martes, 25 de noviembre de 2014

Ante la falta de resultados, políticos compran premios

El Sur de Acapulco
Está de moda entre los políticos y funcionarios guerrerenses recibir premios y reconocimientos por supuestos méritos, que no se perciben en el desempeño de sus encargos públicos. Son aparentes éxitos que tienen la clara finalidad de apuntalar sus carreras políticas no sólo mediante el abultamiento de sus currículos, sino engañando a los ciudadanos por medio de la difusión de logros que realmente no han obtenido, en los medios de comunicación y utilizando muy probablemente recursos públicos.
Para convocar y entregar estos cuestionables premios, hay instituciones privadas que cuentan con metodologías y criterios poco consistentes para seleccionar a los ganadores, y las cuales no se dan a conocer públicamente, pero sí los fastuosos eventos en que entregan los reconocimientos.
Muchos políticos y funcionarios de Guerrero, entre presidentes municipales, síndicos, diputados locales y federales y hasta secretarios de despacho del Ejecutivo, cayeron en esta tentación, y hoy cargan con el desprestigio de tener en su haber un reconocimiento que todo apunta a que fue comprado y que evidentemente no corresponde a los resultados de un buen trabajo de gestión.

Los premios, un gran negocio
El Instituto Mexicano de Evaluación (Imde) es una de las instituciones que organiza la entrega de premios en diversas categorías. En su portal electrónico informa que “es un organismo de la sociedad civil, que tiene como propósito contribuir al fortalecimiento de los servidores públicos a través de la formación, evaluación y reconocimiento de la Gestión Pública, de conformidad con estándares internacionales para contar con mejores gobernantes”. 
De acuerdo con esta fuente, el organismo otorga los premios Tlatoani ( a “los mejores gobernadores, senadores, presidentes municipales, diputados, síndicos, regidores, secretarios y directores de gobierno por su contribución al desarrollo del país”), el premio Tonatzin (a los mejores presidentes y directores de los DIF estatales o municipales); el premio Yecatl (a los mejores presidentes y directores de organismos de agua potable); y dos premios internacionales para los mejores gobernantes latinoamericanos.
Sin embargo, son muchas las críticas que se hacen a estos premios, la principal de las cuales es que el reconocimiento tiene un costo monetario para quien lo recibe. Por ejemplo, la Parada Digital de Chihuahua escribió que el presidente del Imde, Galo Limón, “negó la información publicada en La Parada Digital en torno a que el “Premio Nacional Tlatoani” se lo auto-compran los alcaldes, sin embargo se negó a proporcionar la manera de evaluar a los ganadores”.
Agregó este medio que obtuvieron el testimonio de uno de los ganadores para corroborar la compra, pues los organizadores solicitan una llamada “cuota de recuperación” a los alcaldes de 17 mil 500 pesos, y los que aportan más de esta cantidad resultan ganadores.
El diario Chiapas Paralelo también cuestiona las distinciones que otorga el Imde, y explica cómo enganchan a los funcionarios.”Para que un funcionario sea “nominado” al premio no es necesario que se inscriba o que la ciudadanía lo proponga, el propio IMDE decide eso y notifica mediante un correo electrónico al funcionario que ha sido “nominado” la fecha de premiación. En un segundo correo electrónico se informa que se tiene que pagar la cena del evento en el que se entregarán las preseas, el precio es de 18 mil a 45 mil pesos. Casualmente sólo los que pagaron la cena resultan ganadores”.
Desde Tamaulipas, el diario Noticias de Tampico publicó que “presidentes municipales de las más disímbolas regiones de México (…), la mayoría de ellos controvertidos, y criticados por sus gobernados, se prestaron a la farsa, celebrada con toda pompa y glamour. Los vivales del IMDE, no repararon en detalles. Hasta la bandera de España, colocaron junto a la de México, simulando un evento internacional. Lo peor de todo es que, la Universidad de Salamanca, invocada como aval del premio, se deslindó   de sus pillerías”.
Asimismo, Noticias GBM Radio de Chihuahua comentan que “Los llamados premios Tlatoani, son un elegante engaño acompañados del fraude para quien lo promueve y para quien lo recibe, porque este “galardón” no tiene mayor tramite, ya que por medio de un correo electrónico estos timadores agarran a políticos distraídos y primero les informan que en base a las investigaciones realizadas por la Comisión de análisis de Medios, Estudios y Académicos y con estricto rigor metodológico el estudio analizó su contribución al desarrollo político y es por eso que se le otorga el premio”.

Guerrero, abundante cantera de premiados

En Guerrero son muchos políticos y funcionarios municipales y estatales que han participado en estos certámenes.
El Diario de Iguala informa que sólo en el caso de presidentes municipales, en 2014 fueron convocados por el Imde 40 alcaldes, pero “sólo acudieron doce incautos por su premio nacional 2014”.
De acuerdo con ese diario, el Imde envió a 40 presidentes municipales guerrerenses un comunicado para informales que “El IMDE, se honra en comunicarle, que en base a la investigación realizada (…) bajo los parámetros de estandarización internacional de los Indicadores de Desempeño Político; que integra el impacto social, calidad, administrativos, de imagen pública, de su presencia en medios de comunicación y de innovación en sus programas, obras y acciones sustentados en los criterios siguientes: 1. Impacto social alto en la comprobación práctica de la mejora; 2.Nivel de respuesta para la solución de problemática ciudadana; 3. Calidad de la aportación para la resolución de problemas sociales y 4. Percepción de la ciudadanía sobre su imagen pública, han resuelto declararle: “el mejor presidente municipal”.
El alcalde de Tixtla, Gustavo Alfredo Alcaraz Abarca, fue uno de los que recibieron el premio en su edición 2014. Así lo presume en su portal electrónico el ayuntamiento de ese municipio, en donde se describe la recepción pública del premio “por haber cumplido con una buena gestión pública”. De sí mismo, Alcaraz Abarca dijo que “este premio es un estímulo para continuar trabajando en beneficio de todos los sectores sociales de Tixtla y señaló que esta evaluación, es el resultado de un esfuerzo compartido con el cabildo y su gabinete de trabajo”.
Otro alcalde que también cayó en el garlito fue el de Ometepec, Antonio Atenógenes Vázquez Rodríguez, también premiado con Tlatoani en 2014. En su página web, el presidente municipal se regodea con el falso premio: “La nominación en sí, me compromete a redoblar esfuerzos y a mantener la convicción, de que en el ejercicio de gobernar es prioritario mejorar el nivel de vida de la gente, y para ello es necesaria la gestión y coordinación con los tres niveles de gobierno”.
El presidente municipal de Tlapa, Victoriano Wences Real, recibió asimismo este premio “por ser uno de los mejores alcaldes del país y llevar una excelente administración”, según se lee en la difusión que hace a través de youtube. “La población tlapaneca hoy ha reconocido el desempeño del presidente Wences Real, como un funcionario de cabal respeto y responsabilidad en el cargo, que se ha destacado por su honestidad y sobre todo capacidad en su desempeño, lo que le ha valido para que el Instituto Mexicano de Evaluación lo haya distinguido con este premio al que sólo tienen acceso a él "los grandes".
El diario Tiempo de Guerrero reseña que el presidente municipal de Eduardo Neri, Ignacio Basilio García, también fue galardonado con este premio.
Otro alcalde “distinguido” fue el de Chilapa, Francisco Javier García González, y según consta en el periódico El Regional, el reconocimiento se le entregó “por ser considerado como el mejor alcalde en el estado de Guerrero”. Al comentar el premio, el presidente municipal aseguró que “la gestión que ha llevado a cabo ha sido un parte aguas para que este municipio pueda aspirar a nuevas formas y estadías de vida”.
En manos del alcalde de Xochistlahuaca, Celerino Rojas Morales, también quedó el premio 2014, y desde su cuenta de Facebook publicó: “Le doy gracias a Dios, a mi familia, a todo el equipo de trabajo del Ayuntamiento y, por supuesto, a la gente que creyó y voto por nosotros para que seamos gobierno. Gracias a todos, juntos estamos haciendo historia en nuestro municipio”.
Otro de los presidentes municipales que adquirieron el Tlatoani fue Ociel García Trujillo, alcalde de Florencio Villarreal, quien también difundió el reconocimiento a través de un comunicado de prensa oficial del ayuntamiento.
El resto de los alcaldes guerrerenses que aceptaron la supuesta distinción en 2014 fueron los de Leonardo Bravo, Coyuca de Catalán, Ayutla de los Libres, Acatepec y Olinalá.
Los síndicos también recibieron sus premios. Según el periódico El Despertar del Sur, Fidencio Ixta Rojas, síndico procurador del municipio de Ajuchitlán del Progreso, recibió el premio y según el periódico, con esta acción “corona su corta y brillante carrera política con el galardón que lo distingue como el mejor síndico, el galardón “Tlatoani”, el cual recibió con otros 27 síndicos del país que fueron galardonados por este premio”.
Eva Salmerón, tesorera del ayuntamiento de Iguala, igualmente ganadora, dijo que “este premio es una motivación para nosotros para continuar ofreciendo lo mejor de sí mismos para beneficio de la ciudadanía. Como profesionista me siento honrada y me entusiasma para seguir trabajando con la misma dedicación y redoblar esfuerzos para que seamos mejores funcionarios públicos”.

Otros premiados
En el Ejecutivo del estado también hubo inquietud de varios funcionarios de “pasar a la historia” con la recepción de estos premios. Tal es el caso de los ex titulares de las secretarías General de Gobierno, de Finanzas y Administración (premio 2013) y de Medio Ambiente y Recursos Naturales (2012).
Jesús Martínez Garnelo recibió el premio Tlatoani como mejor secretario de despacho, según un boletín de prensa del gobierno del estado, por su distinción en este cargo ante la ciudadanía, lo cual fue calificado y constatado por la propia sociedad que emitió su opinión en una consulta de carácter nacional”.
El comunicado agrega que la entrega estuvo a cargo del presidente del IMDE, Galo Limón, quien “manifestó que el premio fue otorgado a Martínez Garnelo, por las tareas diarias, complejas y las necesidades a flor de piel que hay en dicha dependencia del gobierno del estado de Guerrero y que sobre todo se identifica como un gobierno de dialogo y de acuerdos”.
Otro de los colaboradores del ex gobernador Aguirre Rivero que recibió este premio es Jorge Silverio Salgado Parra, ex secretario de Finanzas y Administración. En la revista MGI se lee que “de acuerdo al sondeo de opinión y estudios realizados por el Imde, la secretaría de finanzas bajo la titularidad del CP Salgado Leyva ha brindado la atención que corresponde en materia de transparencia y rendición de cuentas conforme a la normatividad vigente y a los lineamientos establecidos por el Consejo Nacional de Armonización Contable”.
En la edición 2012 del premio, el ex secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Carlos Toledo Manzur, también como parte del gabinete de Aguirre Rivero, fue uno de los galardonados con el Tlatoani 2012.
Pero también los diputados quieren engordar su currículo con estos reconocimientos. En 2014, por ejemplo, el diputado federal Vicario Portillo Martínez fue merecedor del Tlatonani al mejor diputado, según la revista MGI “por su contribución a la labor legislativa y a la promoción de los derechos de los pueblos indígenas del país”.
Otro que recibió la estatuilla fue Omar Jalil Flores Majul como el mejor diputado en 2014. Al respecto, Luis Antonio Hernández Rosales presidente ejecutivo del IMDE declaró “que para ser servidor público se necesitan tres cosas, compromiso, conocimiento y ganas de hacer las cosas, hizo hincapié en que Omar Jalil las tiene y lo más importante es que los ciudadanos de su distrito lo han calificado, lo observan y lo ubicaron como uno de los mejores diputados de la República mexicana en este año 2014”.

El timo, en letras chiquitas
El Imde, en su convocatoria informa que los resultados se dan a conocer por vía telefónica y electrónica a los ganadores. Y destaca: “Resultar ganador del Premio Nacional, es un proceso libre de todo gasto e inversión. En su caso, la aportación económica que se realiza, “obedece única y exclusivamente” a los costos administrativos y de logística para su recepción en la Ceremonia Nacional de Premiación”.

martes, 11 de noviembre de 2014

Cuestionables, los avances académicos que presume el rector de la UAG

El Sur de Acapulco
Desde hace varios meses, las autoridades de la Universidad Autónoma de Guerrero presumen de avances significativos en la calidad de la educación que ahí se imparte, y destacan que la institución se ha colocado entre las mejores universidades del país.
Durante la rectoría de Javier Saldaña Almazán se ha difundido ampliamente este aparente logro, e incluso ya forma parte del discurso del funcionario universitario. Sin embargo, hay argumentos para poner en duda o por lo menos para matizar esa percepción sobre la universidad, y en todo caso, los avances obtenidos no corresponden al periodo del actual rector, sino que serían resultado de las gestiones de anteriores rectores, ya que para mejorar la calidad de una institución de educación superior se requieren numerosas acciones y sobre todo, los cambios no se perciben de una año a otro.

La calidad como discurso
De acuerdo con un boletín de la UAG del 25 de marzo, el rector Saldaña Almazán “reconoció  los avances que la administración central ha logrado en casi un año al frente de la UAGro como el aumento de la matrícula de buena calidad, ubicando a la universidad entre las 25 mejores universidades en este rubro, resaltando la escalada de puestos que posicionan a la  UAGro en el 9º lugar entre las Universidades del País, debido a la Consolidación de Cuerpos Académicos además de la preparación que están realizando los docentes para obtener un posgrado y así mejorar la calidad educativa en las aulas universitarias”.
El boletín también informó que con el “aumento de los indicadores en la calidad educativa”, la UAG estaría en la ruta para ser parte del Consorcio de Universidades Mexicanas (Cumex). 
Y en efecto, el 17 de septiembre, se informó que “el rector de la Universidad Autónoma de Guerrero, Javier Saldaña Almazán recibió del presidente del Consorcio de Universidades Mexicanas (CUMex), y rector de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Humberto Augusto Veras Godoy, la constancia que certifica oficialmente a la UAGro como una de las mejores universidades públicas del país y miembro de ese consorcio educativo mexicano”.
Hubo intercambio de halagos entre el presidente del Cumex y el rector de la UAG. El primero dijo que “hoy es un día muy importante para la educación de Nivel Superior en el estado de Guerrero y para los guerrerenses, porque la Autónoma de Guerrero ya pertenece al Consorcio de Universidades Mexicanas. La UAGro demostró que en sus programas educativos cuenta con los requerimientos de calidad pertinentes y necesarios para ingresar al consorcio”, dijo Veras Godoy, según el comunicado de prensa.
En su turno, el rector Javier Saldaña Almazán “entregó un reconocimiento al presidente del CUMex, Humberto Augusto Veras Godoy por su nombramiento como presidente del consorcio en la pasada Sesión de Rectores, realizado en la Ciudad de México”.

Aunque ni el rector ni los boletines de prensa de la UAG especifican cuál es la fuente que ubica a la institución entre las 25 mejores universidades del país, se revisaron varios “rankings de mejores universidades”, y según parece, el que utiliza la UAG corresponde al que realiza un grupo de medios que “analiza los negocios, la economía, la política y las finanzas de la región” denominado AméricaEconomía. El portal electrónico de esta institución describe que el grupo “actualmente posee múltiples ediciones como revista, editadas en español y portugués, informando, analizando y adelantándose a las tendencias, lo cual la convierte en una herramienta poderosa para los ejecutivos tomadores de decisión de la región”.
Según el ranking 2014 de AméricaEconomía (http://rankings.americaeconomia.com/mejores-universidades-mexico-2014/ranking/), la Universidad Autónoma de Guerrero se ubica en el lugar 27 de las 50 instituciones de educación superior que se revisaron. Su índice de calidad es de 28.2 por ciento. De hecho, y al contrario de lo que dice el rector Javier Saldaña, la UAG retrocedió dos lugares durante su administración, al pasar del lugar 25 en 2013 al 27 en el presente año.
Los primeros 10 lugares de este ranking los ocupan la UNAM, el Instituto Politécnico Nacional, el Tec de Monterrey, las universidades Autónoma Metropolitana, Autónoma de Nuevo León y de Guadalajara; el Colegio de México, el Instituto Tecnológico Autónomo de México, la Universidad de las Américas de Puebla y el Sistema Universidad Iberoamericana.
Para obtener este ranking, según publica AméricaEconomía en su portal electrónico, se evaluó la calidad docente (evaluación de los profesores con jornada completa, ponderándose de acuerdo a su último grado académico -doctores, magíster, profesionales y especialidades médicas-), a la que se le otorga un 30 por ciento de la calificación total.
Asimismo, se revisó el rubro de “índice de investigación” (evaluación de la producción de papers ISI y la generación de patentes), con una ponderación de 20 por ciento. A la “empleabilidad” (se calcula con la información obtenida de la encuesta a 375 empresas que tienen sede en México) se le asignó un 20 por ciento.
Otro de los indicadores que evalúa AméricaEconomía es la “oferta de posgrado”, la cual se calcula a partir de la información entregada por el Programa Nacional de Posgrados de Calidad del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.
Finalmente, el ranking se elaboró también con el indicador “prestigio internacional”, formulado a través de la pesquisa de la presencia de las universidades en distintos rankings internacionales y por medio de la encuesta a reclutadores”.
Los resultados obtenidos por la UAG en los diferentes indicadores fueron: calidad docente 60.9 por ciento, índice de investigación 0.9 por ciento, empleabilidad 7.9 por ciento, oferta de posgrado 41.8 por ciento y prestigio internacional 13 por ciento.

Ranking donde no está la UAG
QS es una institución internacional que vincula a ejecutivos, empresarios y empleadores con las escuelas líderes de negocios, departamentos de posgrado en las universidades a través de sitios web, eventos, e-guías y soluciones técnicas. Desde 2011 publica QS University Rankings: Latin America, que es una clasificación de las mejores universidades de la región.
La metodología se basa en obtener datos sobre la reputación docente, reputación que tienen los empleadores de la institución de educación, proporción de alumnos por docente, citas que se hacen de los trabajos de investigación de las universidades y nivel de atracción que tiene una universidad de estudiantes y profesores de otras naciones.
De acuerdo con los resultados de QS University Rankings, la Universidad Autónoma de Guerrero no aparece entre las 300 mejores universidades de Latinoamérica. Las instituciones mexicanas que sí están son el Tec de Monterrey y la UNAM, en los lugares siete y ocho, el Instituto Politécnico Nacional, en el lugar 26; la Universidad Iberoamericana, en el sitio 28; y la Universidad Autónoma Metropolitana y el ITAM en los lugares 35 y 36 de Latinoamérica.
Otras universidades incluidas son la de las Américas de Puebla (lugar 50), la de Guadalajara (59), la Autónoma de Nuevo León (64), la Autónoma del Estado de México (68), la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (70) y la Universidad Anáhuac (95).
Hay otras 37 universidades mexicanas dentro del ranking latinoamericano de 300 instituciones que propone QS, y la de Guerrero no está incluida.
El diario El Universal publica anualmente, desde 2007, la guía Mejores Universidades; para elaborarla, emplean dos metodologías: ranking de instituciones, que compara instituciones de educación superior (IES) entre sí; y ranking de programas, donde se comparan programas de licenciatura semejantes y se aplica a 25 programas diferentes. “Las metodologías de ambos ranking están conformadas por dos partes: las características objetivas de las IES (información numérica reportada por las propias IES) y la percepción de académicos en el caso del ranking de instituciones y la percepción de académicos y empleadores en el caso de los ranking de programas. El ranking otorga un mayor peso a la información numérica reportada por las IES”.
En este ranking no aparece la Universidad Autónoma de Guerrero y tampoco está incluida en el listado de instituciones que decidieron no participar en esta clasificación de universidades.

Según El Universal, la UNAM ocupa el primer lugar de este ranking, la Universidad Autónoma Metropolitana como segundo, y la Universidad de las Américas de Puebla, como tercero. Le siguen la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Universidad Autónoma de Nuevo León, Universidad Autónoma Norte, Universidad Autónoma del Estado de México y la Universidad Autónoma de Querétaro.

La subjetividad de los ranking
En septiembre de 2014, el secretario general ejecutivo de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), Enrique Fernández Fassnacht explicó que “las posiciones en las que se encuentran las universidades e institutos de educación superior en el país no deben definirse a partir de un ranking, pues esta listas carecen de objetividad y no evalúan todos los planos de acción de estas instituciones”.
Agregó que la calidad educativa no depende de este tipo de listados pues cada institución demuestra en diferentes planos sus fortalezas (periódico Pulso, 19 de septiembre).
Asimismo, el investigador Santos López Leyva, en la Revista de la Educación Superior No. 166, (http://publicaciones.anuies.mx/revista/166) concluye “que cada uno de los rankings muestra sus criterios, funciones, indicadores y grupos objetivo; lo más recomendable, entonces, es trabajar en la realización de agrupamientos”.
Agrega López Leyva que los ranking presentan dos grandes dificultades, tanto en su elaboración como en su aplicación: “la primera proviene de la gran diversidad de modelos de instituciones de educación superior, la variedad de misiones que éstas cumplen en la sociedad y de la pluralidad de actividades que desarrollan; por otra parte, se encuentra la dificultad derivada de los intereses de los diferentes sujetos involucrados, donde se hallan estudiantes, académicos, empleadores, líderes institucionales, responsables y diseñadores de políticas”.

El ingreso al Cumex
El 8 de septiembre, un boletín de prensa de la UAG festejaba desmesuradamente que la institución lograba “un histórico gran salto académico” al ingresar al Consorcio de Universidades Mexicanas (Cumex).
El texto festinó que “La Universidad Autónoma de Guerrero, ya es una de las mejores universidades públicas de país, al ser aceptada por unanimidad por el Consejo de rectores que conforman al Consorcio de Universidades Mexicanas (CUMex), un logro alcanzado por la actual administración encabezada por el rector Javier Saldaña Almazán y catalogado como un hecho histórico en la vida de la UAGro”.
Agregó el boletín que “este logro se dio luego de presentar la solicitud ante el consejo de rectores integrantes del CUMex, y donde el doctor Saldaña Almazán expuso la situación académica de la Autónoma de Guerrero, y destacó que el más del 90% de la matrícula de licenciatura cursa sus estudios en programas reconocidos por su buena calidad, el 83% de los maestros de tiempo completo tienen estudios de posgrado, entre otros indicadores del avance académico de la UAGro”.
En su portal electrónico, el Cumex explica que “El Consorcio de Universidades Mexicanas (CUMex) constituye un espacio común para la educación superior de buena calidad en el país, con una alta competitividad académica y un enfoque estratégico”.
En sus estatutos establecen que tendrán el carácter de miembros del Consorcio las universidades cuyos indicadores de calidad y desempeño cumplan y mantengan los valores establecidos por el consejo de rectores.
Actualmente el Cumex se integra de 29 universidades, entre las que se encuentran cinco que no están registradas en el ranking de AméricaEconomía.

Asimismo, sólo dos de las universidades afiliadas al Cumex se encuentran entre los 10 primeros lugares del ranking: la Autónoma de Nuevo León (5) y la de Guadalajara (6). En el bloque del lugar 11 al 20, se localizan cinco universidades: BUAP (11), la Autónoma de San Luis Potosí (14), la  Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (16), la Autónoma del Estado de México (17) y la Universidad de Sonora (20).
La mayor parte de las 29 universidades que integran el Cumex (58.6 por ciento) se ubican entre los lugares 23 y 50 de la clasificación de AméricaEconomía, es decir, del ranking que la UAG utiliza como fuente de sus comunicados.
Así, pues, hay que mesurar los logros obtenidos, ya que ni son históricos, pero sí desnudan lo mucho que falta por hacer.