El Sur de Acapulco
Hasta hoy, el Plan Nuevo
Guerrero, anunciado por el presidente Enrique Peña Nieto para mitigar los
efectos de la tormenta tropical Manuel de septiembre de 2013, no tiene forma y
tampoco existe un documento rector que lo sustente y en el que se establezcan objetivos,
metas, indicadores que permitan su seguimiento.
Lo peor es que los recursos se
han ejercido con desorden y sin transparencia. Cerca de 40 mil millones de
pesos se han invertido hasta hoy en el estado y los indicadores de pobreza y
marginación no parecen moverse. Cuantiosos recursos, mucha opacidad y pobreza
persistente, son ingredientes del que parece un jugoso negocio del gobierno de
la república.
Desde el principio se intentó
dar al plan una cara democrática mediante una supuesta inclusión de la
participación ciudadana. El cuarto principio rector del plan, que se anuncia en
su portal electrónico, expone que “Se promoverá que los guerrerenses participen
directamente en las acciones comprometidas, con el objeto de crear en conjunto
una política que brinde mayor valor público”. Pero todo fue una simulación.
El instrumento con que el
gobierno federal buscó “democratizar” el Plan Nuevo Guerrero fue el Consejo
Estatal para la Restauración de Guerrero, y su diseño y ejecución se les
encargó al ex gobernador Ángel Aguirre y a la secretaria de Desarrollo Social,
Rosario Robles.
Pero a 19 meses de su creación,
el Consejo ha sido un organismo decorativo y mudo testigo de las decisiones del
gobierno federal, ya que todavía no se conoce un informe público de seguimiento
que evalúe y se pronuncie con seriedad y objetividad sobre las acciones del
Plan Nuevo Guerrero. De la transparencia del ejercicio de los recursos tampoco ha
dicho una palabra.
Por un aval ciudadano
Después de la tormenta tropical Manuel, el gobierno
federal comenzó a perfilar la idea de incorporar la participación ciudadana en
el seguimiento de las acciones y la vigilancia de los recursos de la
reconstrucción del estado, pues desde el momento en que se conoció la dimensión
de las afectaciones, también se decidió que serían cuantiosos los recursos
financieros a invertir. Se requería pues de un aval que desde la ciudadanía diera
fe de la transparencia en el ejercicio de los recursos, primero del Fondo
Nacional de Desastres y luego del Plan Nuevo Guerrero.
Para este propósito, una de las estrategias fue invitar a
la organización Transparencia Mexicana para que vigilara el proceso de reconstrucción,
como lo propuso la titular de la Sedesol el 6 de octubre de 2013. Rosario
Robles, dice un comunicado de la dependencia, “solicitó a Transparencia
Mexicana vigilar que los recursos destinados a la reparación de daños en
vivienda o reposición de la misma, sean correctamente aplicados en toda la
entidad”.
Agregó la secretaria que “con la realización del censo casa por casa, estamos sacando fotos, se está firmando un recibo, pero aparte, Transparencia Mexicana va a verificar que el padrón se haya constituido correctamente, que no se le haya cobrado a la gente ningún centavo por la gestión, y que además se haya llegado verdaderamente a quien resultó afectado”, sostuvo.
Sin embargo, a la fecha no se conoce ningún informe público de Transparencia Mexicana sobre esta vigilancia, ni tampoco la Sedesol ha dado a conocer resultados del trabajo de esa organización civil.
Agregó la secretaria que “con la realización del censo casa por casa, estamos sacando fotos, se está firmando un recibo, pero aparte, Transparencia Mexicana va a verificar que el padrón se haya constituido correctamente, que no se le haya cobrado a la gente ningún centavo por la gestión, y que además se haya llegado verdaderamente a quien resultó afectado”, sostuvo.
Sin embargo, a la fecha no se conoce ningún informe público de Transparencia Mexicana sobre esta vigilancia, ni tampoco la Sedesol ha dado a conocer resultados del trabajo de esa organización civil.
Pero a la par, la Sedesol anunció la conformación del Consejo.
Con optimismo, un comunicado del 4 de octubre de 2013 de la Sedesol informó que
la sociedad civil tendría
la contraloría de los recursos del (Fonden) para la
reconstrucción.
“Se conforma el Consejo para la Reconstrucción de
Guerrero, en el que participarán el gobierno federal, estatal y municipal, y
donde la sociedad civil tendrá la contraloría de los recursos que van a llegar
del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) para la reconstrucción”, dijo la
secretaria.
Desde entonces, el discurso de la inclusión de la participación ciudadana en las acciones de la reconstrucción se hizo frecuente. Por ejemplo, en una reunión de trabajo de la Coordinación Nacional de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, el 8 de octubre de 2013, repitió que “en la reconstrucción de Guerrero, la sociedad civil y los tres niveles de gobierno deberán hacer una planeación conjunta para multiplicar esfuerzos y llegar a donde realmente se necesita, con claridad y transparencia en el manejo de los recursos”.
Desde entonces, el discurso de la inclusión de la participación ciudadana en las acciones de la reconstrucción se hizo frecuente. Por ejemplo, en una reunión de trabajo de la Coordinación Nacional de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, el 8 de octubre de 2013, repitió que “en la reconstrucción de Guerrero, la sociedad civil y los tres niveles de gobierno deberán hacer una planeación conjunta para multiplicar esfuerzos y llegar a donde realmente se necesita, con claridad y transparencia en el manejo de los recursos”.
En ese evento anunció que en los próximos días se daría a
conocer oficialmente la creación del Consejo.
También en un comunicado de prensa, Robles Berlanga señaló con el trabajo de este Consejo, integrado por los gobiernos federal, estatal y municipal, sociedad civil y expertos, “se busca que Guerrero convierta esta tragedia en una oportunidad para generar mecanismos de combate a la pobreza y a la desigualdad; propiciar un desarrollo equilibrado e incluyente, que se traduzca en mejores condiciones de vida”.
Creación del Consejo
También en un comunicado de prensa, Robles Berlanga señaló con el trabajo de este Consejo, integrado por los gobiernos federal, estatal y municipal, sociedad civil y expertos, “se busca que Guerrero convierta esta tragedia en una oportunidad para generar mecanismos de combate a la pobreza y a la desigualdad; propiciar un desarrollo equilibrado e incluyente, que se traduzca en mejores condiciones de vida”.
Creación del Consejo
En el periódico oficial del estado del 18 de octubre de 2013 se publicó
el decreto que creó al Consejo, “con el objeto de establecer una sinergia entre
los distintos órdenes de gobierno y con la sociedad civil encaminada a
coordinar las acciones y esfuerzos para la planeación, restauración,
reconstrucción y la reactivación económica y social de las zonas afectadas por
la tormenta tropical Manuel”.
Como ha sucedido con numerosos consejos similares, el Consejo de
Restauración careció de autonomía y recursos para su operación –o al menos
nunca se hicieron públicos- y sus recomendaciones y propuestas no son
vinculantes u obligatorias para las dependencias involucradas en la ejecución
de los recursos para la reconstrucción.
Cabe mencionar algunas atribuciones que el Consejo puede realizar, como “solicitar
información (…) sobre la canalización de recursos a la restauración y reconstrucción
de las zonas afectadas por la tormenta tropical Manuel".
No hay datos públicos que atestigüen el ejercicio de esta facultad, y
sería pertinente que los miembros el Consejo recomendaran al gobierno de la república abrir su información sobre el Plan Nuevo Guerrero a
la ciudadanía, pues las diferentes dependencias que ejercieron recursos de este
programa, no lo han hecho de manera transparente, y el portal de este programa
tiene muchas inconsistencias y la información es parcial.
Otra de las facultades que tiene el Consejo es “informar a la comunidad
sobre los avances físicos de las obras y acciones desarrolladas para la
restauración y reconstrucción de las zonas afectadas”. Sin embargo, a la fecha
el organismo ciudadano no ha informado a la ciudadanía con más detalle del que
lo ha hecho el gobierno.
Finalmente, el Consejo también tiene el objetivo de “supervisar y, en su
caso, formular recomendaciones sobre las acciones necesarias para la ejecución
de los programas, proyectos y acciones relativos a la
restauración y reconstrucción de las zonas afectadas".
Sobre estas facultades que le
otorga la normatividad, el Consejo no ha hecho pública ninguna información.
Sesiones del consejo
El ex gobernador Ángel Aguirre Rivero presidió la primera sesión
ordinaria del Consejo, el 28 de noviembre, “en la que participan representantes
de los tres órdenes de gobierno y de la sociedad civil”, según un comunicado de
prensa del gobierno del estado.
“Éste es un ejercicio muy importante, y queremos
seguir siempre con esta mística; debo reconocer que es un proyecto y es un
esquema innovador en donde la idea es que no sólo se quede en palabras huecas,
sino que realmente tenga una participación activa”, dijo Aguirre Rivero de esta
experiencia ciudadana, que desde el inicio ya se parecía a otras que sólo han
servido para avalar y “legitimar” las decisiones gubernamentales.
En esa ocasión, les fue tomada protesta a los
miembros del Consejo en cuya integración–se desconocen los criterios y
mecanismos para seleccionarlos- predominaron personajes a los que no se les
conocen una posición crítica hacia el gobierno, salvo contadas excepciones como
la del dirigente de la Organización del Pueblo Indígena Me Phaa (OPIM), Cuauhtémoc
Ramírez Rodríguez y algunos periodistas.
Además de los representantes de los gobiernos federal y del estado, el
Congreso y la suprema Corte de Justicia estatales, integraron este Consejo
empresarios como Miguel Alemán Velasco y Alejandro Burillo Azcárraga y Juan
Pablo Castañón Castañón, presidente nacional de la Coparmex. También se
incluyeron dirigentes de ese organismo empresarial de Chilpancingo y Acapulco,
además de empresarios de los ramos hotelero, restaurantero y del comercio.
También forman parte del Consejo varios representantes de colegios de
profesionales como el de arquitectos, de contadores públicos, de ingenieros
arquitectos, y el de ingenieros de mina, metalurgistas y geólogos de México;
así como del sector académico como los rectores de la Universidad Nacional
Autónoma de México y de la Universidad Autónoma de Guerrero, y el presidente de
la comunidad politécnica de Acapulco.
Otros personajes que se integraron son Guadalupe Loaeza Tovar, escritora
y periodista, Carlos Garfias Merlos, arzobispo de la Arquidiócesis de Acapulco
y la periodista Manu Dornbierer.
Durante las sesiones ordinarias, los miembros del Consejo se mantuvieron
con un perfil bajo, de los discursos y los datos se encargaban los políticos.
Por ejemplo, el 21 de diciembre de 2013, el discurso del Aguirre Rivero fue el
de la voz cantante. En esa ocasión expuso que el Consejo “tiene la oportunidad de ser un ejemplo a nivel nacional
en materia de transparencia y eficiencia”.
También explicó que cuatro empresas (PCW,
EY, Deloitte y KMPG) se encargarían de monitorear el universo de obras de
reconstrucción, verificar que los procesos llevados a cabo en las obras con
recursos del Fonden se ejerzan adecuadamente, y proponer y converger a mejores
prácticas –a la fecha no hay noticias de sus informes-.
En esa ocasión y de acuerdo con un comunicado
del gobierno del estado, “los consejeros, encabezados por Miguel Alemán
Velasco, expresaron su reconocimiento al gobernador por la capacidad de
liderazgo para salir adelante de la emergencia luego de la tormenta Manuel, y
reiteraron que pondrán su mejor esfuerzo para hacer eficiente el Plan Nuevo
Guerrero”.
En la tercera sesión ordinaria, el 26 de
marzo de 2014, nuevamente los funcionarios federales y estatales dirigieron el acto,
y la prensa no rescató ningún pronunciamiento importante de alguno de los
integrantes del Consejo.
En la cuarta sesión, a un año de la tormenta
tropical Manuel, el presidente del Consejo Miguel Alemán Velasco, reconoció que
el compromiso contraído por el presidente de atender a la población afectada
por Ingrid y Manuel “se está cumpliendo”.
Recordó que el objetivo de este órgano
ciudadano es vigilar que haya transparencia en el uso de los recursos públicos,
lo que, dijo, se ha cumplido. “En todo momento hemos sido atendidos en la
solicitud de información, se ha mantenido diálogo con el gobernador y sus
colaboradores”, expresó. Pero esa información no ha fluido hacia la ciudadanía.
Finalmente, el 29 de abril de 2015, se
realizó la quinta reunión del Consejo. Rogelio Ortega, que sustituyó a Aguirre,
destacó “la participación y empeño del presidente ejecutivo del Consejo Estatal
para la Reconstrucción de Guerrero, Miguel Alemán Velasco, quien ha estado al
pendiente de todo el proceso en materia de mejoramiento, construcción y
seguimiento de las obras de infraestructura en la entidad”.
En tanto que Miguel Alemán Velasco enfatizó
en los esfuerzos hechos en los últimos meses y reiteró su agradecimiento a
todos los que han participado para lograr que la reconstrucción de Guerrero sea
posible.
Información
inexistente
En la solicitud de información con número de
folio 00121113 se requirió a la secretaría particular del gobernador (por ser
el presidente del Consejo) los siguientes datos: “De qué manera ha cumplido con
informar a la comunidad, qué ha informado y con qué mecanismos, el Consejo
Estatal para la Restauración de Guerrero (frac IV del art. 4 del decreto que
crea al Consejo). Plan maestro de restauración, reconstrucción y de
reactivación económica y social de las zonas afectadas por la tormenta tropical
Manuel (frac I del art. 8 del decreto que crea al Consejo”),
La secretaría particular decretó esta
información como inexistente.
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