martes, 28 de marzo de 2017

Ni Acapulco ni Ejecutivo estatal cumplieron con la iniciativa 3de3

Publicado en el Sur de Acapulco
El gobierno del estado y el ayuntamiento de Acapulco no han cumplido los compromisos que hicieron sus titulares de publicar las declaraciones patrimonial, de intereses y fiscal de sus respectivos gabinetes. Tanto Héctor Astudillo como Evodio Velázquez en diferentes momentos prometieron ser punta de lanza en transparencia y rendición de cuentas respecto de la actuación de los funcionarios que encabezan, pero todavía hoy -salvo el gobernador del estado en lo individual- nadie ha hecho públicas sus declaraciones con el argumento de que publicarlas no es una obligación legal.
La publicación de las declaraciones -iniciativa conocida como 3de3- nació como un ejercicio de escrutinio ciudadano al patrimonio de los servidores públicos que voluntariamente quisieran dar a conocer esos tres documentos, como una forma de acreditar un patrimonio bien habido y que no utilizaban su posición para lucrar con el poder.
Hoy La publicación de estas tres declaraciones ya está considerada -con muchas limitantes- por varias normas como la Ley General de Responsabilidades Administrativas, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 18 de julio de 2016, y en unos meses entrarán en vigor, por lo que actualmente sigue siendo un acto voluntario de buena fe.
Los promotores originales de esta iniciativa, el Instituto Mexicano para la Competitividad y Transparencia Mexicana, afirman que en México, la presentación de la declaración patrimonial es una obligación de todo funcionario público, pero es su decisión hacerla pública. La declaración de intereses es un instrumento legal común en diferentes democracias que en México apenas ha sido contemplado en la ley. Y la declaración fiscal busca transparentar el cumplimiento de pago de impuestos que, por ley, todo ciudadano tiene la obligación de realizar.
Mientras entran en vigor las leyes y comienza a correr la obligatoriedad jurídica, estas organizaciones mantienen un portal electrónico donde servidores públicos y candidatos a puestos de elección popular han presentado sus tres declaraciones de manera voluntaria.
En esta página electrónica se señala que la declaración patrimonial se refiere a la “Información sobre bienes y activos, que dé certeza sobre el patrimonio de un funcionario y la evolución del mismo, conforme a los ingresos percibidos durante su encargo público”. En el caso de la declaración de intereses es “información sobre las relaciones y vínculos económicos, profesionales, familiares y sociales de un funcionario para prevenir que dichos intereses influyan indebidamente o afecten las decisiones del funcionario durante su gestión”.
Finalmente, la declaración fiscal es un “comprobante que muestra que un funcionario ha cumplido con sus obligaciones fiscales, aportando a la bolsa de recursos públicos que deberá administrar y gastar de forma responsable en beneficio de todos durante su encargo”.
De acuerdo con las cifras del Imco y Transparencia Mexicana, al 20 de marzo de 2017, un total de 923 funcionarios públicos de los tres órdenes de gobierno habían presentado sus declaraciones. En el caso de gobernadores, 26 mandatarios presentaron voluntariamente estos documentos y sólo faltan los de Baja California, Chiapas, Coahuila, Nayarit, Tabasco y Yucatán. La tendencia cambia cuando se trata de los gabinetes estatales, ya que sólo 10 presentaron sus declaraciones (Baja California Sur, Chihuahua, Ciudad de México, Jalisco, Estado de México, Nuevo León, Querétaro, Quintana Roo, Sonora y Zacatecas).
Respecto de los senadores, sólo 23 de un total de 128, han presentado sus declaraciones. Ni René Juárez Cisneros ni Sofío Ramírez Hernández ni Armando Ríos Píter, senadores por el estado de Guerrero, publicaron información.
Igualmente, de 500 legisladores que integran la Cámara de Diputados, sólo 125 enviaron sus declaraciones para hacerlas públicas. En el caso de los diputados federales por Guerrero, sólo Victoriano Wences Real tiene subida su información y ocho no lo han hecho: seis del PRI, uno del PRD y uno del PVEM. Tampoco ninguno de los 46 diputados del Congreso del estado se ha comprometido a enviar sus declaraciones.
Asimismo, destaca que ningún alcalde del estado de Guerrero haya presentado su 3 de 3, siendo los estados con más municipios comprometidos con esta iniciativa, los siguientes: Zacatecas con 11 municipios, Ciudad de México con ocho delegaciones, Jalisco con seis municipios, Quintana Roo (5), Querétaro y Sinaloa (4) y Michoacán y Estado de México (3).
Sólo ocho gabinetes municipales presentaron sus documentos: Corregidora y Querétaro, Qro., Guadalajara y Zapopan, Jal., Nuevo Laredo, Tamps., Tuxtla Gutiérrez, Chis., y las delegaciones Coyoacán y Cuauhtémoc, de la Ciudad de México.
Finalmente, en el caso de los regidores guerrerenses, sólo la regidora Gloria María Sierra López, del ayuntamiento de Acapulco, presentó sus declaraciones.
Como se observa, el escenario es muy lamentable para el estado de Guerrero. Son contados los casos de servidores públicos que decidieron, por voluntad propia, presentar sus tres declaraciones, lo que habla del poco compromiso de los funcionarios del estado con la transparencia y la rendición de cuentas. Esta era una buena oportunidad de demostrar con hechos lo que presumen don dichos, y no lo hicieron.
Acapulco, promesa aún no cumplida
El 29 de julio de 2016, el alcalde de Acapulco se comprometió públicamente a presentar él y su gabinete sus declaraciones patrimonial, de intereses y fiscal. En un comunicado de prensa describieron este compromiso: “Ante la presencia de representantes de cámaras empresariales, legisladores locales y federales, el presidente municipal Evodio Velázquez y su gabinete, firmaron la carta de autorización de la iniciativa 3 de 3, que implica hacer públicas sus declaraciones de situación patrimonial, conflicto de intereses y de impuestos, poniendo a la vanguardia a Acapulco en materia de transparencia ya que será el primer gabinete municipal en Guerrero y el sexto en el país que participa en estas acciones”.
El alcalde destacó que “la declaración 3 de 3 es un paso importante en la política anticorrupción que debe existir en el país y que la transparencia es un eje de gobierno y no un discurso hueco ni falso”.
Luego instruyó a su contralor general para iniciar los protocolos de las organizaciones que promueven este ejercicio ciudadana (Transparencia Mexicana e Instituto Mexicano para la Competitividad) para que las declaraciones de 3 de 3, tanto de él como de los funcionarios del gabinete municipal se publicaran en la plataforma nacional.
En su turno, el contralor general explicó que “el gabinete municipal de primer nivel se compromete con su presidente en la firma de la carta de autorización para la publicación de la ley 3 de 3 que implica hacer pública las declaraciones de situación patrimonial de conflicto de intereses y de impuestos, poniendo a la vanguardia al municipio de Acapulco en materia de transparencia”.
Sin embargo, a ocho meses de aquella promesa, ningún funcionario municipal, incluyendo al alcalde, ha publicado nada, es decir, el ayuntamiento de Acapulco organizó un acto mediático para presumir una acción que todavía hoy no ha sido cumplida.
Precisamente para saber en qué trámite se encontraban, se presentó la solicitud de información No. 00012517 ante el ayuntamiento de Acapulco para requerirle “Copia del documento donde el alcalde firma el compromiso de publicar las tres declaraciones del gabinete municipal. Copia de oficios de las gestiones realizadas para publicar las declaraciones. Nombre y cargo de los funcionarios contemplados en esta iniciativa. Sitio y liga donde están publicadas. Si es el caso, por qué no están publicadas”.
El 7 de febrero de 2017, el ayuntamiento de Acapulco respondió que el presidente municipal “manifestó su voluntad de presentar su declaración patrimonial, de conflicto de intereses y fiscal (…) sin que se firmara documento alguno que establezca un plazo para hacer públicos tales documentos, debo decirle que esto obedece a una decisión voluntaria, puesto que no existe un ordenamiento legal que le imponga la obligación de realizar tal acto”.
Asimismo, indicaron “que se cumplirá con su publicación una vez reunidas las condiciones que para el efecto se han establecido”.
Y aunque afirman que ya se establecieron los contactos con los administradores del portal electrónico “3 de 3”, argumentan que “se han realizado cambios de los funcionarios que integran el gabinete municipal [y] esto ha interrumpido tal proceso”.
También pretextan que la Contraloría General, Transparencia y Modernización Administrativa, oficina que se encarga del trámite, estuvo sin titular durante dos meses, pero una vez que se han nombrado a los nuevos funcionarios “se ha retomado el tema en comento y se han distribuido los formatos faltantes para su debido llenado, los cuales se encuentran en validación para su posterior publicación”.
El gobierno del estado
En diversas oportunidades, primero como candidato y luego como gobernador, Héctor Astudillo se comprometió a presentar sus tres declaraciones y a exigir a su gabinete, en caso de ser electo, a que hiciera lo mismo. Por ejemplo, el 20 de mayo de 2015 en el segundo debate que sostuvo con los otros candidatos al Ejecutivo del estado, el entonces candidato priista se comprometió a que los funcionarios [de su gabinete], “absolutamente todos”, tendrían la obligación de hacer sus tres declaraciones, patrimonial, de impuestos y de conflicto de intereses.
Igualmente, en su plan estatal de gobierno 2015-2021, Astudillo Flores, en el eje Guerrero con Gobierno Abierto y Transparente, plateó la estrategia de “Garantizar la rendición de cuentas como acto de corresponsabilidad del Gobierno de Guerrero frente a las demandas legítimas de los ciudadanos” y como una de sus líneas de acción: “Vigilar el cumplimiento de la obligación de los funcionarios públicos estatales de presentar tres declaraciones: patrimonial, fiscal y de conflicto de intereses”.
Pero los compromisos del gobernador se han cumplido muy parcialmente, porque sólo él ha publicado sus documentos en la plataforma 3de3 (aunque falta que los actualice), pero los funcionarios de su gobierno no lo han hecho.
Para saber en qué situación se encuentra el trámite, se solicitó a la Secretaría de la Contraloría y Transparencia Gubernamental la siguiente información: Número de funcionarios del Ejecutivo estatal que deben presentar sus declaraciones y los que han cumplido con el compromiso. Sitio electrónico donde están publicadas las declaraciones. En su caso, por qué no han sido publicados -Oficios sobre gestiones realizadas para su publicación.
La respuesta fue similar a la del ayuntamiento de Acapulco: no existe la obligación legal de publicar las declaraciones de los funcionarios y por lo tanto no podrán ser consultadas en ningún sitio, no obstante el compromiso de Astudillo Flores y a pesar de que el propósito de la iniciativa ciudadana 3de3  es que sea un acto voluntario.
De acuerdo con los datos de la Secretaría de la Contraloría, 2 mil 960 servidores públicos del gobierno del estado estaban obligados a presentar sus declaraciones. En 2016, 2 mil 949 funcionarios presentaron sus declaraciones patrimonial y de intereses correspondientes a 2015, y 548 su declaración fiscal. Por cierto, estos datos no cuadran con los que se publican en el primer informe de gobierno, donde se afirma que se recibieron 3 mil 995 declaraciones de intereses y patrimoniales, y 507 fiscales.
Sin embargo, ninguna de éstas serán publicadas porque “todavía no se tiene la obligación de difundir a través de medios electrónicos la versión pública de la declaración de los servidores públicos de conformidad con lo establecido en el artículo Quinto transitorio, de la Ley número 207 de transparencia y Acceso a la Información (…) que establece: ‘La obligación de las entidades públicas de difundir a través de medios electrónicos la versión pública de la declaración de los servidores públicos de conformidad con la presente Ley, entrará en vigor hasta que haya vencido el plazo legal para presentar las declaraciones patrimoniales del año inmediato siguiente a que entre en vigor el presente ordenamiento’”.
La obligación legal
Tanto el gobierno del estado y como el ayuntamiento de Acapulco perdieron la oportunidad de mostrarse como instituciones proactivas en transparencia, en este caso respecto de la difusión de las declaraciones de sus gabinetes. Hoy ya queda claro que los compromisos que hicieron públicamente no se cumplirán y esperarán a que comience la obligación legal.   

martes, 14 de marzo de 2017

Guerrero, reprobado en gestión del gasto federalizado

Publicado en El Sur de Acapulco
La Auditoría Superior de la Federación desnudó por enésima ocasión la manera como se ejerce el gasto público en las entidades federativas. Año tras año, sus conclusiones dan cuenta de que la gestión pública de gobiernos estatales y ayuntamientos adolece de graves deficiencias para la administración de los recursos y esto repercute de manera directa en el cumplimiento de los objetivos y metas que se plantean para la resolución de los problemas que aquejan a la población de sus jurisdicciones. La revisión más reciente de la ASF, de 2015, continuó arrojando los mismos resultados.
En días anteriores, diferentes medios de Guerrero publicaron algunos aspectos de los informes de las cuentas públicas del ejercicio 2015 de dependencias y programas específicos, realizados por el órgano fiscalizador federal, y los resultados no fueron nada alentadores: la emisión de cientos de observaciones –es decir, señalamientos de que el gasto no se ejerció de acuerdo con las normas- las cuales, si se consideran con un criterio condescendiente parecería que sólo se trata de irregularidades administrativas, pero que en el fondo y muy frecuentemente esconden verdaderos actos de corrupción.
Los datos que aquí se retoman, provienen de las auditorías al gasto federalizado efectuadas por la ASF, y que consisten en la fiscalización del uso de los recursos y el cumplimiento de metas y objetivos de los fondos y programas financiados con recursos federales transferidos a estados y municipios, para renglones como educación, salud, creación de infraestructura básica, abatimiento de la pobreza y seguridad pública.
Las revisiones de la ASF tienen una especial relevancia, ya que la mayor parte del presupuesto del estado de Guerrero proviene de la federación. En 2017, según el presupuesto de egresos del estado, el porcentaje de los recursos enviados del nivel federal será de 95.8 por ciento del total, mientras que el promedio nacional es de 90 por ciento.
En sus revisiones de 2015, el órgano fiscalizador practicó al gobierno del estado 11 auditorías de cumplimiento financiero, siete de cumplimiento financiero con enfoque de desempeño y una de inversiones físicas.
En el caso de los municipios, se revisaron 26 ayuntamientos, a los que se les aplicaron nueve auditorías de cumplimiento financiero y 29 de cumplimiento financiero con enfoque de desempeño.
Corrupción y malas gestiones
Sobre los gobiernos de Guerrero –pero no sólo en ellos- recaen dos pesadas lozas. Una de ellas es la corrupción, que se ha enquistado estructuralmente y que propicia la depredación de los recursos públicos, tan necesarios para abatir los índices de marginación del estado. La otra se relaciona con la gestión del gasto, que en todos los gobiernos locales, sin distinción de partidos, ha sido profundamente deficiente, y esta característica es también una de las causas principales que facilita el desperdicio de los recursos públicos. Vale decir que si no se resuelven estos dos problemas –a los que en los últimos años se ha sumado el de la inseguridad-, Guerrero continuará permanentemente ocupando los primeros lugares por sus niveles de pobreza y gastando miles de millones de pesos.
El de la corrupción es un tema que actualmente se está abordando mediante la construcción de un sistema nacional de combate a la corrupción –que deberá tener su correspondiente réplica en las entidades federativas- y cuyos primeros pasos han sido básicamente la aprobación de leyes y su inclusión en la carta magna mexicana. Nadie sabe si este sistema funcionará, pero la apuesta es construir un andamiaje institucional en todo el país–no fragmentado como hasta hoy- que permita ahora sí, prevenir, detectar y sancionar los actos de corrupción y fiscalizar y controlar los recursos públicos.
Pero en el tema de la gestión pública, específicamente del gasto federalizado, se han creado instrumentos de control y fiscalización. Cada año la Auditoría Superior de la Federación realiza esta tarea y genera información, diagnósticos e indicadores sobre este tema que han permitido evaluar a los gobiernos estatales y municipales.
Las deficiencias en la gestión del gasto “se han traducido en limitaciones para alcanzar los beneficios originalmente previstos en favor de la población, pero adicionalmente han erosionado la confianza social en las instituciones locales”, asegura el órgano fiscalizador, ya que hay una pésima percepción ciudadana debido a los constantes hechos de corrupción relacionados con el manejo de recursos federales transferidos a las entidades federativas y municipios.
Lo más grave es que ya se observan círculos viciosos que no permiten a un gobierno tener una mediana gestión. No obstante que la ASF da a conocer cada año a las entidades federativas y los municipios las irregularidades más importantes en la gestión del gasto federalizado, cada ejercicio fiscal los gobiernos repiten las mismas observaciones.
Observaciones
En 2015, Guerrero ocupó el quinto lugar entre las entidades federativas con mayor monto observado por las auditorías respecto del monto asignado. De un total de 31,106.2 millones de pesos asignados por la federación en ese ejercicio, 4,301.4 millones fueron observados, es decir, 13.8 por ciento del total. En los primeros lugares por su monto observado se encuentran Michoacán (16.5 por ciento), Ciudad de México (15.5), Veracruz (15.1) y Morelos (14 por ciento). Las entidades con menor monto observado fueron Tamaulipas, Colima y Campeche, con porcentajes de 3.3, 3.1 y 2.9 por ciento, respectivamente.
Guerrero también ocupa los primeros sitios entre las entidades con más observaciones pendientes de solventar (sexto lugar). Por ejemplo, de 2011 a 2014 quedaban observaciones pendientes por 8,757.7 millones de pesos, y a enero de 2017 solo se habían solventado 330 millones. Si a lo pendiente de solventar del periodo 2011-2014 se le suma las observaciones de 2015, da un total de 13,241 millones de pesos.
Cabe señalar que hay un monto de denuncias por hechos por 314.1 millones de pesos y un monto de denuncias penales relacionadas con simulación de reintegros por 943.3 millones.
Aunque la ASF no tiene datos específicos de Guerrero, a nivel nacional las principales irregularidades que se presentaron en 2015 fueron: por recursos no ejercidos (53.3 por ciento del total de observaciones), falta de documentación comprobatoria del gasto (12.1 por ciento), transferencia de recursos a otras cuentas bancarias (9.4), recursos ejercidos que no cumplen con los objetivos específicos de cada fondo o programa (7.6), pago de remuneraciones indebidas o injustificadas al personal (4) y retenciones no enteradas a terceros institucionales (3.1 por ciento).
Esta última irregularidad ha sido muy recurrente en el estado. Los ex gobernadores Ángel Aguirre y Rogelio Ortega han reconocido públicamente que retuvieron impuestos a trabajadores del estado para desviarlos luego al pago de plazas sin presupuesto en los sectores de educación y salud. Cómo se puede calificar a este reconocimiento explícito, ¿pésimos gestores? ¿o que sus acciones son una forma de corrupción?  
Cero evaluaciones
Aun cuando existe la obligación para que los resultados del ejercicio de los recursos públicos se sometan a un proceso de evaluación, (artículo 134 de la constitución, ley de planeación, presupuesto de egresos del estado), lo cierto es que en Guerrero no hay evaluaciones o por lo menos éstas no son públicas. En el portal electrónico del gobierno del estado, hay una sección de transparencia fiscal y dentro de ésta, información sobre “evaluación de resultados”; sin embargo, propiamente sobre el tema sólo aparecen evaluaciones específicas sobre algunos fondos y programas y matrices de indicadores de gestión también de algunos programas o dependencias, todo con información de los gobiernos de Aguirre u Ortega Martínez.
Al respecto, la ASF concluye que “la evaluación, como instrumento clave para apoyar el proceso de mejora del gasto federalizado, presenta un débil desarrollo, tanto en el ámbito de las entidades federativas y municipios, como a nivel nacional”. Agrega que los pocos avances que se presentan en las entidades federativas en el tema de evaluación buscan más dar cumplimiento a la normativa que utilizar la evaluación como un medio para mejorar la operación y los resultados de los fondos y programas.
De acuerdo con las auditorías realizadas por el órgano fiscalizador al Sistema de Evaluación del Desempeño (SED) del gasto federalizado en las 32 entidades federativas, se determinó que su desarrollo presenta poco avance. Como resultado, la evaluación no ha tenido un rol de apoyo a la mejora de la gestión de estos recursos, salvo escasas excepciones.
Para medir los avances del SED, la ASF formuló un índice que incluye ocho componentes: marco jurídico, institucional y operativo; capacitación en materia del SED; formulación de un programa anual de evaluación y de los términos de referencia para la realización de las evaluaciones; realización y alcance de las evaluaciones; difusión de las evaluaciones; consideración de los indicadores de desempeño en las evaluaciones; seguimiento de los aspectos susceptibles de mejora; y utilización de los resultados de las evaluaciones.
De acuerdo con los resultados del índice, se tiene un promedio nacional de avance del SED de 49.9 por ciento, destacando tres estados que están por arriba de los 90 puntos: Yucatán (90.5), Chihuahua (94.9) y Oaxaca (91.8). Los peores avances son para Durango (13.3), Baja California Sur (2.5) y Guerrero (0.0). Es el único estado que no presenta ningún avance.
Los avances en el gobierno de Héctor Astudillo podrán observarse en la siguiente revisión de la ASF para el ejercicio 2016. No se auguran cambios significativos para entonces, ya que no hay anuncios sobre acciones al respecto y se observan las mismas deficiencias; por ejemplo, todavía hoy estamos esperando los indicadores de gestión de su Plan Estatal de Desarrollo 2015-2021, que prometió elaborar.
Participación ciudadana
No obstante que los slogans de gobierno regularmente hacen referencia a gobiernos abiertos a la ciudadanía, como el de “Guerrero nos necesita a todos”, “Todos somos Chilpancingo”, lo cierto es que a la fecha no existen los mecanismos institucionales que canalicen realmente la propuesta ciudadana; mucho menos los hay que permitan incidir en las decisiones importantes que se toman en el estado.
Esto viene a colación porque como parte relevante de la gestión pública, la ASF encontró una “insuficiente participación social en la gestión, vigilancia y seguimiento de los fondos y programas del gasto federalizado”. El órgano fiscalizador de la federación, mediante auditorías a los procesos participativos, ha encontrado avances limitados “en
cuanto al objetivo último de contar con una participación social efectiva y de amplio
alcance en la gestión de los fondos y programas, particularmente en su vigilancia,
al prevalecer los aspectos formales y discursivos sobre su presencia real”.
Índice de desempeño de la gestión del gasto federalizado
También para disponer de una valoración integral sobre la calidad de la gestión del gasto
federalizado la ASF diseñó un indicador que resume de manera ponderada las variables e indicadores considerados, tales como: importe observado/muestra auditada; nivel de ejercicio del gasto al 31 de diciembre; entrega de los informes trimestrales a la SHCP sobre el ejercicio, destino y resultados de los recursos federales transferidos; estado que presenta el control interno; cumplimiento de las obligaciones de transparencia de la Ley general de contabilidad gubernamental; y avance en el SED.
Cabe destacar que el valor promedio del índice fue de 73.3 puntos; las entidades con un
puntaje superior son Campeche con 82.5 puntos, San Luis Potosí con 81.7 y Chihuahua con 81. Las de menor valor en el índice fueron Veracruz con 58.8 puntos, Michoacán con 59.3 y Guerrero con 60.2.
Finalmente, la ASF concluye que las condiciones prevalecientes en materia de pesos y contrapesos en el entorno político, en la relación sociedad-gobierno y en la estructura de los marcos legales determinan la existencia de factores que influyen en la gestión del gasto federalizado, como un limitado proceso de rendición de cuentas, un contexto jurídico y político que limita la independencia y autonomía de las entidades fiscalizadoras locales; la Debilidad de las finanzas de los gobiernos de las entidades federativas y municipios; la debilidad en las capacidades institucionales de las entidades federativas y municipios; y la normativa de los fondos y programas del gasto federalizado.
Como se observa, es pesimista el panorama de la gestión del gasto federalizado en Guerrero.