El Sur de Acapulco
El gobernador
Héctor Astudillo Flores tendrá que esperar mejores tiempos para contar con
recursos que permitan financiar sus compromisos y promesas de campaña. Con un
magro presupuesto en puerta, la nueva administración estatal tendrá muy poco margen
de maniobra en 2016 para ejecutar los proyectos que trae en su agenda, pues el
presupuesto de egresos de la federación 2016, de donde provienen la mayor parte
de los recursos que se gastan en Guerrero -96.1 por ciento, según el
presupuesto de egresos del estado de Guerrero 2015-, se augura que tendrá un
incremento marginal respecto al presupuesto del presente año.
A lo anterior hay
que sumar un déficit financiero de 13 mil millones de pesos, destapado por el
gobierno anterior, pero cuyas responsabilidades provienen desde hace varias
administraciones, y del que no se sabe aún cómo será cubierto. También debe
sumarse el engrosamiento de la nómina del Ejecutivo estatal con la creación de
la Secretaría de Planeación y Desarrollo Regional.
No sólo Guerrero será objeto de un estancamiento en
el presupuesto, sino todo el país. De acuerdo con el Presupuesto de Egresos de
la Federación para el ejercicio fiscal 2016, aprobado por la Cámara de
Diputados del H. Congreso de la Unión, se tendrá un gasto total equivalente a 4
billones 763 mil 874 millones de pesos, superior en 16,928.3 millones a
lo planteado por el Ejecutivo federal en su propuesta de paquete económico que
envió al Congreso el 8 de septiembre pasado.
Comienza pues, el
amargo despertar que presenta un cuadro desalentador donde, en el mejor de los
casos, todo permanecerá igual, y en el que difícilmente podrán experimentarse
mejoras con un presupuesto que apenas alcanza para la operación de la gran
burocracia estatal. Esto adicionado con la ausencia de propuestas específicas,
viables y efectivas para hacer realidad el lema de orden y paz.
Aportaciones federales
Las aportaciones federales
del Ramo 33 son recursos que la Federación transfiere a las haciendas públicas
de los estados, Distrito Federal, y en su caso, de los municipios, cuyo gasto
está condicionado a la consecución y cumplimiento de metas específicas. Para el
estado representan los recursos más cuantiosos provenientes de la Federación,
ya que sumados los ocho fondos, alcanzan un monto de 29,738.5 millones de pesos
para el ejercicio 2016, y esto representará más de la mitad del presupuesto
total del estado en el año siguiente.
El sector que más dinero tiene en
Guerrero es el educativo, pues ocupa poco más de la mitad de las aportaciones
(Ramo 33) provenientes de la Federación, y cerca de la tercera parte del
presupuesto total del estado de Guerrero. Estas inversiones contrastan con los
enormes rezagos que aún se observan en el estado en materia de educación.
Desde este ejercicio se inició la
operación del Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo (FONE),
antes FAEB, recursos que ahora son administrados a nivel central por la
Federación es decir, presupuestalmente son cargados al Estado pero ya no serán
radicados a la Entidad.
De acuerdo con el presupuesto de egreso
del estado, en 2014 la federación envió recursos por 13,197.2 millones de pesos
y en 2015 por 13,512.9, para un incremento de 2.4 por ciento.
En el proyecto de presupuesto de egresos
de la federación de 2016, el FONE se presenta integrado por varias partidas,
para servicios personales se destinarán 15,575.5 millones de pesos, a “Otros de
Gasto Corriente” 697.6 millones, a gastos de operación 441.8 millones de pesos,
y a fondo de compensación no se destina nada, en total 16,714.9 millones de
pesos.
Cabe recordar que el sector educativo guerrerense
enfrenta un fuerte déficit por el pago de plazas a docentes “sin techo
presupuestal”, que según funcionarios del gobierno anterior, eran de por lo
menos 12,326 plazas que se fueron creando desde 2001.
Estos son los tradicionales problemas
financieros que provocan los gobernadores, secretarios de estado, diputados y
los propios sindicatos de maestros, por sus pésimas administraciones; el
déficit en el sector educativo comenzó cuando, para atender a sus “clientelas”
o apoyadores electorales, los colocaron en la Secretaría de Educación, sin que
hubiera dinero autorizado por la Federación –casi todo el presupuesto de la SEG
proviene de los recursos federales- para pagar sus salarios.
Hoy se paga esa irresponsabilidad y nadie
se atreve a tocar con denuncias a René Juárez Cisneros, a Zeferino Torreblanca
Galindo y a Ángel Aguirre Rivero y a sus secretarios de educación, así como a
las diferentes expresiones gremiales de los maestros, que tuvieron una
responsabilidad directa en este déficit.
Con el nuevo esquema presupuestario del
FONE, los estados ya no ejercerán el recurso para la nómina del sector
educación, sino esta operación se realizará desde la Federación. La creación de
nuevas plazas sin techo presupuestal ya no será posible, por lo menos en el
estado.
Sector salud
El segundo fondo más importante que
recibe el estado es el Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud o
Fassa. De este fondo del ramo 33, se recibieron del orden de 3,344.7 millones
de pesos en 2014, y en el año siguiente fueron 3,675.4 millones, para un
incremento de 9.9 por ciento.
De acuerdo con el proyecto de presupuesto
de egresos para 2016, los recursos destinados a los servicios de salud se
integrarán como sigue: Protección Social en Salud, 3,093.6 millones de pesos; prestación
de Servicios de Salud a la Comunidad, 758 millones; y rectoría del sistema de salud,
218.6 millones de pesos. En total, el estado de Guerrero recibiría 4,070.2
millones para este rubro.
En el sector salud también hay un déficit
financiero de operación de alrededor de 800 millones de pesos anuales,
correspondientes al pago de cerca de 5 mil trabajadores contratados desde 2004
“para eficientar el programa de Seguro Popular”, según informó el ex gobernador
interino Rogelio Ortega Martínez.
Por su parte, el ex secretario de
Salud del gobierno del estado, Edmundo Escobar Habeica, dijo, respecto a las
responsabilidades, que “estamos hablando de la administración anterior y de la
anterior a la anterior, esto no lo hemos detectado al detalle, pero empezó con
el Seguro Popular en 2004. Empieza a haber una inyección financiera con el
Seguro Popular y empieza a haber una mayor demanda de servicios y esto es una
mayor demanda de inversión”.
Más recientemente, el 17 de noviembre, la secretaria general de la
Sección 36 del Sindicato Nacional de la Secretaría de Salud (SNTSA) y diputada
federal, Beatriz Vélez Núñez, aseguró que el déficit en la Secretaría de Salud
Guerrero es de casi 5 mil millones, y eso ha dificultado cumplir puntualmente
las obligaciones.
“Cada día encuentran que hace falta más dinero en la Secretaría de
Salud, o que está sin comprobar ese recurso, y eso está deteniendo la
operatividad de los servicios”, indicó.
Obra
pública estatal
Respecto al fondo de infraestructura
social estatal (Fise), destinado a la obra pública estatal, en 2014 el gobierno
del estado recibió 608.5 millones de pesos, mientras que en 2015, el monto por
este concepto fue de 604 millones de pesos. De acuerdo con el proyecto de presupuesto
de egresos de la federación, en 2016 se enviarán a Guerrero 630.5 millones de
pesos, lo que representa un incremento marginal respecto de los años previos.
Cabe mencionar que alrededor de este
fondo también se conocen escándalos financieros. Por ejemplo, en la más
reciente revisión a la cuenta pública de este fondo (2013) por la Auditoría
Superior de la Federación, se encontró un probable daño o perjuicio por un
monto de 23.5 millones de pesos “por no haber presentado la documentación
comprobatoria y justificativa correspondiente a un traspaso de los recursos del
Fondo para la Infraestructura Social Estatal 2013, a la Secretaría de Salud del
Estado de Guerrero”.
El órgano fiscalizador de la federación aseguró
que al estado le fueron entregados 565.1 millones, que sumados con los
intereses dieron un total de 570.6 millones. Agregó la ASF que al 31 de
diciembre de 2013, el estado gastó 368.6 millones, para un subejercicio de 35.4
por ciento, y al 31 de mayo de 2014 se habían gastado 506.8 millones teniéndose
un subejercicio de 11.2 por ciento.
Por otro lado, la ASF también denunció
que la Secretaría de Desarrollo Rural ejerció 4.7 millones de pesos en la
ejecución de 10 obras y 2 acciones que no tienen un beneficio regional o
intermunicipal, lo que refleja debilidades en la orientación de los recursos
del fondo.
Los ejemplos anteriores ilustran la
discrecionalidad con la que son ejercidos los recursos públicos, pues en un
estado con tantas carencias parece difícil concebir que se presenten
subejercicios y que además el dinero se invierta en obras que no tienen el
mayor impacto.
Recursos
a los municipios
Hay dos fondos del Ramo 33 que se
destinan a los municipios, el Fondo de Infraestructura Social Municipal (FISM)
y el Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de los Municipios
(Fortamun).
Del FISM en 2014, la federación envió
4,409.5 millones de pesos, y al año siguiente fueron 4,454 millones. De acuerdo
con el proyecto de presupuesto de egresos 2016, esa cantidad se incrementará a 4,571.2
millones destinados a obras y acciones de infraestructura social en los
municipios para un incremento de solo 117.2 millones de pesos que representan
2.6 por ciento.
Respecto al Fortamun, éstos son recursos
que se destinan a la satisfacción de diversos requerimientos de los
ayuntamientos, pero sobre todo al cumplimiento de sus obligaciones financieras,
al pago de derechos y aprovechamientos por concepto de agua, descargas de aguas
residuales, a la modernización de los sistemas de recaudación locales,
mantenimiento de infraestructura, y a la atención de las necesidades
directamente vinculadas con la seguridad pública de sus habitantes.
En 2014 los municipios guerrerenses
recibieron globalmente 1,730.2 millones de pesos del Fortamun, en tanto que en
2015 la cantidad fue de 1,736.9 millones. El proyecto de PEF 2016 considera
enviar 1,819.2 millones, es decir, una diferencia de 82.3 millones de pesos,
que equivalen a 4.7 por ciento de incremento.
Especialmente del FISM hay mucho que
decir, y entre las irregularidades más sobresalientes que cometen los
ayuntamientos destacan el uso de altos porcentajes de recursos para la compra
de fertilizante, y no para obra pública; la inversión en obras que no se
consideran de impacto para superar rezagos sociales, y la poca o nula
información de los ayuntamientos hacia la ciudadanía y hacia las dependencias
normativas y fiscalizadoras.
Otros
fondos del Ramo 33
El Fondo de Aportaciones Múltiples (FAM)
se orienta al financiamiento de los programas de asistencia social en materia
alimentaria y de apoyo a la población en desamparo, así como a la atención de
las necesidades relacionadas con la creación, mantenimiento y rehabilitación de
la infraestructura física de la educación básica y superior.
Según el proyecto de PEF 2016, se tiene
previsto un monto por 458.4 millones de pesos para la vertiente de asistencia
social, y no se tiene contemplado ningún monto para infraestructura de
educación. El PEF considera 6,840.1 millones para educación básica, y de
3,847.5 millones de pesos para educación media superior y superior, pero bajo
la denominación de “no distribuible geográficamente”.
Los recursos del Fondo de Aportaciones
para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas (FAFEF) son aportaciones
federales y se consideran recursos propios que la Federación transfiere a las
haciendas públicas de los estados y del DF. Estos recursos buscan fortalecer
los presupuestos de los estados y del Distrito Federal y las regiones que
conforman, así como su saneamiento financiero. Para el ejercicio 2016, se tiene
programado un monto de 1,261.1 millones de pesos, que es mayor a los 1,192.5
que se establecieron en 2015.
Finalmente, el Fondo de Aportaciones para
la Educación Tecnológica y de Adultos (FAETA) tiene el propósito de que los
estados presten los servicios de educación tecnológica y de educación para
adultos a través de los CONALEP y los Institutos Estatales para la Educación de
los Adultos, para abatir el rezago en materia de alfabetización, educación
básica y formación para el trabajo, así como proporcionar educación
tecnológica.
En el proyecto de PEF 2016, para la
vertiente de educación tecnológica el FAETA presupuestó un total de 124
millones de pesos, en tanto que para educación de adultos contará con 88.5
millones de pesos.
Son pocos los recursos que tendrá el
estado para miles de carencias. El gobierno del estado se observa gris, de bajo
perfil, sin iniciativa. Ojalá no sea la tónica de todo el sexenio.