Durante ocho años, el Instituto de Transparencia y Acceso a la Información Pública del estado de Guerrero manipuló los datos sobre el número de solicitudes de información presentadas por la ciudadanía, y por este motivo hoy no se tienen cifras confiables que permitan conocer el nivel de avance en esta materia.
El mejor indicador del interés de la ciudadanía por la transparencia y la información pública gubernamental, es el número de solicitudes de información que se presentan ante las dependencias públicas, ya que es un trámite que se origina en la motivación o iniciativa personal de las y los ciudadanos por conocer lo que sucede en las entidades gubernamentales.
Este indicador abarca tanto el conocimiento que tienen las personas de su derecho de acceso a la información como el nivel de confianza que tienen en las instituciones y su disposición a ejercer ese derecho.
Desafortunadamente, en Guerrero no se cuenta con este tipo de datos de manera precisa, ya que durante ocho años, el Instituto de Transparencia y Acceso a la Información Pública del estado alteró dolosamente el número de solicitudes de información que la gente presentó ante las diferentes dependencias.
Ante el poco interés que mostró la ciudadanía en un principio, los consejeros difundieron públicamente cifras “infladas” para crear un ambiente artificial de mucha participación y justificar así el trabajo de promover una cultura de la transparencia que les confería la ley en la materia.
Los motivos de la poca participación de la ciudadanía fueron varios, entre ellos, la poca difusión que se hizo de la ley de transparencia en 2006 y años subsiguientes, así como el arcaico requisito de presentar las solicitudes de información de manera personal en un estado con la geografía como la de Guerrero, que dificultó a las personas de los municipios presentar sus requerimientos de información en Chilpancingo o Acapulco, sede de la mayoría de las dependencias públicas.
Otro motivo fue resistencia de los funcionarios que en los primeros años se negaron a entregar información, ya que la consideraban como un patrimonio personal o institucional, y eso inhibió la participación ciudadana.
Y un tercer motivo fue la inacción del órgano garante de la transparencia en Guerrero, el ITAIG, de aplicar la ley y obligar a las dependencias públicas a entregar la información o por lo menos de buscar los mecanismos para que las personas tuvieran un efectivo acceso a la información.
Las cifras
El 11 de junio
de 2014 se cumplen ocho años de que propiamente entró en vigor la ley de
transparencia y acceso a la información del estado, y hasta el 31 de diciembre
de 2013 se registraron, según el ITAIG, 20,643 solicitudes de información.Según el órgano garante de la transparencia en Guerrero, de junio de 2006 a marzo de 2007 se presentaron 2,814 solicitudes de información, cifra extremadamente optimista, que no corresponde con la realidad, ya que durante el primer año de vigencia de la ley, las y los ciudadanos no conocían este derecho y los trámites burocráticos para hacerlo valer, inhibieron también la iniciativa de la ciudadanía.
Al siguiente año, 2007, de acuerdo con el órgano de transparencia, se registró la cantidad de 4,236 solicitudes de información presentadas, pero extrañamente en 2008, y sin ninguna explicación de los ex consejeros, el número disminuyó a 1,118 solicitudes.
También con cifras del ITAIG, en 2009, la cantidad de solicitudes repuntó y alcanzó la cifra de 3,453, pero en 2010 se registró nuevamente una baja a 2,406 solicitudes de información.
En 2011, considerando que el sistema InfoGro propició un incremento sustancial de solicitudes, se registraron 2,341 requerimientos, y para el siguiente año, en 2012, se presentaron un total de 3,061 solicitudes.
Finalmente, en 2013 se presentaron 1,844 peticiones, y creemos es el número más aproximado de solicitudes de información que se presentan anualmente en el estado.
Los ex consejeros que difundieron estas cifras nunca explicaron los atípicos e irregulares comportamientos de los datos de las solicitudes presentadas.
De hecho, en sus ocho años de gestión, el ITAIG nunca formuló un diagnóstico o estudio sobre la transparencia en el estado que permitiera diseñar estrategias para hacer menos opacas a las dependencias públicas y facilitar el acceso a la información a la ciudadanía.
Las solicitudes del Ejecutivo
En el gobierno
del estado se presentaron en un periodo de ocho años 4,883 solicitudes de
información, que representan el 21.7 por ciento del total de registradas en el
estado.
Las dependencias
que fueron más requeridas son la Secretaría de Salud, con 783 solicitudes (16
por ciento de las del Ejecutivo), la de Finanzas y Administración, con 548, la
Procuraduría de Justicia con 470 y la Secretaría de Seguridad Pública, que
recibió 308 solicitudes.
Por otro lado,
algunas dependencias sólo recibieron una solicitud en ocho años, según los
registros del ITAIG, y éstas son el Centro Estatal de Oftalmología, la
Coordinación General de Acceso a la información, la Coordinación General de
Seguridad y Transporte Aéreo del estado y el Fideicomiso Centro Internacional
Acapulco.Cabe mencionar que los registros del gobierno del estado, sobre solicitudes de información presentadas ante el Ejecutivo, son las más consistentes, por lo que pueden tomarse como base para conocer lo que ha sucedido en el estado en materia de acceso a la información.
De junio de 2006 a diciembre de 2010, el gobierno del estado y sus dependencias recibieron apenas 915 solicitudes para un promedio de 183 por año, es decir una cantidad muy pequeña, ya que no se presentó ni siquiera una diaria en todas las dependencias del gobierno del estado.
Sin embargo, con la entrada en funcionamiento del InfoGro, en febrero de 2011, el número de solicitudes se incrementó sustancialmente hasta alcanzar 1,064 peticiones en 2011, 1,606 en 2012 y 1,248 en 2013.
Se puede concluir que el abrir la posibilidad de presentar solicitudes de información por vía electrónica ha sido la decisión más acertada –derivada de un mandato del artículo 6 constitucional- que se ha tomado en Guerrero para promover el ejercicio de acceso a la información.
Esto, porque antes de que se instalara el InfoGro, se presentaban 183 solicitudes por año, mientras que después de que se puso a funcionar, el promedio es de 1,306, es decir, un incremento de 713 por ciento.
Las cifras en los ayuntamientos
Los datos que presenta el ITAIG para los ayuntamientos son inconsistentes y poco creíbles, pues es en este sector donde el órgano garante difundió cifras “infladas” y nunca presentó evidencias que respaldaran sus datos.
Según su información, en los ayuntamientos se presentaron 13,219 solicitudes de información en ocho años, lo que equivale a 64 por ciento de las presentadas en todo el estado durante ese lapso. Sin embargo, si se observa por cada uno de los años, las cifras no ofrecen ninguna regularidad ni consistencia, ya que en 2006 se presentaron en los gobiernos municipales 1,894 solicitudes, al siguiente año 3,193 y en 2008, solo 852.
Siguiendo con las cifras del ITAIG, en el ejercicio 2009 se presentaron 3,097, en 2010 bajó la cifra a 1,848 solicitudes, y el siguiente año, en 2011, disminuyó todavía más ese número hasta 895, contrastando con las del Ejecutivo que se incrementaron significativamente.
En 2012 fueron 1,116 las peticiones y en 2013, año en que se supondría que la ciudadanía conoce mejor este derecho, la cifra se desplomó hasta 324. De hecho, esta última podría ser la cifra real de solicitudes presentadas por año –sin los maquillajes del ITAIG-, ya que en los municipios pequeños y medianos es todavía más manifiesta la falta de una cultura de transparencia y acceso a la información.
El ITAIG presenta a Acapulco como el ayuntamiento que más solicitudes ha recibido en los ochos años, con un total de 6,868 peticiones, que representan el 51.9 por ciento del total de solicitudes recibidas por los ayuntamientos, y 33.2 por ciento del número global de requerimientos de información registrado en el estado.
Estas cifras a primera vista podrían considerarse válidas, pues Acapulco es el municipio más poblado de Guerrero y cuyos habitantes en general están informados, pero en varias revisiones de estos documentos se constató que el porcentaje de solicitudes de información efectivas era muy bajo.
En 2013 la unidad de transparencia del ayuntamiento de Acapulco estableció controles estrictos para las solicitudes de información recibidas, y registró sólo 94 peticiones, que es el número real de solicitudes que recibe ese municipio en un año. De tal manera, que con una contabilidad rigurosa, en ocho años Acapulco recibió no más de mil solicitudes de información, y no las 6, 868 peticiones que presume el ITAIG.
Es el mismo caso del municipio de Chilpancingo, que reporta en los ochos años, 1,284 solicitudes recibidas, pero que en las revisiones a detalle, no alcanza ni el 10 por ciento de solicitudes efectivas.
Otros ejemplos de la inconsistencia de los datos son los municipios de Azoyú y Zirádaro, que ocupan la segunda y tercera posición entre los municipios que más solicitudes han recibido, con 1,719 y 1,321 peticiones, respectivamente.
Estos números son muy cuestionables, porque tal cantidad de solicitudes se presentaron en el lapso de un año, es decir, Azoyú supuestamente las recibió en 2009 y luego, en los siete años restantes, nadie presentó ninguna.
Lo mismo sucedió con Zirándaro, que en el periodo de abril de 2007 a marzo de 2008 registró esa avalancha de solicitudes, pero los habitantes de ese municipio nunca más presentaron una sola petición, según datos del ITAIG.
Otros municipios con registros poco creíbles son Tecoanapa, que recibió 480 solicitudes, Iliatenco, con 319 solicitudes, y Zitlala, que tiene un registro de 249 peticiones de información.
Los números de estas demarcaciones están por arriba de municipios que por su número de habitantes, grado de marginación y escolaridad promedio se supondría que registrarían más solicitudes, como Zihuatanejo (216), Iguala (29), Taxco (23) o Tixtla (11).
En términos generales, las cifras referentes a los municipios fueron las más manipuladas por el ITAIG, ya que los ex consejeros sabían que los ayuntamientos reportaban solicitudes de obras, empleo, apoyos, proyectos, y aun así las incluían en los registros de solicitudes de información.
Es muy probable que el número registrado en 2013 sea la cifra real de solicitudes presentadas en los ayuntamiento en un año, es decir, 324 peticiones.
Los poderes y los organismos autónomos
El Congreso del
estado registró hasta el 31 de diciembre de 2013 un total de 544 solicitudes de
información presentadas, en tanto que el Tribunal Superior de Justicia del
estado apenas tuvo 193 peticiones.En el caso de los organismos autónomos, el Instituto Electoral del estado es el que registró mayor número de solicitudes, con 675, y le siguieron el ITAIG con 217, la Universidad Autónoma de Guerrero, que tuvo 134 solicitudes, la Comisión Estatal para la Defensa de los Derechos Humanos, con 126, el tribunal Estatal Electoral con 88 peticiones y la Auditoría General del Estado, con 76 solicitudes de información.
Las cifras que presentan estas dependencias parece que son de solicitudes de información efectivas, ya que hay un control en sus unidades de transparencia y acceso a la información.
Orden en las cifras
Con cifras
“maquilladas”, no se puede tener un diagnóstico certero sobre el derecho de
acceso a la información en el estado, y tampoco se pueden diseñar estrategias
de acción.De acuerdo con los datos disponibles, se calcula que el número de solicitudes de información efectivas fueron de 1,000 peticiones anuales antes del sistema Info Gro y de 1,800 solicitudes por año después de instalado el sistema en 2011.
Esto significa que en los ocho años se presentaron cerca de 9,400 solicitudes, y no las 20,643 que registró el ITAIG.
Es necesario poner orden en las cifras.
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