretación de quien evalúa y esto abre márgenes de subjetividad en las revisiones, como es el caso. Adicionalmente, se observan inconsistencias entre diferentes datos, que deberían guardar alguna congruencia y articulación entre ellos. Pero, sobre todo, al hacer la revisión y análisis de la información publicada con un ojo de vigilancia ciudadana, ésta muestra que hay un gran desorden administrativo, controles inexistentes, y una serie de gastos onerosos que explican en gran parte por qué el problema de agua potable es tan grave en Chilpancingo. Cualquier ciudadano puede continuar o profundizar la revisión de los datos en el sitio http://www.capach.guerrero.gob.mx/transparencia/.
Finalmente hay que reconocer lo que sí se ha logrado. Con el análisis que presentamos en esta edición se muestra que no hay un 100 por ciento de cumplimiento, sin embargo, es plausible que ya pueda encontrarse información relevante en su portal, sobre todo porque en revisiones anteriores la CAPACH aparecía en los últimos lugares del ranking estatal en esta materia.
Un 100 por ciento engañoso
Hay varias deficiencias en la información publicada por la CAPACH, que echan por tierra su pretensión de haber logrado el cumplimiento de 100 por ciento de sus obligaciones de transparencia. Aquí presentamos sólo unos ejemplos.
Por ejemplo, la paramunicipal clasificó como reservados o confidenciales varios rubros de información de manera indebida e irregular, ya que para clasificar una información es necesario que el comité de transparencia de la realice sesiones y elabore las respectivas actas para “confirmar, modificar o revocar las determinaciones que en materia de (…) clasificación de la información o declaración de inexistencia o incompetencia realicen los titulares de las áreas de los sujetos obligados”, de acuerdo con lo que establece la ley de transparencia. Al revisar la información, desde el 1 de enero de 2018 y hasta la fecha, no se encontraron reuniones del comité y sólo existe un acta, la de instalación del comité de transparencia, pero ninguna que respalde todas las clasificaciones de información que se registran en el portal de la CAPACH. Hay pues un uso irregular de las clasificaciones que repercute directamente en el derecho a la información de los ciudadanos.
Independientemente del procedimiento descrito en la ley, que no efectuaron para hacer la clasificación, hay temas que obtuvieron esta calidad utilizando criterios bastante dudosos. Por ejemplo, sobre los “indicadores que permitan rendir cuenta de sus objetivos y resultados” (fracción VI, artículo 81), la CAPACH considera que es “información reservada” porque, argumenta, “se está analizando por parte del Órgano de Control de la Capach”.
Otra información que increíblemente clasifican es el de los padrones de beneficiarios (fracción XV, inciso q) con el argumento de que “La información relativa a los nombres de los beneficiarios, es información clasificada como confidencial por tratarse de personas cuyo estado de salud puede ser revelado y no se tiene la autorización para ese efecto”.
También clasifican el tema de la “información curricular, desde el nivel de jefe de departamento o equivalente, hasta el titular del sujeto obligado, así como, en su caso, las sanciones administrativas de que haya sido objeto (fracción VII). Sin considerar en todo caso que pueden elaborarse versiones públicas de estos documentos, la paramunicipal coloca un vínculo electrónico engañoso que no lleva a los documentos sobre la trayectoria de los servidores públicos, y sin más pone un anota de “que a petición de los servidores públicos de la estructura orgánica de éste Organismo Operador, la información de la trayectoria se clasifica como información confidencial, ello, debido a que la mayoría de ellos han recibido llamadas telefónicas de extorsionadores, y difundir ésta información revelaría su situación económica presente y futura, lo que se actualiza en la especie lo previsto en el artículo 3 fracción VIII de la Ley Número 466 de Protección de Datos Personales en Posesión de Sujetos Obligados del Estado de Guerrero, por lo que se ha determinado conservar la confidencialidad de ésta información”. Es decir, nadie puede conocer si en la CAPACH están las personas más aptas para trabajar en esa institución.
Otros documentos que clasifican indebidamente son los informes de auditoría. Argumenta la paramunicipal que la “la información relativa a las auditorías se clasifica como información reservada, ello, a efecto de no obstruir las actividades de verificación, inspección y auditoría relativas al cumplimiento de las leyes”. Sin embargo, de las revisiones recientes no especifica ni siquiera que se estén realizando ni proporciona sus características generales, y de las realizadas hace tres años, de las cuales ya deberían tenerse los resultados, tampoco publica nada con el mismo pretexto.
Otras inconsistencias
Se detectaron muchas incongruencias en lo que publica el organismo operador de agua potable de la capital. Por ejemplo, en la fracción XXII, la CAPACH asegura que “no tiene Deuda Pública, ello es así, debido a que durante el mes que se informa (junio 2019), no contrajo obligaciones o empréstitos que se constituyan en Deuda Pública”; lo mismo informa en meses previos. Sin embargo, si se revisa el documento “Estado Analítico del Ejercicio del Presupuesto de Egresos” hay un capítulo donde la paramunicipal informa sobre una deuda de 5.3 millones de pesos.
Asimismo, durante los seis primeros meses de 2019, la CAPACH afirma que “no celebró contratos de servicios de publicidad oficial” ni tampoco registra cifra alguna en gastos de publicidad oficial, pero al revisar el Estado Analítico, en el concepto de Servicios de Comunicación Social y Publicidad, se encontró el dato que fueron pagados 93 mil pesos al 30 de junio. Y para rematar, la CAPACH anota que “no cuenta con la imposición legal de establecer un programa anual de comunicación social”, y en efecto, diseñar una estrategia de comunicación podría no ser una obligación legal, pero si una necesidad prioritaria, especialmente en un organismo que requiere informar de manera permanente, amplia y sistemática a los usuarios del servicio de agua potable. Gran deficiencia del organismo operador.
Los informes de actividades son documentos básicos para la rendición de cuentas. Durante los años de 2017, 2018 y el primer semestre de 2019, la paramunicipal no generó informes de actividades, o por lo menos éstos nos son públicos. De hecho, el organismo acepta esta gran deficiencia cuando dice que “no generó informes que den cumplimiento a la presente obligación de transparencia, no obstante, ha cumplido con los informes financieros, contables y presupuestales”. Sin embargo, entre las funciones del director general, descritas en el reglamento interior de la CAPACH, sí está presente esta obligación en los siguientes términos: “Rendir al Consejo de Administración, un informe anual de actividades, así como del estado
general y sobre las cuentas de su gestión dentro de los treinta días siguientes al término del
ejercicio anterior. así como los informes sobre el cumplimiento de acuerdos, los resultados
financieros, el avance en las metas establecidas en el Programa de Agua potable, Alcantarillado y Saneamiento Municipal”.
Cabe mencionar que según publicó la CAPACH en sus redes sociales, la evaluación donde obtuvieron el 100 por ciento de cumplimiento es avalado por el Instituto de Transparencia, Acceso a la Información del estado. Si esto es cierto, el órgano garante deberá afinar sus metodologías de evaluación, pues como aquí comentamos, la ausencia de información, los criterios para decidir si cumple con una obligación, las interpretaciones erróneas y las inconsistencias son frecuentes dan como resultado verificaciones poco confiables y datos erróneos sobre lo que sucede en el estado.
Información relevante
Entre lo destacable de este ejercicio de la CAPACH es que inauguró la publicación de información en su portal y en la plataforma nacional de transparencia, lo que nunca había hecho. Ahora, toca a la ciudadanía escrutar esa información para acercarse a las entrañas de un organismo operador que siempre ha estado en el ojo del huracán.
El documento denominado “Estado Analítico del Ejercicio del Presupuesto de Egresos. Clasificación por Objeto del Gasto”, publicado por la paramunicipal, permite observar y deducir por qué la capital de Guerrero tiene graves problemas con el abastecimiento de agua potable.
Con cifras al 30 de junio, la CAPACH tiene un presupuesto aprobado de 133.6 millones de pesos para el ejercicio 2019, y sólo en el capítulo de servicios personales se gastarán a final de año poco más de 90 millones de pesos, es decir, el 67.3 por ciento del total del presupuesto. De este total se destinan a las remuneraciones al personal de carácter permanente 62.3 millones de pesos, y al rubro de “remuneraciones adicionales y especiales” 16.9 millones de pesos en dónde destacan 12.6 millones a gratificaciones de fin de año y primas vacacionales por 2.3 millones. También sobresale el pago de horas extraordinarias por más de 1.2 millones de pesos.
En el mismo capítulo de servicios personales está el concepto de “otras prestaciones sociales y económicas” con 7.6 millones que incluye despensas (1.2 millones), ayuda de transporte (1 millón), bonos (3.3 millones) y otras prestaciones sociales y económicas (1.1 millones de pesos).
Por cierto, la CAPACH, no obstante este enorme gasto en servicios personales, difunde el dato de que ahí trabajan sólo 31 servidores públicos de confianza y cero de base, y argumenta que es la “estructura orgánica autorizada de la CAPACH”. Esto refleja el gran desorden al interior de la paramunicipal, ya que se sabe que ahí trabajan más de 300 o más empleados, y en todo caso debería prevalecer el criterio de la máxima publicidad, como los establece la Ley 207 de transparencia, sobre el inflexible criterio de considerar sólo la plantilla “autorizada”, pues eso no aporta nada a la transparencia.
En el capítulo de servicios generales también se gasta una buena cantidad de recursos, 32.6 millones de pesos; el principal concepto es para el pago de energía eléctrica (19.1 millones de pesos), y muy atrás aparece Servicios de Instalación, Reparación, Mantenimiento y Conservación con 3.1 millones de pesos, en donde sobresale la Reparación y Mantenimiento de Equipo de Transporte, con 2 millones, e Instalación, Reparación y Mantenimiento de Maquinaria, Otros Equipos y Herramientas con sólo 1 millón de pesos. Cabe mencionar el escaso gasto que se destina a estos últimos conceptos, ya que son básicos para la operación de una red de distribución de agua tan antigua como la de Chilpancingo.
Finalmente, el otro capítulo importante es el Materiales y suministros, donde se ejercerán a final de año 4.3 millones de pesos. Destacan en este capítulo los conceptos de Combustibles, lubricantes y aditivos con 2.1 millones de pesos, Herramientas, Refacciones y Accesorios Menores con 735 mil 648 pesos, Materiales y Artículos de Construcción y Reparación con 629 mil 829 pesos, Materiales de Administración, Emisión de Documentos y Artículos Oficiales con 552 mil 624.
Al cierre
Nos enteramos que este lunes los trabajadores de la CAPACH realizaron un paro de labores debido a que varios de ellos no han recibido el pago de sus salarios. Así como éste, son constantes los conflictos en la paramunicipal, regularmente de carácter laboral, aunque también son frecuentes por deudas con la Comisión Federal Electoral o por la falta de recursos para el mantenimiento y rehabilitación de la red.
El escrutinio detallado de los documentos que publica la CAPACH es útil para tener evidencia de la problemática, pero también para documentar propuestas y presionar hacia un mejor servicio de agua potable. Si no se le da una utilidad social a la información, de poco sirve la transparencia.
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