El Sur de Acapulco
Sin ocupar las primeras planas de los diarios, hace unos días
ocurrió un acontecimiento histórico en el municipio de Ayutla de los Libres. Las
comunidades rurales y urbanas decidieron mayoritariamente que la elección de su
gobierno municipal no será más por el sistema de partidos, sino por usos y
costumbres.
La trascendencia de este hecho es por partida doble: la
población de esa demarcación tendrá la oportunidad de elegir a sus autoridades
municipales mediante mecanismos que pueden garantizar una mejor representación
de sus intereses –lo que ya no sucede con el sistema de partidos-. La otra, es la
puesta en práctica de un ejercicio ciudadano por excelencia: la consulta –equiparable
a un referéndum o plebiscito- mediante el que se le dio poder a la gente para
que tomara una decisión de gran importancia. Eso, ni en Guerrero ni en México
sucede todos los días.
Sin embargo, hay una oposición férrea contra el sistema de
elección de gobiernos por usos y costumbres. En la reciente consulta celebrada
hace unos días en el municipio de Ayutla, para recoger la opinión de los
habitantes sobre este asunto, se observaron de manera muy clara estrategias de
todo tipo, puestas en marcha, ahora sí, coincidentemente, casi todos los
partidos, unidos o cada uno por su lado, para que no fructificara la iniciativa
de consulta a la ciudadanía.
Manuel Quintero Vázquez, asesor de la Unión de Pueblos y
Organizaciones del estado de Guerrero (UPOEG), una de las agrupaciones que
promovió esta consulta, dijo hace unos días, según testimonio recogido por El
Sur, que los simpatizantes del sistema de partidos echaron a andar su
maquinaria y hubo “hasta marchas y perifoneo en las comunidades en las que les
decían que votar por usos y costumbres era un retroceso de 500 años”.
También convenientemente dejaron correr el rumor de que si
las y los ciudadanos optaban por esta forma de elección, les quitarían el presupuesto
a los ayuntamientos y dejarían a la gente sin los programas sociales que usan
para su sobrevivencia (Proagro, Prospera, Dif), “cuando eso no es verdad, el
presupuesto y los programas van a seguir igual”, dijo.
Aclaró que la elección por usos y costumbres “es una forma
diferente de elegir a nuestras autoridades, que es a través de la asamblea
comunitaria y un ejemplo más eficaz y transparente”. Y agregó que a quienes no
les conviene este modelo es a aquellos que siempre han tenido el poder.
En efecto, la elección por usos y costumbres es una manera de
quitar el control de las decisiones importantes y los recursos de los
municipios a los tradicionales políticos –que roban, desvían recursos, presionan,
engañan, todo excepto invertir honesta y transparentemente en obras y servicios
para el pueblo- que están incrustados en todos los partidos políticos.
El camino para que el propósito final de una elección por el
sistema de usos y costumbres se cumpla no será fácil. Los partidistas buscarán
reventar el proceso para que retorne un sistema basado en la elección por
partidos políticos, que de origen no es malo, pero que se ha pervertido de
diferentes maneras, como el clientelismo, entre las más extendidas. La
desorganización de las comunidades y la incapacidad e inmadurez para llegar a
acuerdos, son también factores latentes que pondrían en riesgo este valiosos
resultado.
De cómo se resuelva este proceso, dependerá la credibilidad
de los ejercicios ciudadanos como éste entre las y los guerrerenses. Es mucha gran
responsabilidad la que se echaron a cuestas.
Un resultado
histórico
Posiblemente no se alcance a dimensionar
lo que sucedió en Ayutla: los habitantes de 138 de este municipio votaron a
favor de que las elecciones municipales sean por usos y costumbres, es decir,
sin partidos políticos y bajo las reglas propias de las comunidades rurales e
indígenas de la demarcación.
De acuerdo con los resultados publicados
por el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del estado de Guerrero,
los ciudadanos y ciudadanas de Ayutla votaron mayoritariamente por la elección
por usos y costumbres. http://www.iepcgro.mx/PDFs/PCiudadana/ResultadosConsulta.pdf Esta opción alcanzó 5,987
votos contra 5,521 personas que optaron por el sistema de partidos, que
representan respectivamente 49.9 por ciento y 46 por ciento. La votación total
alcanzó los 11,984 votos.
Cabe destacar que
en 57 localidades y colonias (41.3 por ciento del total) la votación para el
sistema de partidos fue de cero, y la gran mayoría fueron comunidades rurales.
Esto tiene varias lecturas, la más obvia, es que hay un hartazgo por el actual
sistema político y electoral mexicano, que fue repudiado en las zonas rurales
del municipio. En contraparte, en 11 localidades, casi todas colonias de la
cabecera municipal, no hubo votación para el sistema de usos y costumbres.
En el equilibrio
de la votación –sólo 4.9 puntos de diferencia- fue fundamental la participación
de las colonias de la cabecera municipal. Hubo colonias como La Villa, que
aportaron 578 votos a la elección por el sistema de partidos, o como la colonia
San Felipe, que logró 379 votos; otra colonia fue la Vicente Guerrero en donde
votaron 236 personas por el sistema partidista. Sólo estas tres colonias
aportaron el 10 por ciento de todos los votos emitidos en el municipio en favor
del sistema de partidos.
Partidos enseñan el cobre
Los partidos políticos no acaban de
digerir que no son bienvenidos en las comunidades. La agencia IRZA reportó su
intención, excepto el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), de impugnar el
resultado de la consulta ciudadana de Ayutla. Esto sucedió durante una de las
sesiones del consejo general del IEPC.
De acuerdo con esta fuente, el
representante del Partido Nueva Alianza, Gerardo Robles Dávalos, afirmó que el
líder de la UPOEG (Bruno Plácido Valerio) está equivocado si piensa que con
esos resultados “ya podrá él designar quiénes serán presidentes, síndicos y
regidores en 2018” y además “no están dadas las condiciones para que se
utilicen los usos y costumbres en Ayutla”, afirmó el representante, y anunció
que solicitarán al Congreso la nulidad de ese método de elección.
“La ambición de Bruno Plácido de querer convertirse en señor de horca y cuchillo para disponer de quienes serán las autoridades, está muy lejos, independientemente de que el sistema de partidos no haya logrado triunfar”, sostuvo.
Manuel Saavedra, representante del PRI, por su parte, solicitó copia certificada de las actas de asambleas informativas realizadas en el municipio de Ayutla, la lista de los ciudadanos que acudieron, actas de la jornada de consulta, lista de ciudadanos registrados en la consulta en colonias y comunidades y el acta de la sesión donde se aprobó el dictamen de la consulta.
Solo el representante de Morena, Rubén Cayetano García, respaldó la decisión y precisó que los partidos políticos podrán participar en la elección de diputados, gobernador y presidentes municipales, aun en poblaciones indígenas.
“La ambición de Bruno Plácido de querer convertirse en señor de horca y cuchillo para disponer de quienes serán las autoridades, está muy lejos, independientemente de que el sistema de partidos no haya logrado triunfar”, sostuvo.
Manuel Saavedra, representante del PRI, por su parte, solicitó copia certificada de las actas de asambleas informativas realizadas en el municipio de Ayutla, la lista de los ciudadanos que acudieron, actas de la jornada de consulta, lista de ciudadanos registrados en la consulta en colonias y comunidades y el acta de la sesión donde se aprobó el dictamen de la consulta.
Solo el representante de Morena, Rubén Cayetano García, respaldó la decisión y precisó que los partidos políticos podrán participar en la elección de diputados, gobernador y presidentes municipales, aun en poblaciones indígenas.
La experiencia fallida de San Luis Acatlán
Entre el 1 y el 12 de febrero de este
año, se realizó una consulta similar en el municipio de San Luis Acatlán, en
donde las personas que participaron votaron mayoritariamente por la
persistencia del sistema de partidos. Esta consulta también fue organizada por
el IEPC y promovida por la UPOEG.
Cabe recordar que el anterior consejo
electoral –Instituto Electoral del Estado de Guerrero (IEEG)- y obviamente los
representantes de partidos incluidos, habían desechado inicialmente la
propuesta, en un intento por no dejar pasar la consulta ciudadana. De acuerdo con la Agencia Quadratín, que
retoma un acta aprobada por los miembros del ex IEEG
de marzo de 2014, su consejo general determinó la "inexistencia histórica
y por lo tanto improcedente (de un sistema) normativo interno que se reconozca
como válido y se utilice para regular los actos públicos de organización para
la resolución de sus conflictos, así como para elección de sus autoridades
municipales" en San Luis Acatlán.
Sin
embargo, en un estudio que realizó el Centro de
Investigaciones en Antropología Social (CIESAS), auspiciado por el ex IEEG se
detectó que en el municipio de San Luis Acatlán sí están vigentes los sistemas
normativos y la elección por usos y costumbres de sus autoridades, y aun así el
IEEG optó por "no proceder a realizar la consulta a los ciudadanos de
dicha comunidad, para determinar si se adopta la elección de sus autoridades
conforme a normas, procedimientos, y prácticas tradicionales".
La organización social que encabeza el
dirigente Bruno Plácido Valerio, recurrió entonces al tribunal electoral del
poder judicial de la federación (Trife) para impugnar la decisión del consejo
general del ex IEEG, y con su intervención, se repuso el proceso.
La consulta en San Luis Acatlán se llevó
a cabo en febrero de 2015, pero los resultados indicaron que hubo poca
participación en la consulta, pues sólo emitieron su opinión 2 mil 430 personas, que representan 9.7 por ciento
de los electores del municipio. De este total, mil 556 corresponden a habitantes
que votaron a favor del sistema electoral vía partidos políticos, 784 a favor
de usos y costumbres y 90 abstenciones.
Sin duda, en los resultados influyeron
los muchos interesados en que prevalezca el sistema de partidos, el tipo de
información y el tamaño de la difusión que se le haya dado a la consulta, pero
sobre todo el arraigo del clientelismo y el asistencialismo en las comunidades
-a cuya población le han cortado sus iniciativas y propuestas a fuerza de
playeras, tortas, gorras, láminas de cartón o promesas-, y sobre todo la
descomposición del tejido social propiciado por los motivos anteriores y otros
también contundentes como la presencia del
crimen organizado y los liderazgos comunitarios torcidos.
Fue muy lamentable, porque los pueblos de San Luis Acatlán, con una
larga historia de lucha (ahí se asienta una de las casas de justicia de la
Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria), no
tendrán elección de sus autoridades municipales por usos y costumbres y deberán
continuar con el sistema de partidos, tan lejanos de las necesidades de la
gente.
Usos
y costumbres en Oaxaca
Oaxaca es el referente nacional para las
elecciones de usos y costumbres. Hace 20 años, no sin librar importantes luchas
por los pueblos originarios oaxaqueños, se reconocieron los “usos y costumbres”
en la organización política de los municipios, y en 1998 se promulgó la Ley de
derechos de los pueblos y comunidades indígenas de Oaxaca. Hoy 418 de los 570
municipios del estado se rigen por la forma tradicional de organización
política de usos y costumbres.
En la sierra Norte de Oaxaca se localiza
el municipio de Capulalpam de Méndez; ahí los pobladores mantienen un sistema
de elección de sus autoridades municipales por usos y costumbres.
A diferencia de lo que sucede en
Guerrero, en donde los alcaldes se convierten en reyecitos de tres años, en
Capulalpam y en muchos otros municipios de Oaxaca, la gente elige a sus
gobernantes mediante asambleas. Pero no hay divorcio entre gobernantes y
gobernados, quienes son electos siguen puntualmente los mandatos de la
población, es más, usualmente existe un Consejo de Ciudadanos que está por
encima del alcalde y demás autoridades y les dictan las acciones y políticas
que deben seguir, en representación del conjunto de la población. De hecho, las
autoridades municipales forman parte del sistema de cargos de la comunidad; los
electos no reciben salario, aunque la población los apoya para la manutención
de ellos y sus familias, mientras están en el cargo.
Los resultados de este sistema,
conjuntamente con otras condiciones, están a la vista: calles limpias (no por
la eficiencia del servicio de limpia, sino por la concientización de la gente),
obras públicas pertinentes y construidas con transparencia, una trazo urbano bastante
racional y estético, asambleísmo constante, participación activa de la
población en la resolución de sus problemas. Con un tejido social bien
fortalecido como el de los municipios de esta región de la Sierra –territorio
similar al de la sierra de Guerrero, pero sin el problema de la siembra de
enervantes-, el crimen organizado no ha logrado penetrar y se palpa en la vida
cotidiana de la gente, que se siente segura en sus comunidades.
Este tipo de gobiernos del pueblo son más
factibles en las comunidades indígenas. Su nivel de organización y el esquema
de gobernanza les ha permitido también avanzar en el uso, conservación y
aprovechamiento de sus recursos naturales, principalmente el bosque. Mediante
diversos proyectos económicos, han logrado obtener recursos financieros para la
comunidad, además de empleos para muchos de los pobladores.
Así pues, las y los habitantes de Ayutla
pueden convertirse en un referente en el estado sobre cómo gobernar un
municipio, sin duda, una gran responsabilidad, pero que es factible con mucha
organización.