El Sur de acapulco
Hace unas semanas, diferentes organizaciones campesinas de Guerrero presentaron ante la LIX Legislatura del Congreso del Estado una propuesta para modificar la Ley de Desarrollo Rural Sustentable del estado (LDRSEG), empleando para ello los oficios de un legislador local. La propuesta vale la pena ser destacada por diferentes motivos:
1. El documento es resultado de un proceso participativo (por medio de foros, encuentros e innumerables reuniones de trabajo) cuya iniciativa y organización se originaron en las propias organizaciones campesinas. No es fácil logar este tipo de articulaciones, sobre todo en un sector donde han prevalecido los desencuentros y hasta los conflictos entre las diferentes agrupaciones; pero la experiencia es de resaltarse también porque los trabajos enfrentaron no pocas dificultades, desde el bloqueo de funcionarios del gobierno el estado y legisladores del Congreso, hasta las discrepancias propiciadas por las agendas electorales de cada organización, que estuvieron a punto de finiquitar el proceso.
2. Independientemente del contenido final de la ley, lo más importante es que se trata de un ejercicio ciudadano que ha buscado tomar parte en un asunto público como es la confección de una ley que los afecta directamente.
Esto no se ve todos los días, pues hasta hoy, la ciudadanía sólo es “consultada” –por mandato de diferentes normas- pero cuyas propuestas generalmente no son tomadas en cuenta por quienes diseñan y legislan las leyes convirtiéndose en actos de simulación.
La virtud de este ejercicio es que se realizó por la vía ciudadana y es pertinente replicarlo en otros asuntos y sectores; es ya un antecedente muy relevante de participación ciudadana.
3. En los hechos, el Frente Permanente de Organizaciones Sociales de Guerrero, como se autodenominó este grupo, está ejerciendo un derecho establecido en la Ley de Participación Ciudadana del Estado de Guerrero (iniciativa popular), que permite que las y los ciudadanos presenten ante el Congreso iniciativas para la “creación, modificación, reforma, derogación o abrogación de leyes”.
Sin embargo, como dice en los transitorios de esa ley, ese derecho no podrá ejercerse de manera formal hasta en tanto los diputados locales no tengan a bien modificar el artículo 50 de la Constitución guerrerense, en donde se especifica quiénes pueden presentar iniciativas de ley. Por eso la iniciativa del Frente de Organizaciones se presentó por medio de un diputado local.
4. Más difícil que participar en su diseño y elaboración, para este frente de organizaciones será encontrar los mecanismos para la instrumentación de la LDRSEG, en caso que sea aprobada por la actual Legislatura.
Es un mal que aqueja no solo a esta ley, sino a muchas que en el papel son excelentes, pero cuando se trata de su aplicación, son letra muerta. El mejor ejemplo es la flamante Ley de Participación Ciudadana, que fue aprobada en junio de 2008 y nada de lo contiene se ha puesto en marcha. Y el mismo destino parece esperarle a la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública cuyas obligaciones nadie las está cumpliendo o lo están haciendo de manera parcial.
Las organizaciones del Frente tendrán un enorme reto para hacer realidad lo que proponen. En este país ya no es suficiente que los derechos y obligaciones de los ciudadanos estén reconocidos y garantizados en las leyes, sino que eso es solo parte de una lucha de largo plazo que incluye la presión social para hacerlas valer.
De todo. Ayer jueves concluyó el Simposium Nacional de Rendición de Cuentas, convocado por la Auditoría General del Estado. De lo más destacado fue el panel “Rendición de cuentas y su importancia en la democracia”, en donde se resaltó la importancia de los mecanismos de control ciudadano para la rendición de cuentas. Vale la pena apostarle a este tipo de eventos para contribuir a crear una cultura de rendición de cuentas.
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